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Los matices del referéndum con las últimas votaciones dejan señales de aliento y preocupación para los dos bloques políticos
Hubo unos 130.000 votos menos que en el último balotaje; aunque el Sí perdió en 16 departamentos la izquierda siente que mejoró en el interior y la coalición ve un fortalecimiento en Canelones en el respaldo al No
Conferencia de prensa del presidente Luis Lacalle Pou en Plaza Independencia. Foto: Ricardo Antúnez / adhocFOTOS
Tras confirmarse el triunfo del No en el referéndum del domingo 27, dirigentes del Partido Nacional insistieron en la idea de que el resultado era “un calco” de lo que ocurrió en el balotaje de 2019 cuando Luis Lacalle Pou superó a Daniel Martínez y fue electo presidente. Así lo plantearon el ministro de Defensa, Javier García, y el senador nacionalista Gustavo Penadés, entre otros. Desde esa trinchera celebraron que con dos años de mandato cumplidos el gobierno no hubiera perdido respaldo de la ciudadanía. Aunque también hubo quienes lo tomaron como una señal de alerta, como el líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, quien en una charla en confianza con la senadora blanca Carmen Asiaín y el dirigente nacionalista Alberto Volonté, registrada por El País, dijo que el resultado los pone a todos “nerviosos”.
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Desde filas frenteamplistas también se festejó el resultado. Su presidente, Fernando Pereira, calificó como una “hazaña” el haber quedado tan cerca de que el Sí triunfara considerando que los pronósticos de las encuestadoras lo ubicaban por debajo del 45% de intención de voto y por cómo se culmina el proceso que inició con la recolección de firmas. “Con 15 minutos más se lo ganábamos”, dijo Pereira sobre las 22.30 horas del domingo 27 en el acto del Sí en la explanada de la Intendencia de Montevideo.
Si bien los porcentajes son similares a los del último balotaje —en aquel entonces Lacalle Pou ganó con el 48,6% y Martínez obtuvo el 47,3%, mientras que el No registró 49,8% y el Sí tuvo 48,8%—, existen matices al analizar la cantidad de votos y su procedencia. Una de las diferencias más notorias es que hubo 134.000 votos menos en el referéndum que en el balotaje, mientras que los anulados crecieron cerca de 30.000.
Las diferencias se acentúan más aún al contrastarlos con el comportamiento que tuvo el electorado en las elecciones municipales de 2020.
Tomando en consideración que el Frente Amplio era el partido político que respaldaba el Sí y que los demás partidos de la coalición de gobierno apoyaban el No, y que esta misma distribución se dio entre quienes apoyaban a Martínez y a Lacalle Pou, en el referéndum hubo una caída en los votantes de ambas posturas. Mientras Lacalle Pou fue electo en el balotaje por 1.189.313 uruguayos, quienes introdujeron la papeleta celeste del No el domingo 27 fueron 1.087.557, alrededor de 101.000 votos menos, de acuerdo a los datos del primer escrutinio realizado por la Corte Electoral. En tanto los que optaron por Martínez en 2019 fueron 1.152.271 personas y quienes eligieron el Sí fueron 1.065.001, cerca de 87.000 menos.
Respaldo departamental
Cuando se mira el mapa por departamentos abunda el celeste, ya que el No triunfó en 16 de los 19, entre ellos, Salto, donde el intendente es el frenteamplista Andrés Lima. La mayor brecha se dio en Rivera, donde el No recibió 52.017 votos y el Sí obtuvo 17.970. El Sí fue mayoritario en Montevideo y Canelones, donde gobierna el Frente Amplio, y también en Paysandú, a pesar de ser una intendencia blanca dirigida por Nicolás Olivera.
Tomando en consideración la suma de los votos que obtuvieron los partidos que integran la coalición de gobierno en cada departamento y los del Frente Amplio, al compararlos con los registrados en el referéndum hay varios cambios moderados de escenario.
Por ejemplo, en Montevideo los votantes del Sí superaron en cantidad a los que habían votado por el Frente Amplio en la última elección departamental, en la que Carolina Cosse fue la ganadora. El Sí alcanzó los 464.809 votos en la capital mientras que en 2020 la coalición de izquierda obtuvo 456.695.
El caso de Salto presenta algunas particularidades. Si bien se trata de una intendencia frentista, Andrés Lima obtuvo en realidad en 2020 menos votos que la sumatoria de blancos y colorados, que no habían logrado formar coalición. En el referéndum triunfó el No con 43.781 pero eso representa una caída de casi 7.000 votos respecto a los 50.414 votos que habían obtenido en las municipales de 2020. El Sí, en cambio, a pesar de haber perdido recogió 40.935 apoyos, unos 2.500 más que los 37.153 que los del Frente Amplio en las municipales.
A excepción de Rocha, en todos los departamentos hubo más votos de la papeleta rosada que de los que obtuvo el Frente Amplio en 2020. Lo inverso ocurrió con el No, que salvo por Rocha y Canelones en el resto del país logró menos votos que los partidos tradicionales en los comicios departamentales. En Canelones el No recibió 152.318 votos, mientras que en la elección departamental los partidos miembros de la coalición de gobierno alcanzaron los 113.881. En Rocha cuando el blanco Alejo Umpiérrez fue electo blancos y colorados sumaron 25.764 votos y el pasado domingo 27 el No llegó a 27.864.
Este escenario fue bien recibido por dirigentes del Frente Amplio, ya que consideran que se hizo una apuesta fuerte para llegar a lo que ahora llaman “los interiores”. Sin embargo, y aunque la diferencia es de algunos cientos de votos, en todos los departamentos el Sí registró menos sufragios que la fórmula Martínez y Graciela Villar en el último balotaje. La mayor distancia se dio en Rivera, ya que en el balotaje hubo 24.029 votos para la fórmula frentista y el pasado domingo 17.970 para la papeleta rosada.
Sucedió lo mismo con quienes apoyaron el No, que fueron menos que los que respaldaron la fórmula de Lacalle Pou y Beatriz Argimón en 2019. En Maldonado pasaron de unos 74.193 apoyos en el balotaje a unos 68.430 votos por el No; en Tacuarembó la caída en la comparación fue de 44.092 a 37.866.
Barrio a barrio
En Montevideo quedó planteado un escenario bien definido entre una franja de barrios costeros que optaron por el No, como Carrasco, Punta Carretas, Punta Gorda, Pocitos, Carrasco Norte y Buceo, y el resto de la capital, que eligió mayoritariamente el Sí. En Parque Rodó y el Centro triunfó la papeleta celeste, aunque por poca diferencia. En el Centro el No recibió el 49,2% de los votos y el Sí 49,1%. En Parque Rodó el No ganó con el 49,4% por sobre el 48,8% del Sí.
En otros barrios el Sí se vio derrotado por la suma de los votos en blanco a los que eligieron el No. En Cordón la papeleta rosada tuvo el 49,9% de los votos, pero el 48,7% del No sumado al 1,5% de los sufragios en blanco lo superaron. Lo mismo sucedió en Malvín, donde el Sí también alcanzó el 49,9% pero el 48,5% del No y el 1,6% de los votos en blanco sumados fueron mayoría.
En las restantes 52 zonas de la capital ganó el Sí. En algunos casos fue por ajustados márgenes como en Palermo y Parque Batlle con el 50,6% en ambos barrios. En otros se dio una diferencia abultada, como en Tres Ombúes, donde el Sí recibió el 76,2% de los votos, en Casabó y Pajas Blancas, el 74% y en Nuevo París, el 71,6%.