Olivera Abogados, una firma que ofrece llegar “a donde otros no llegan” con los servicios, celebra 30 años de actividad

Nota empresarial 
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Una empresa de servicios jurídicos. Así describe Ricardo Olivera el estudio jurídico Olivera Abogados, una firma que ofrece asesoramiento y asistencia legal a clientes locales e internacionales y ha participado en algunos hitos trascendentes de la vida económica del país.

La firma está cumpliendo 30 años. Si bien estuvo tradicionalmente relacionada al sector bancario y financiero, su actividad abarca todas las áreas del asesoramiento corporativo como fusiones y adquisiciones, contratación internacional, defensa de la competencia, litigios y arbitrajes de actividades empresariales diversas.

Olivera, socio fundador y actual director, resaltó la cultura de la firma de proponerse llegar “a donde otros no llegan” y, en definitiva, “tratar de hacer posibles las cosas difíciles”, a través de un análisis que es, a la vez, serio, sistemático e imaginativo, procurando entender las necesidades del cliente y cómo satisfacerlas.

Al recorrer su historia, el abogado destacó en especial la presencia internacional del estudio a través de su vínculo con TerraLex, una de las redes de estudios jurídicos independientes más prestigiosas del mundo, presente en 120 países. “Eso nos ha brindado una posibilidad de inserción y proyección internacional muy importante”, señaló.

—El estudio Olivera Abogados cumple 30 años. ¿Qué significado tiene esto para la firma?

—Los aniversarios son oportunidades para celebrar y para hacer balance sobre lo ocurrido en el pasado y de cómo nos proyectamos hacia el futuro. Esto debe realizarse no solo en el ámbito interno de la organización, sino que es importante compartirlo con los clientes, que son quienes depositan su confianza en nosotros y hacen posible el desarrollo de una empresa de servicios como es un estudio jurídico.

El estudio surge en 1993, con un perfil netamente corporativo, orientado al asesoramiento empresarial, a través de un equipo interdisciplinario que asesorara y asistiera a las empresas clientes en todas sus necesidades profesionales, a través de un trato personalizado del mejor nivel.

Nuestra principal preocupación era —y sigue siendo— prestar un servicio de la mejor calidad profesional, que entendiera y atendiera las necesidades del cliente y fuera capaz de brindarle las mejores soluciones a sus problemas. Este compromiso con la calidad y la eficiencia fue desde los orígenes, y sigue siendo, una característica esencial del estudio.

Es necesario contar con un grupo de profesionales con conocimientos especializados en las principales áreas del derecho involucradas ensamblados en un trabajo conjunto; un equipo que comparta los mismos estándares de calidad y la misma cultura de prestación del servicio. Este trabajo consolidado y eficiente en equipo es lo que hemos pretendido que caracterice el trabajo de la organización.

Los integrantes del estudio han estado, además, tradicionalmente involucrados con la actividad académica. Muchos han realizado estudios de posgrado en el país y en el exterior, y varios tienen actividad docente en diversas universidades de plaza. Personalmente, integré la Cátedra de Derecho Comercial de la Universidad de la República por 44 años y fundé las cátedras de derecho comercial en varias universidades privadas. Otro tanto ocurrió con las cátedras de derecho bancario, a las cuales tuve el alto honor de fundar.

—El estudio Olivera aparece vinculado al asesoramiento bancario y financiero. ¿Qué nos puede comentar al respecto?

—El área de asesoramiento bancario y financiero fue siempre un área importante para el estudio. Intervinimos en procesos de instalación, fusión y transferencia de entidades bancarias, así como en la permuta de licencias bancarias. Hemos patrocinado colectivamente a las entidades bancarias de plaza en procesos de reclamación administrativa y judicial. El gobierno nos pidió que lo asistiéramos en el diseño de la ingeniería jurídica para afrontar la crisis del 2002 y en la creación del Nuevo Banco Comercial. Posteriormente, una nueva administración nos pidió ayuda para privatizarlo.

En estos 30 años vimos cómo el negocio financiero fue mutando. En el mundo se ha vivido lo que se conoce con el nombre de “desintermediación financiera”. Las entidades bancarias han creado redes de unidades de negocio satélites, tales como las administradoras de créditos, los servicios de cajeros automáticos y las redes de pagos. También han ido incursionando cada vez más en el mercado de valores, creando sociedades administradoras de fondos de inversión. El estudio siguió este proceso y adaptó sus servicios profesionales a esta nueva realidad.

En un camino que comenzó en 1992 y ha seguido hasta nuestros días, asistimos a los bancos privados y estatales en la creación de la Bolsa Electrónica de Valores (Bevsa) del Uruguay. Esto nos ha dado una presencia muy importante en el mundo de las emisiones de valores. Podríamos afirmar que tanto sea en calidad de estructuradores como de fiduciarios, de representantes o de controladores de la emisión la inmensa mayoría de las emisiones de oferta pública realizadas en estos 30 años han pasado por nuestro estudio.

A esto se sumó nuestra activa participación en la preparación de la primera Ley de Regulación de Mercado de Valores y nuestra autoría de la Ley de Fideicomiso.

En efecto, se trata de un sector en el cual el estudio tiene una presencia muy importante y permanentemente activa.

—La firma trabaja además con clientes de diversas industrias, como farmacéutica, alimentos y bebidas, comunicaciones, agronegocios y forestal, energía, infraestructura y construcción, entre otros. ¿Es así?

—Desde sus comienzos, la firma se definió como un estudio de asesoramiento empresarial dedicado a prestar servicios en todas aquellas áreas requeridas por el funcionamiento de las empresas de las más diversas áreas de la actividad económica. Cada área de actividad presenta su propia regulación y su propia problemática comercial, que es necesario entender.

Hemos participado en organizaciones societarias, acuerdos de accionistas, fusiones y adquisiciones de empresas, construcciones de redes de distribución, así como en protocolos de familia y soluciones de diferencias societarias.

También hemos patrocinado a clientes en acciones colectivas: defensa de la competencia, impugnación de decretos y resoluciones del Estado y otros entes públicos, y aun en acciones globales de inconstitucionalidad contra disposiciones legales.

El estudio ha participado en las más importantes reestructuraciones societarias buscando las mejores soluciones para las situaciones de crisis empresariales y logrando excelentes resultados al respecto. En este sentido, la circunstancia de que tuviéramos activa participación en la preparación de la “ley de concursos” vigente le dio un posicionamiento relevante en este mercado.

Cuenta además con un departamento contencioso de altísimo nivel y eficiencia profesional, con gran experiencia en la solución de todo tipo de cuestiones contenciosas, así como una muy destacada presencia en procedimientos arbitrales, en el país y en el exterior.

—¿Cuáles considera que han sido los principales desafíos de la firma en estos 30 años de actividad?

—Olivera Abogados ha trabajado siempre bajo la consigna “Llegamos donde otros no llegan”, lo que significa que hemos considerado un desafío profesional encarar proyectos que, a primera vista, se presentan como imposibles. Nos importa superar la leyenda negra que muchas veces persigue a los abogados, mudando la expresión de “esto no se puede hacer” por la de “¿cómo hacemos esto?”. Ser imaginativos es parte de lo que nos pide el ejercicio de la profesión.

Cuando participamos en la creación de la Bolsa Electrónica de Valores, organizada como una sociedad anónima, debimos quebrar el paradigma impuesto por el Banco Central de que los bancos no podían ser accionistas de sociedades anónimas. Logramos dar vuelta la jurisprudencia administrativa en esta materia y permitimos no solo que Bevsa se organizara como sociedad anónima, sino que los bancos pudieran luego comenzar a participar en sociedades en otros giros conexos con su actividad.

La reestructura que logramos para Granja Moro, por encargo del inversor adquirente, fue una obra de ingeniería perfecta, y se alcanzó un esquema por el cual bancos y obligacionistas lograban el cobro íntegro de sus acreencias. Luego, los problemas económicos del accionista en su país de origen determinaron el incumplimiento del concordato celebrado. Pero la reestructura lograda fue una obra de ingeniería que superó la convicción general de que esta no era posible.

Cuando encaramos la reestructura de Casmu, separándolo del Sindicato Médico del Uruguay, creando una entidad independiente capitalizada por sus médicos y una batería de fideicomisos financieros de oferta pública, se consiguió la supervivencia de una empresa líder en el mercado de salud, en un escenario en el cual el Estado había bajado los brazos y encaraba soluciones de liquidación.

Son muchos los casos en los cuales empresas han acudido a nosotros en busca de soluciones salvadoras que no hallaban en el mercado.

—La firma también ha logrado tener una importante proyección internacional. ¿A qué lo atribuye?

—Desde el origen tuvimos la preocupación por proyectarnos fuera de fronteras. Es así que hemos procurado estar presentes en congresos internacionales, misiones comerciales y otras fuentes de contactos con empresarios y colegas del exterior. Nuestra propia actividad académica es además una fuente de contactos con colegas de otros países.

El estudio es además la firma nacional integrante de TerraLex, una de las redes de estudios jurídicos más importantes del mundo, integrada por 135 estudios en 124 países. Integramos esta red desde 1996, siendo uno de sus miembros más antiguos.

TerraLex ha permitido al estudio ser referente de numerosos colegas del exterior, participar en proyectos colectivos a nivel internacional, así como ofrecer a sus clientes locales servicios jurídicos en cualquier país del mundo.

—El estudio Olivera creó Management Fiduciario y Profesional como una unidad de negocio independiente. ¿Cómo funciona?

—Management Fiduciario y Profesional es una sociedad fiduciaria creada con la finalidad de apoyar nuestra presencia en el mercado de estructuración de fideicomisos y de productos para el mercado de valores. Fue una iniciativa exitosa nacida a partir del Departamento Financiero del estudio, que ha tenido un desarrollo muy importante.

Como fiduciario profesional, se encuentra inscripta y sujeta al control del Banco Central del Uruguay. Es un soporte institucional que le ha permitido actuar en importantes proyectos, potenciando los servicios brindados por el estudio.

—El estudio organiza un evento en el Club de Golf para celebrar su aniversario. ¿Por qué festejar junto con sus clientes?

—Nos pareció trascendente que los 30 años de nacimiento del estudio fueran motivo de un festejo. Creo que los aniversarios deben festejarse.

Este festejo pretende ser un acto de reconocimiento a la propia estructura profesional que nos apoya y trabaja día a día para llevar adelante nuestra misión común de desarrollar el estudio y satisfacer las necesidades de sus clientes.

Pero, además, el festejo es una oportunidad para agradecer a nuestros clientes y amigos que nos han acompañado a lo largo de estos años y han depositado y depositan constantemente su confianza en nuestro trabajo.

—¿Qué expectativas tiene para los próximos 30 años?

—A esta altura de mi vida, tener expectativas para los próximos 30 años parece un exceso de optimismo. Desde el punto de vista institucional, entiendo que el estudio está preparado para continuar en el camino de consolidación y desarrollo que ha mantenido en las últimas tres décadas.

A lo largo de estos años hemos logrado crear una estructura corporativa con una cultura propia, con una forma de trabajo propia, con un perfil y un desarrollo propios, tanto en el país como internacionalmente. Creo que el desafío es que siga actuando apoyado en los mismos principios.

El estudio cuenta con una generación de jóvenes y talentosos profesionales capaces de continuar en la senda seguida hasta el presente. Los cimientos y los primeros pisos del edificio están construidos, la bandera que los jóvenes de Olivera Abogados reciben es proyectarlo hasta el cielo.

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2023-11-08T19:14:00