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A esta realidad que hoy nos agrega el Fonasa, ¿debemos mantenernos callados? Estimados asociados de AJUPE, corresponde recordarles que en el próximo mes de julio, quienes por su monto jubilatorio o pensionario les correspondió solicitar la postergación de nuestro ingreso al Fonasa, a partir de ahora deberemos comenzar a aportar.
¿Qué podemos esperar hoy con nuestro ingreso al Fonasa, nada más y nada menos, que considerarlo como otro manotazo fiscal a nuestra pasividad, que se agrega al aporte que venimos realizando con el Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social?
Destacamos que si bien existe otro descuento que se nos agrega, dispuesto por la ley N° 18.396, y que nos origina otra retracción a nuestra pasividad, la misma está totalmente asumida y justificada porque su finalidad es propiciar la capitalización de nuestra Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias.
¿Por qué decimos todo esto? Porque cada pasivo deberá aportar un 4,50% del ingreso nominal de su pasividad al Fonasa en el caso de que no tuviese menores ni cónyugue a su cargo.
Si, por el contrario, se encuentra en la otra realidad, la cifra a abonar será del 6%. Desde esta situación deberemos cubrir nuestra salud y la de la familia.
Pero lo peor no es sólo hacer lo que corresponde, o sea atender el cuidado de la salud; lo preocupante es que unos dos tercios de quienes aportamos al Fonasa lo vamos hacer en forma incorrecta.
Corresponde recordar que a setiembre de cada año los aportes que realizamos al Fonasa exceden en general a los pagos reales que se deberían realizar a instituciones de la salud. A cambio de ello, elBPS nos debería devolver por ley lo que nos corresponde por haberse abonado de más.
Obviamente, el Estado utiliza ese dinero para sus operativas sociales y el pasivo no recibe a cambio ninguna contraprestación por su usufructo, dinero que siendo del pasivo, se lo utiliza durante un año. Y lo peor es que se nos dice: “usted nos abonó dinero de más ahora; después se lo devuelvo”. Lógicamente, con una devaluación acumulada de un año. Como dijera un amigo, “a quejarse a la Liga”.
Si bien es lamentablemente el concepto de que “hay que meterles la mano en el bolsillo a estos viejos platudos”, expresión vertida por un ex presidente, parece que la misma caló hondo en los gobernantes.
A quienes en general nos encontramos hoy en esta situación por el solo hecho de haber desempeñado cargos de responsabilidad en el sistema bancario, hacerse acreedor a determinada retribución y haber abonado sus aportes rigurosamente por más de 35 años (promedialmente), se nos castiga con otra carga impositiva.
Hoy, particularmente los bancarios, debemos atender las ineficiencias administrativas en la forma de cómo se debe tributar al Fonasa. No queremos ser mal pensados sobre este esquema confeccionado exprofeso, pero se dispone arbitrariamente de dineros ajenos.
Ilustres académicos comandados por el ministro de Economía nos gobiernan con proverbial soberbia y van nuevamente por plata ajena, y, lo que es peor, algunos “iluminados” vuelven a proponer no devolver lo que se aporta en demasía ante una eventual emergencia social no prevista oportunamente como hubiera correspondido.
Dicen abogados que es inconstitucional hoy; que por esta puerta retroactiva, el Estado podría incautar cualquier otro dinero de la gente. Y es así, pero antes que eso, es más inmoral hacerlo con los pasivos.
Es por ello que si esta apropiación se concretara en la oportunidad que corresponda efectuar la devolución, como organización social, deberemos estar atentos para recomendar a nuestros asociados iniciar las acciones legales que correspondan.
