Dutra reflexionó que “la vaca se estiró tanto del precio del novillo, y el frigorífico la ha dejado tanto de lado, que hoy es llamativa la diferencia entre una y otra categoría”. Esa diferencia está marcada por un precio para el novillo de U$S 3,25 y U$S 2,75 para la vaca. Esa diferencia de U$S 0,50 “no se da nunca en el mercado” sostuvo.
Para el rematador, hoy “la oferta supera la demanda” y eso explica que, “como en todo negocio, cuando se ofrece algo por encima de las necesidades, evidentemente se produce un ajuste de valores”.
Pero sin embargo sostuvo que esta situación puede durar “un par de meses, hasta que se nivelen la oferta y la demanda”. A partir de entonces “podrá haber una tonificación de los valores”.
Dutra sostuvo que “parecería, por las señales del mercado internacional y la información del Instituto Nacional de Carnes, que hay posibilidades de que, cuando baje la oferta de ganado gordo, tengamos un ajuste al alza de los precios en todas las categorías”.
“La justificación está en el negocio, oferta y demanda”, sentenció.
El presidente de Pantalla Uruguay expresó que hoy existe una muy buena oferta de ganado gordo que está superando una demanda que, si bien no se explica el motivo, “no está faenando a full”.
Dijo no tener dudas de que en este momento “hay ganado gordo, preparado, con muchos kilos” y explicó que la situación se genera porque “llovió abundante y el clima y los campos están excepcionales y para mucha gente que había comprado ganados caros en el primer semestre de 2013, la manera de acomodarlo y salir de un mal negocio es meterles kilos para con eso nivelar un poco, y esa espera es lo que provoca que haya una oferta más alta de lo normal”.
Dutra señaló que a esto se suma una gran producción de terneros paridos en la primavera, sobre los cuales se han ajustado los valores, pero que debido al estado de los campos, tienen una muy buena colocación. No obstante dijo que “obviamente sería importante que algunas exportaciones de terneros y novillitos que se están realizando y se están embarcando sigan teniendo dinamismo en el correr del año para descomprimir un poco la oferta”.
Afirmó que para abril y mayo no va a haber novedades en los precios, pero que a partir de junio y cuando merme la oferta, “los precios tenderán a subir”.
Indarte: “Hoy hay sobreoferta pero la poszafra llegará”
El presidente de Plaza Rural, Fernando Indarte, consideró en diálogo con Campo que el bajo nivel de precios que se registra hoy en el mercado de haciendas es “circunstancial” y que ya se empieza a notar cierto movimiento más ágil en el mercado de las vacas gordas, aunque no aún con ajuste de valores.
Dijo que la gente está viendo la situación con “demasiado pesimismo” y que en algo más de un mes no tiene dudas de que el mercado se va a “entonar”.
Indarte señaló que “nos desacostumbramos en los últimos 3 o 4 años a los ciclos grandes de zafra y poszafra”, donde el mercado ha sido “muy parejo” y agregó que “inclusive hubo años en que valía más en abril que en diciembre”. Explicó que, este año, por un tema climático “en que llovió durante 9 meses”, los productores ganaderos “engordaron todo” y determina que “estamos en una zafra como las de antes”.
Indarte dijo a Campo que la situación más complicada se da en la categoría vacas, porque la industria priorizó el novillo para cumplir con las cuotas Hilton, los rituales Kosher y otros negocios. Esta situación produjo un “exceso de oferta que deprimió el mercado” pero que a su criterio es “circunstancial” y que “la gente lo está viendo con demasiado pesimismo”. Sostuvo que no deben esperarse “grandes sorpresas” en el mercado “ni que el ganado valga U$S 4”, pero que los valores deberían ajustarse al alza apenas se regule la oferta.
“No pasó nada estructural, no pasó nada en el mercado internacional, ni en precios ni en demanda”, afirmó y agregó que “así como se acentuó la zafra, también se va a marcar claramente y acentuada la poszafra” a partir del mes de junio.
Indarte dijo que “la invernada viene muy bien” y que se ha colocado una “cantidad imponente” de esta categoría en los remates por pantalla y en negocios particulares y que “los novillos grandes y las vacas de invernada sufren mucho más la baja de precios” mientras que las categorías nuevas “no han sufrido tanto”. Sostuvo que sí se han adecuado en sus valores, pero que el impacto ha sido menor “porque la gente sabe que el precio del ganado gordo va a volver a un cauce que es mucho más alto que lo que se está pagando hoy”.
No se animó a arriesgar valores futuros, pero dijo que no le quedan dudas de que los precios del ganado van a subir “por normalización de oferta” y porque las señales de los mercados internacionales se mantienen firmes.
El presidente de Plaza Rural señaló que hoy hay una sobreoferta de ganado gordo “por lo menos para lo que está matando la industria” y fundamentalmente de vacas. Sobre el precio del novillo dijo que “no podemos decir que subió” pero ya se notan ciertos movimientos y “no sería raro que en un mes y algo empiece a levantar”.
Indarte dijo que “la reposición, de punta a punta, de año a año, y en los ganados nuevos, bajó menos de lo que bajó el ganado gordo” y aclaró que actualmente “está demasiado bajo el precio del novillo”, por un exceso de oferta. “Se armó una zafra”, sentenció.
Sobre el mercado para la vaca, señaló que si bien no se corrigieron los precios, “las entradas ya están un poco más ágiles” y que seguramente la demanda se va a acentuar en las próximas semanas.
Marrero: preocupación por
“desestímulo” a los criadores
El presidente de Lote 21, Darío Marrero, dijo a Campo que es tan “censurable” la actitud de la industria frigorífica hoy, como cuando los productores retienen ganado para “provocar” una suba de precios, y afirmó que el mercado actual se observa con “mucha preocupación” por el “desestímulo” que está provocando en los criadores.
Marrero señaló que a su juicio “no se explica bien” la actitud de la industria frigorífica “cuando se observa un precio por el ganado que indicaría cierta comodidad para trabajar, pero sin embargo, no genera los volúmenes de faena “ni aprieta el acelerador”, que es justamente lo que se necesita en plena zafra y particularmente en esta que es “muy especial”. En ese sentido señaló que existe un volumen de forraje que “se viene arrastrando desde hace bastante tiempo, lo que hace que los ganados se hayan aprontado en forma rápida y temprana”. La actitud de la industria, señaló Marrero, “provocó que se haya generado un cuello de botella que no es sano”.
El presidente de Lote 21 dijo que para el novillo gordo hay mercado, pero agregó que quizás no con el dinamismo que se pretendería teniendo en cuenta la época del año en la cual estamos. Para esta categoría (por los negocios Hilton y Kosher), la industria muestra un poco más de interés, pero no así en otras. “La ganadería no se marca por lo que es exclusivamente el novillo gordo. La categoría que alimenta mucho el motor del mercado de haciendas es la vaca gorda y esta hoy no tiene colocación, y si tiene, es con una muy tímida demanda”.
Marrero entendió que “cuando un sector tira fuerte de la piola para generar un mayor rédito para su negocio, y termina perjudicando a su socio estratégico, creo que es censurable” y agregó que pasa en la actualidad con la industria, pero “también ha pasado a la inversa, que cuando los productores se sientan en las vacas gordas y no hay plata que les sirva, también es censurable”.
Señaló que la situación generada hoy está provocando “un desánimo y un desestímulo” para quien tenga novillos o vacas gordas, “porque lo traslada para los eslabones de la cadena, por lo tanto para el resto de las categorías de reposición” y que eso es lo que se está viendo en los últimos remates, como por ejemplo en la última oferta de Lote 21, donde “prácticamente todas las categorías tuvieron ajustes de valores a la baja”.
El presidente del consorcio dijo además que el problema cae “en un momento muy especial en la historia del país, donde por primera vez están saliendo 3 millones de terneros al mercado”. Marrero reflexionó que se hizo un estímulo importante al sector criador para lograr ese objetivo y que las señales hoy son “contradictorias” con una faena de 2 millones de vacunos en el año.
Manifestó que hoy en el mercado las categorías de cría, los vientres jóvenes, tanto terneras como vaquillonas, son las que primero se resienten, pero agregó que “por suerte estamos teniendo una salida con la exportación en pie que, por ejemplo, en la categoría de vaquillonas, está permitiendo mantener el interés y los valores”.
El resto de las categorías, tanto vientres preñados como terneras y vaquillonas livianas, tienen muy poca salida y eso se está viendo en todos los remates.
