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    La polémica sobre “La sociedad de la nieve”

    POR

    Sr. Director:

    , regenerado3

    La desafortunada polémica producida a raíz del estreno de la película “La sociedad de la nieve” no tiene su origen en el presente, sino que se remonta a los lejanos años 60, en los que la izquierda uruguaya acuñó el concepto teórico de una oligarquía como fundamento de los males del Uruguay. Esto pervive actualmente, como muestra lo que sigue: “barrio a barrio, pueblo a pueblo, a defender lo logrado y comprometernos a pelear esta batalla, que será la madre de las batallas: entre la oligarquía y el pueblo”.

    Son declaraciones de la candidata Graciela Villar en la última campaña electoral, que creo que serían suscritas sin problemas por la gran mayoría del electorado frenteamplista. Recordemos que estaban perfectamente identificadas las 500 familias dueñas del Uruguay, de las cuales se llegó a publicar una lista. No cabe ninguna duda de que -si no todos- la gran mayoría de los protagonistas de la tragedia de los Andes pertenecían a estas 500 familias. Es evidente que, si se está juzgando a gente que es culpable, aunque sea indirecta, del sufrimiento de la mayoría de los uruguayos, puede haber matices negativos en nuestras opiniones sobre ella. Sin llegar a afirmar que lo tenían merecido, sí que la reacción provocada sería otra -o debería serlo- si se hubiese accidentado un avión que transportara al plantel de Peñarol o Nacional, por poner un ejemplo.

    Ahora bien, la única esperanza de sacar algo en limpio de todo esto es a través de la razón. Insultar y descalificar al senador que dijo lo que dijo solamente agrega más leña y embarra la cancha. Creo que los que piensan como él no se dan cuenta de adónde los lleva lo que piensan. Por ejemplo: no hay duda de que en Auschwitz una gran cantidad de los judíos que fueron ejecutados eran ricos o muy ricos, y que les cabría muy bien el calificativo de oligarcas; banqueros, industriales, comerciantes, empresarios, explotadores según el código izquierdista. Los judíos forman parte de una cultura milenaria de apego material, por distintas razones. Es público que Goering y otros jerarcas nazis se enriquecieron impúdicamente robándoles sus palacios, bienes y obras de arte. Hacer caer la sombra de una duda sobre el Holocausto por esto es totalmente disparatado. De la misma forma, las bombas de Hiroshima y Nagasaki no estuvieron menos mal porque murieron unos cuantos millonarios.

    Está claro que lo que dijo el Senador Bergara no llega ni de lejos a estos extremos, pero sí su juicio está contaminado de ideología, y de una ideología perniciosa.

    Alberto Magnone