Los miembros del PCC aumentan en las cárceles uruguayas, por el momento inactivos y a la espera de recibir órdenes para actuar

Juan Francisco Pittaluga  

Ubicada al noreste de Paraguay y limitando con Brasil, Pedro Juan Caballero es una ciudad históricamente ligada al contrabando: de cigarrillos, de pesticidas, también de madera. Con el auge del narcotráfico la ciudad ganó espacio como clave regional de la marihuana, primero, y de la cocaína, después. El Primer Comando Capital (PCC), una de las principales organizaciones criminales del mundo, comenzó a establecerse en ese lugar a partir de 2010 con el objetivo de cortar intermediarios y controlar directamente el tránsito de droga. El movimiento fue parte de un plan mucho más ambicioso con el cual el PCC, originario de Brasil, logró crecer dentro de las cárceles paraguayas hasta convertirse en un grupo potente en el país, con miembros y operaciones criminales activas.

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