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En enero de 1960, tres años después de haber ganado el Nobel, Albert Camus, autor de La Peste y El Extranjero, viajaba junto a su amigo y editor Michel Gallimard, la esposa de este, Janine, la hija de ambos, Anne, y el perro de la familia camino a París. Nunca llegaron, porque el deportivo Facel Vega FV3B, propiedad del sobrino del editor, despistó en una recta. Camus y Gallimard murieron, las mujeres quedaron heridas y el perro desapareció.
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Durante años se pensó que la lluvia había jugado una mala pasada. Sin embargo, en los diarios de un poeta y traductor checo apareció la tesis de que Camus había sido asesinado por orden de la KGB debido a sus posturas contrarias a la invasión soviética a Hungría y también a que el sucesor de José Stalin, Nikita Jrushchov, apostaba a fuertes lazos con Francia contra Estados Unidos y el famoso intelectual resultaba una molestia.
Giovanni Catelli siguió esa pista durante 10 años y su investigación, publicada en 2017 en español en la editorial Bärenhaus, defiende la teoría de que no fue ningún accidente. “Una conclusión horrible, pero después de digerir la evidencia que Catelli nos ha dado, se hace difícil no estar de acuerdo con él. Sin duda, ‘Accidente de tránsito’ debería ser archivado en otro cajón bajo el nombre de ‘Asesinato político’”, escribió Paul Auster en el prólogo.