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Es que los planteos que realizó el Servicio Paz y Justicia (Serpaj) ante el Comité contra la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas ayer miércoles, en los que se recomienda cerrar dos centros de reclusión adolescente por casos de “tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes”, para la dirigente de Cabildo Abierto “no se condicen con la realidad”.
El lunes 2 la diaria publicó que Serpaj pediría el cierre de dos centros del Inisa en su informe anual de 2021 ante la ONU por “prácticas de torturas” y “condiciones edilicias no adecuadas” y acusó a la nueva administración de llevar adelante un “reforzamiento de la impronta de la seguridad y el control de los centros”. Los dos establecimientos que se solicita clausurar son el MD1 —destinado a los jóvenes mayores de 18 años— y el Espacio de Tratamiento Transitorio Integral (ETTI). Pero la lista de centros donde se identificaron casos de tortura se extiende al Hogar Piedras, el Centro de Pre-Egreso y el Centro de Ingreso de Adolescentes Mayores (CIAM).
En el informe se plantea que durante las visitas realizadas por Serpaj se constató “repetidas situaciones de violencia verbal o física dentro de los centros” como “práctica extendida de vinculación entre el centro y los adolescentes privados de libertad”. En opinión de la organización hay “una gestión que continúa aplicando las lógicas de control, castigo y encierro como pilares centrales de las medidas socioeducativas privativas de libertad y refuerza criterios securitarios sobre la medida socioeducativa”.
Además, se indica como un “aspecto relevante” que se incorpore la Guardia Republicana a Inisa para la realización de capacitaciones en acciones de mediación a los funcionarios, ya que, según Serpaj, “esta fuerza especial policial está entrenada para la resolución de conflictos mediante el uso de la fuerza física y represión”.
La presidenta del Inisa tiene una visión muy diferente a la de Serpaj y no ve necesario que se clausuren los dos centros. “Para mí no, no veo por qué habría que cerrarlos”, dijo a Búsqueda, y agregó que, en su opinión, Serpaj “se quedó con la visión de lo que eran los establecimientos antes”.
En el ETTI asisten jóvenes de forma transitoria que, en general, sufren altos índices de violencia y que se busca atenderlos durante una etapa corta, en torno a los tres meses, para que vuelvan a insertarse en los centros de privación de libertad. Actualmente hay seis adolescentes en el ETTI.
De Olivera consideró que allí se realizaron remodelaciones edilicias que permitieron acondicionar el centro. Además, la jerarca aseguró que se llevan a cabo actividades educativas porque los jóvenes que están allí asisten a Primaria y Secundaria y también cuentan con actividades deportivas.
“Se quedaron con la visión de lo que era el centro en la administración anterior porque en esta gestión se hizo a nuevo el espacio, tienen habitaciones más grandes, pintadas. Es todo lo contrario a lo que se dice”, afirmó.
Además, aseguró que a los adolescentes que asisten allí se les da “un trato especial a cada uno” y que el lugar es “un espacio dirigido, llevado adelante por una psicóloga”.
“Realmente estoy desconcertada con lo que leo porque no se ajusta a la realidad”, agregó. Si bien reconoció que “hay dificultades edilicias”, consideró que para todas hay un plan de obras que se viene ejecutando.
En relación con el MD1, De Olivera dijo que “siempre fue complicado”, al punto tal que en administraciones anteriores también se solicitó su clausura. Sin embargo, indicó que actualmente hay 15 adolescentes, lo que considera un número bajo y sobre los cuales se está trabajando para que mejoren sus condiciones de reclusión. El Inisa está realizando reformas de tres centros en simultáneo en este momento y uno de ellos es el MD1, donde se está recuperando la seguridad perimetral con la reparación de columnas que estaban partidas. Esto permitirá, según la presidenta del instituto, que los adolescentes puedan realizar actividades al aire libre con la debida seguridad.
“Deberían visualizar que se están haciendo acciones para mejorar. Y lo mismo es cambiar la cabeza de los funcionarios y que se animen a hacer actividades. Por eso rechazo firmemente lo que se pretende denunciar”, sostuvo.
Por otra parte, De Olivera se mostró crítica con afirmaciones que apuntan a que en su gestión “se apuesta a la violencia”.
“No es así, estamos consolidando una academia para formar a los funcionarios. El espíritu de esta administración ha sido capacitar, profesionalizar y darles las garantías a todos los adolescentes del sistema”, dijo.
“Los problemas están pero los estamos abordando de la mejor forma con las herramientas que tenemos. ¿Por qué llevan este planteo ahora? Capaz que los datos que llevan son los de 2019 y se quedaron con eso”, concluyó.
