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A mediados de abril el subsecretario de Defensa incomodó al gobierno al provocar un conflicto en la coalición por publicar mensajes ofensivos desde Twitter contra el entonces canciller Ernesto Talvi y el ministro de Trabajo, Pablo Mieres. La escena fue fugaz porque el coronel retirado Rivera Elgue enseguida denunció un hackeo a su cuenta en la red social, pero las críticas ya habían circulado y enfadaron hasta al presidente de la República, Luis Lacalle Pou, que reprochó al subsecretario públicamente.
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La situación también tensó la interna del Ministerio de Defensa. El ministro Javier García se reunió con Elgue para acordar una salida decorosa, donde terminó por asumir la responsabilidad de las expresiones y se disculpó con Talvi y Mieres.
En el ministerio aseguran que fue la primera observación que el ministro le realizó a Elgue. La siguiente llegó en julio, en el marco de la elaboración del proyecto de ley de Presupuesto. Una nota en el semanarioCrónicas daba cuenta de que Cabildo Abierto, el partido que integra Elgue, se había opuesto a la intención de García de brindar un aumento salarial del 2% al personal militar de menor rango —lo cual equivaldría a unos $ 400 para el soldado de primera— por considerarlo demasiado bajo.
Según señalaron a Búsqueda fuentes de la cartera, estos y otros datos difundidos en la nota surgieron de una discusión ministerial privada. Eran “parciales e incompletos” y enlentecieron la negociación presupuestal con el Ministerio de Economía, lo que determinó que por segunda ocasión García le transmitiera a Elgue su molestia y le ratificara que la conducción del ministerio es política y no militar.
Preguntado meses atrás por Búsqueda sobre lo que puede aportar a la Defensa Nacional, Elgue destacó “un conocimiento profundo en muchos temas, sin ligereza ni superficialidad, sin actuar desde el prejuicio del mundo militar que muestran algunos dirigentes políticos”. Entonces afirmó que la visión de García del ministerio era distinta a la suya pero complementaria.
Las fuentes añadieron que ambos episodios entre ministro y subsecretario fueron “superados” y que, más allá de las advertencias, el estilo de trabajo de García es abierto y confiado con todos los funcionarios del ministerio sin distinción de filiación política ni profesión. Como ejemplo mencionaron la defensa pública que hizo en junio del director de Recursos Humanos, el coronel retirado Gustavo Figueredo, también dirigente de Cabildo Abierto. Figueredo había sido duramente criticado por la oposición luego de que El País divulgara mensajes suyos publicados en Facebook, previo a asumir el cargo, donde decía entre otras cosas que desde 2005 Uruguay vivió bajo un “narcoestado frenteamplista”.
Sin embargo, fuentes del oficialismo coincidieron en señalar que la publicación de Elgue en Twitter y la filtración pública sobre el aumento salarial propuesto por García demuestran que en el Ministerio de Defensa existe “tirantez” con los miembros militares que integran el organismo. Los informantes refieren, como muestra, a un hecho que tiene justamente a Figueredo como protagonista: el director de Recursos Humanos presentó recientemente una lista de cinco militares retirados para ocupar cargos en la secretaría de Estado, nombres propuestos por Cabildo Abierto que fueron finalmente desestimados por las máximas autoridades ministeriales.
El hecho provocó malestar en filas cabildantes, según supo Búsqueda. “Cabildo Abierto presentó en estos meses una cantidad importante de nombres de militares retirados” para integrarse al ministerio. “Si hay un ámbito estatal en el que Cabildo puede aportar experiencia y conocimiento, es acá”, explicó una fuente.
Consultado al respecto Fabián Martínez, director general de Secretaría del ministerio, negó la versión. Aseguró que solamente se está evaluando extender el contrato a un subjefe del área de Recursos Humanos, tomándose en cuenta el costo económico y la necesidad del cargo para la gestión diaria del ministerio.
Martínez, dirigente del Partido Nacional, sostuvo que el análisis de la situación lo hace actualmente en consulta con Figueredo, de quien destacó su capacidad de trabajo en equipo. “Es un profesional de mucha idoneidad y con mucho don de mando, un tractor. Acá no hay ningún misterio entre militares y civiles. Ni siquiera nos detenemos a averiguar de dónde viene cada uno porque para nosotros son todos funcionarios. Claramente hay un gran complejo ideológico con el tema, pero viene de afuera, no desde dentro del ministerio”.