• Cotizaciones
    miércoles 22 de enero de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    La vida del padre de todas las pesadillas

    “No dejaré memorias”, de Ruperto Long

    La obra de un loco. Los delirios de un genio. La exudación, al mismo tiempo desagradable y destellante, de una mente extraña. “Los cantos de Maldoror” dejan al lector en un estado de estupefacción que combina iguales dosis de maravilla y de horror, lo que a veces lleva a abandonar su lectura y muchas otras a hundirse en ese texto tan diferente, tan propio de otro mundo. No se sabe si fue eso lo que inspiró al ingeniero y político blanco Ruperto Long, autor del libro No dejaré memorias. El enigma del Conde de Lautréamont, a escribir esta crónica novelada de la vida de Isidore Lucien Ducasse. Pero, sea como sea, dio en la tecla.

    Las páginas comienzan con la recurrencia al recurso literario de relatar el contenido de un manuscrito que fue encontrado a fines de 1968 en la posada El Pailón del Diablo, el lugar donde se alojaba un joven investigador en la ciudad de Quito. Long advierte en la introducción: “Reitero: todas y cada una de las escenas, hasta donde lo he podido determinar, se han basado en algún suceso supuestamente real, aunque en muchos casos la información disponible sea fragmentaria o de dudosa procedencia”.

    Y agrega, más adelante: “Para hacer mías las palabras de Octavio Paz: cualquiera sea el caso, se trata de un realismo que no es mágico sino mítico; un realismo en el cual el elemento épico y el elemento fabuloso son esenciales. Lo admirable de lo fantástico en la vida del Conde —el que ahora habla es André Breton— es que no es fantástico, sino real”.

    El comienzo recrea unas sesudas discusiones, a fines de 1951, entre Albert Camus, Jean-Paul Sartre y Breton, debido a que uno de los libros escritos por el primero de ellos, “El hombre rebelde”, contiene críticas a la figura del mítico inspirador del surrealismo, Isidoro Ducasse (Montevideo, 1846-París, 1870), quien concibió los impresionantes “Cantos de Maldoror”.

    La recreación de estos diálogos sirve para atestiguar la importancia de este autor de nombre francés y nacionalidad uruguaya que murió enfermo en París a los 24 años y en el más absoluto abandono personal.

    No dejaré memorias resulta instructivo para el lector común, y puede funcionar como una especie de puerta de entrada, aunque pasteurizada, a la obra de quien en su adolescencia fue conocido como “Vampiro”. En el principio, entre los intelectuales que intervienen en el conflicto está Octavio Paz, quien le expresa a Camus: “Pero lo que más me preocupa, Alberto, es el capítulo sobre Lautréamont. Hoy en día el enigmático poeta de ‘Los Cantos de Maldoror’ es un símbolo, un icono de la rebeldía, es la bandera del surrealismo. Es uno de los tres fundadores de la poesía moderna, junto con Rimbaud y Mallarmé. ¡El libro va a provocar la indignación y la cólera de André Breton!”.

    Quizás, el lector que conozca remotamente al personaje de Maldoror, diabólico y descreído de la humanidad, lea sus cantos y se encuentre con un salto bastante grueso entre el tono y el contenido de No dejaré memorias y la obra escrita por Ducasse. Es que Long optó por dejar afuera lo más mórbido del perfil de su biografiado y, por lo tanto, su retrato alcanza un alto grado de calidad, pese a que la fuerza y la locura que trasunta aquella obra genial no están presentes en esta.

    Por poner sólo un ejemplo de las metáforas que emplea Maldoror, veamos un tramo del Canto Quinto, en el que exclama: “¡Oh! si en lugar de ser un infierno, el universo no hubiera sido más que un inmenso ano celeste, observad el ademán que hago en el lugar de mi bajo vientre: sí, yo hubiera hundido mi verga a través de su esfínter sangrante, destrozando con mis movimientos impetuosos las propias paredes de su recinto. El infortunio no habría soplado entonces, sobre mis ojos cegados, dunas enteras de arenas movedizas; yo habría descubierto el lugar subterráneo donde yace la verdad dormida, y los ríos de mi esperma viscoso hubieran encontrado de ese modo un océano adonde precipitarse”.

    En No dejaré memorias, Long habla de unos supuestos escarceos homosexuales adolescentes, de un tímido noviazgo y de una relación más estrecha con una prostituta llamada Elisa. Además, menciona como al pasar algún gusto “extraño” de Ducasse en materia sexual.

    En el plano intelectual, la obra del joven montevideano aportó una imagen que se convirtió en estandarte del surrealismo, al decir que algo es “bello como el encuentro fortuito, sobre una mesa de disección, de una máquina de coser y un paraguas”. No en vano, los Cantos inspiraron a creadores de todas las disciplinas, entre ellos a Salvador Dalí, Luis Buñuel, Pablo Picasso, Man Ray y René Magritte.

    No dejaré memorias, para graficar ideas o describir un momento histórico, abunda en citas que exceden el campo ducassiano, acudiendo a diversos escritores y músicos, desde Mario Benedetti, Jean-Marie Gustave Le Clézio y Ludwig Wittgenstein, hasta Manuel Vázquez Montalbán, Horacio Ferrer y Luis Eduardo Aute.

    Resulta emocionante recorrer las calles que Ducasse habitó en sus primeros años en la baja Ciudad Vieja, es estremecedor recrear la vida cuasi carcelaria de los colegios pupilos franceses a los que asistió y es sugestivo pensar qué hubiera sido de la vida de este genio creador si hubiera llegado, por lo menos, a los 40 años de edad. Algo que, sin la labor investigativa de Long, no hubiera sido posible.

    “No dejaré memorias. El enigma del Conde de Lautréamont”, de Ruperto Long. Aguilar, 2012, 303 páginas, $ 380.