En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Con un claro acento madrileño, unas cuantas muletillas españolas y las arrugas más pronunciadas en la cara, Héctor Amodio Pérez reapareció luego de 40 años. Varias generaciones no conocían la voz de la persona que fue catalogada como el mayor “traidor” por sus compañeros de la guerrilla del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T). El jueves 11 se divulgó una entrevista que mantuvo con el periodista Gabriel Pereyra para el diario “El Observador” y el programa de televisión “En la mira”, de VTV. El ex guerrillero aseguró que tiene un solo objetivo: dar su verdad y limpiar su nombre.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En la nota Amodio defendió su tesis de que no pactó con los militares la delación de sus compañeros a cambio de su liberación y ayuda para salir de Uruguay. Sin embargo, para el periodista que realizó la nota, como para historiadores y politólogos consultados por Búsqueda, la historia del ex guerrillero —hoy radicado en Madrid, España— resulta poco creíble y sus declaraciones no modificarán los libros de la historia reciente. Amodio deberá hacer mucho más si quiere que la gente crea en su versión, coinciden.
Al ser consultado por Pereyra sobre si entregó algún local del MLN-T Amodio remarcó que no se vio obligado a ello para sobrevivir. “No tuve necesidad. Puede calificarlo como se quiera pero es así. Si a mí me detiene cualquier unidad del Ejército que no hubiera sido el Florida yo era boleta, porque a mí se me adjudicaba todo. Se creían que yo era Superman”, aseguró.
Al explicar su salida del país menciona al mayor retirado Armando Méndez —quien entonces era teniente— que mantuvo reuniones con integrantes del MLN-T en el Batallón Florida, donde ambas partes intentaron puntos de acuerdo. A esos contactos se los denominó “La tregua”. Según Amodio, Méndez fue quien lo acompañó a él y su pareja —la también tupamara Alicia Rey— hasta la frontera con Rivera para cruzar a Brasil. Desde allí viajaron a San Pablo y luego a Madrid, recordó.
El historiador y politólogo Gerardo Caetano —quien ha generado amplia bibliografía sobre los hechos del pasado reciente— dijo a Búsqueda que tenía “altas” expectativas sobre el testimonio de Amodio. No obstante, tras escucharlo en detalle se sintió “defraudado”. “Su historia defrauda mucho, no dice nada nuevo, y aquellas cosas que podrían ser novedosas son muy poco verosímiles”, cuestionó. Luego remarcó: “No me parece un testimonio con intención de verdad. Señala cosas que no son para nada creíbles”.
El analista explicó que como profesional no puede descartar a priori ningún testimonio, y que en ese sentido su aparición es importante. Pero entiende que Amodio intenta exculparse sin grandes argumentos y por eso aún se mantienen “muchas sombras de duda” sobre los hechos ocurridos en la guerrilla urbana en las décadas de 1960 y 1970. “Creo que Amodio salió (a la opinión pública) porque tiene fantasmas personales que lo acosan y eso puede ser entendible, pero su relato no es sólido ni convincente. El historiador no está para juzgar pero sí para comprender”, subrayó y en ese sentido opinó que el fondo de sus declaraciones “no generó nada significante”.
La amplia mayoría de los ex guerrilleros —entre ellos el presidente, José Mujica— han optado por no hacer declaraciones sobre la aparición de Amodio. Para la mayoría de ellos “es hombre muerto”. Así lo ha declarado la senadora y primera dama Lucía Topolansky.
Caetano interpretó el silencio de sus ex compañeros como una intención de no legitimar al personaje que reaparece. Sin embargo, remarcó que sobre los hechos ocurridos en el pasado reciente aún “hay muchos pactos de silencio entre muchos actores de diferentes posiciones que no quieren que se sepa a ciencia cierta lo ocurrido”.
En una misma línea de razonamiento, el historiador Carlos Demasi ha realizado varias investigaciones sobre la última dictadura y —entre otros trabajos— integró el equipo de docentes que en 2006 actualizó los cursos de Historia Reciente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). En diálogo con Búsqueda opinó que el “tema central” en el caso de Amodio pasa por cómo siendo uno de los fundadores y principales integrantes del MLN-T no terminó preso por 12 años como el resto de sus compañeros.
A su entender los argumentos sobre su liberación “no son para nada convincentes” y su defensa es “débil”. “Por más que él se esfuerza en demostrar que es inocente de lo que se lo acusa es muy difícil con los planteos que muestra”, dijo, y agregó que con la actual información que presenta “es muy difícil que Amodio se saque la chapa de Traidor”.
En ese sentido coincide en que es importante la aparición del personaje y conocer detalles de su vida posterior a la guerrilla tupamara, pero entiende que su versión “no tendrá un gran aporte a la construcción del relato” sobre la historia reciente. “Amodio argumenta cosas que están en el sentido común: que el MLN fue derrotado por sus propios errores es evidente y está incorporado en la bibliografía existente”, remarcó.
Para el periodista y politólogo Alfonso Lessa el testimonio de Amodio tiene un “gran valor periodístico” y en ese sentido es un “aporte fundamental”, comentó a Búsqueda. “Es muy importante escuchar su voz, pero su historia es muy poco creíble”, advirtió. El periodista, quien ha escrito varios libros sobre la historia reciente, asegura que hay suficientes datos e información precisa de que él salió a las calles en autos militares a delatar a sus compañeros, uno de los varios datos que negó en su entrevista.