Desde 1995 más del 60% de los visitantes llega durante los últimos y primeros meses de cada año, aunque las divisas que dejan al país reflejan cierta desestacionalización de la actividad
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáConsultas y algunas señas anticipadas llevan optimismo a los operadores turísticos que comienzan a proyectar la próxima temporada de verano. Sin los brasileños que llegaban para las fiestas pero apostando por los argentinos, los empresarios recorren ferias de negocios en la región intentando afinar los números que serán claves para su negocio. Al final siguen dependiendo de la misma oferta que hace más de 20 años: el sol y la playa. Y aunque el Centro de Convenciones en Punta del Este y el Antel Arena en Montevideo atraerán otro tipo de visitantes, las cifras indican que aún no se ha logrado romper la estacionalidad de la actividad turística.
A pesar de que el primer semestre del año marcó un récord histórico en ingreso de turistas desde el exterior, los datos oficiales muestran que la actividad sigue concentrada en ciertos meses, como ocurre al menos desde 1995 (el primer año con información trimestral proporcionada por el Ministerio de Turismo). Entonces el 37% de los visitantes llegaba durante los primeros tres meses del año y otro 25% lo hacía entre octubre y diciembre. En 2016 el 64% del turismo receptivo se concentró en esos dos trimestres que incluyen parte del verano.
Considerando solo el primer semestre de 2017, casi 66% de los visitantes llegó entre enero y marzo. En la primera mitad de 1995 el porcentaje había sido similar (68%).
“En el Este faltan eventos importantes que generen una movida. Cosas como regatas, campeonatos o espectáculos como el Antel Fest que mueve el destino. Porque conseguir que vaya alguien a cantar a algún hotel no es algo que traslade masas. Pero la mayoría de las empresas que hacen festivales o carreras los quieren hacer en verano, cuando ya tenés el público”, reflexionó, consultado por Búsqueda, Juan Martínez, presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo.
El pasado fin de semana el puerto de Punta del Este participó de la Clipper Round The World Race donde compiten 12 equipos náuticos del mundo. Y el próximo fin de semana Piriápolis será la sede del Antel Fest, un festival de música donde tocarán grupos como No Te Va Gustar o Buitres.
Para Martínez este tipo de eventos “genera unos días de movida”, pero no logran “mover la aguja”.
“En el Este la gente trabaja tres meses y el resto del año se genera una desocupación que hay que recanalizarla hacia el turismo. Porque hace bien económica y socialmente. Pero eso se logra sacando de la cabeza el producto sol y playa, y generando eventos que movilicen”, señaló el representante empresarial.
Lo que se ha logrado hasta ahora es captar algo más de turismo receptivo (desde el exterior) durante los últimos tres meses del año: en 1995 el 25% de los turistas arribaba entre octubre y diciembre, mientras que el año pasado fue 28%.
Hubo etapas de mayor estacionalidad. En el 2000 casi 69% de los ingresos se concentró durante los meses de verano. La crisis económica de 2002 trajo la mayor caída interanual de entrada de turistas, pero incluso entonces 64% visitó el país en esos meses. La llegada de extranjeros durante el invierno superó el millón a partir de 2011, y fue entre 2014 y 2015 que se registró su mayor peso relativo (casi 40% del total).
En estos días algunos empresarios de Punta del Este se encuentran recorriendo ferias de negocios en Argentina y se aprontan para viajar a San Pablo con el fin de recuperar al visitante brasileño que llegaba para festejar fin de año. Por ahora las consultas y algunas operaciones con argentinos los mantienen optimistas.
“Si Argentina mantiene todo como hasta ahora, pinta muy bien la temporada. Está habiendo consultas y adelanto de señas de algunos mayoristas que están precomprando espacios en hotelería. También hay gente consiguiendo precios y reservando para enero. Se está moviendo fuerte”, sobre todo desde ese origen, contó Martínez.
Fuentes del sector apuntaron que se mantuvo la cantidad de hoteles puntaesteños que cerraron en el invierno. En octubre volverán a abrir porque estiman que los números de la temporada pasada “serán el piso” de facturación. Con la excepción de Montevideo, ese destino sigue siendo el más visitado pero depende del verano, igual que hace 20 años: más del 70% llega durante los meses de mayor calor.
“Hay esfuerzos tendientes a llevar al turismo a lugares no tan tradicionales y se habla del Corredor de los Pájaros Pintados. Pero nadie va de vacaciones a San Javier o Nuevo Berlín. Con los centros de convenciones podés quebrar algo la estacionalidad, pero lleva cuatro o cinco años empezar a verlo. Va lento, aunque se marcó un camino. Hay que buscar productos alternativos como los humedales de Rocha o la fortaleza de Santa Teresa para lograr tener actividad hasta abril”, agregó Martínez.
Entre los principales destinos turísticos, el litoral termal es el que más cambios experimentó desde 1995. Ese año el 35% de los visitantes llegó durante los primeros tres meses del año, mientras que en 2016 esa cifra bajó a 22% gracias a que el período julio-diciembre adquirió mayor peso.
También la Costa de Oro y Piriápolis disminuyeron su dependencia del sol y la playa. Mientras que en 1995 casi 53% de los visitantes de los balnearios de Canelones llegaba entre enero y marzo, el año pasado lo hizo casi 45%. En Piriápolis la baja es desde 64% a 55%; hoy ambos destinos tienen —en proporción— más turistas entre octubre y diciembre.
Montevideo sigue siendo la ciudad con menos estacionalidad, mientras que Rocha aún capta más del 60% de sus visitantes entre enero y marzo.
Aunque en los últimos años ha subido la cantidad de chilenos o colombianos, los argentinos siguen siendo claves. En promedio, significaron 60% del total; más de 40% de ellos llegó entre enero y marzo.
Solo con el ingreso de turistas de los primeros cuatro meses del año, Uruguay logró estar entre los 10 países con más crecimiento de la actividad según la Organización Mundial del Turismo. En el ranking, que fue retuitteado por la ministra Liliam Kechichian, el país quedó séptimo justo después de Vietnam y antes de Nicaragua (el único otro latinoamericano en el listado). Esas visitas significaron también un récord de divisas (más de US$ 1.440 millones en el primer semestre), que hoy se reparten con mayor equilibrio a lo largo del año.
“Estamos mejor que antes. Ahora vamos a tener la infraestructura necesaria para el turismo de convenciones con una propuesta cultural fuerte como la que estamos logrando en el Corredor de los Pájaros Pintados. En estas cosas nunca va a haber cambios espectaculares, pero estamos trabajando”, dijo a Búsqueda el director de Turismo, Carlos Fagetti.
El 75% del dinero que ingresó por turismo en el primer semestre del año lo hizo entre enero y marzo; esa cifra era 84% en el mismo lapso de 1995.
La dependencia para con el primer trimestre del año bajó gradualmente: en 1995 el 62% del gasto de los turistas se hacía entre enero y marzo, mientras que el año pasado fue 43%. Lo que creció fue el peso relativo del período octubre-diciembre: de 15% de los ingresos anuales en 1995 a casi 28% en 2016. También hubo un aumento de los ingresos durante el invierno, pero más paulatino y de menor impacto.
“El Mundial 2030 puede darnos la posibilidad de tener un evento de muy alta categoría que arrastre la toma de decisiones en otros campos. Vamos a pelear porque se haga para que sirva de locomotora”, agregó ese jerarca.