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“Si a los trabajadores nos va bien, le va bien al pueblo”. Con ese lema colocado en la escenografía, Fernando Pereira, coordinador del PIT-CNT, esperaba ayer miércoles sobre el mediodía a los pies del escenario ubicado por la central sindical en la esquina de las calles 18 de Julio y Andes.
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A pocas cuadras comenzaron a llegar, entre decenas de banderas y pancartas, miles de trabajadores de la salud, la educación, metalúrgicos, de la construcción, bancarios y de otros tantos sindicatos, encabezados por Marcelo Abdala, coordinador del PIT-CNT, acompañado de diferentes miembros del Secretariado Ejecutivo de la central sindical.
A medida que avanzaban por la principal avenida de Montevideo, los parlantes adelantaban los principales reclamos que llevaron al paro general parcial adoptado por la central: “Salario mínimo $ 10.000, industrialización del hierro, desafiliación de las AFAP ya, industria naval, sistema de compras públicas, no a la baja de edad de imputabilidad, ley de responsabilidad penal y la implementación masiva del programa de vivienda sindical”.
No obstante, las cámaras empresariales fueron las más criticadas por el PIT-CNT, debido a la actitud que están llevando a los Consejos de Salarios, donde solo tres de 150 grupos que están en negociación han acordado, y al documento de 41 páginas presentado semanas atrás, en el que manifiestan su preocupación por la pérdida de competitividad en el país.
Jorge Bermúdez, representante de la Federación Uruguaya de la Salud (FUS), abrió la oratoria afirmando que dicho documento “es el proyecto político de la derecha” y que “puede la restauración conservadora no tener candidatos creíbles, pero tiene un programa que dice menos salarios, menos condiciones laborales, menos libertades sindicales, menos recursos estructurales”.
“Ese es el programa de la derecha que está en disputa en los Consejos de Salarios y el movimiento sindical se opone de frente al bloque conservador de las cámaras empresariales”, agregó.
Minutos después habló Pereira, quien criticó a “los dueños de los supermercados”, quienes, según él, “subestiman al pueblo trabajador”.
“Los salarios de los trabajadores han aumentado pero hay 800.000 que ganan menos de $ 14.000. Pero más grave, aún existen unos 500.000 que ganan menos de $ 10.000. A esos sectores la patronal les pide austeridad, y qué austeridad les van a pedir si no les da para comer”, dijo.
Uno de los gremios que se movilizaron durante el pasado fin de semana fue la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (Fuecys), que ocupó diferentes supermercados como reclamo para que se eleve el salario mínimo a $ 15.000.
“¿Alguien me puede decir que no pueden pagar salarios de $ 15.000? Los dueños de los supermercados no tienen vergüenza, y que sepan que si las energías de Fuecys flaquean, va a estar todo el movimiento sindical ocupando los supermercados, no se la van a llevar de arriba”, aseguró.
En este sentido, el dirigente hizo un llamado de atención para el Poder Ejecutivo. “Que lo sepa bien el gobierno, que si las cámaras empresariales no van a acordar, entonces deben votar por los trabajadores, y si lo que se precisa es más movilizaciones, tengan claro que va a haber todas las que se precisen”, afirmó.
“Derecho de subversión”.
El sábado 15, durante el cierre de la 108ª Exposición Rural, dirigentes de la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (Unatra) concurrieron al evento con folletos que informaban sobre su conflicto salarial debido a que registran sueldos inferiores a $ 10.000.
Sin embargo, la Asociación Rural del Uruguay no los dejó ingresar pese a que los trabajadores habían comprado sus entradas.
“Se reservaron el derecho de subversión, de admisión, porque creían que eran subversivos una señora con dos nenes que no pasan los diez años. Están locos, están trastornados”, enfatizó Pereira.
Y advirtió: “Estas posiciones políticas no las tomemos como cosas inocentes porque esta es la política que después llevan a los Consejos de Salarios. Por eso hay miles de trabajadores luchando acá”.
Las batallas.
Pereira llamó al gobierno a reconocer “el valor integral de la educación pública” porque “no basta con decir que el presupuesto de la educación aumentó” sino que “basta con preguntarse si el presupuesto actual de la educación da para construir el desarrollo nacional y una formación de calidad”.
“La respuesta es no, y si no da, entonces más presupuesto para la educación, y si no da, hay que colocar opciones y generar diálogos (porque) le gustará al gobierno más o menos, pero vamos a pelear por mayor presupuesto, y no son batallas que se abandonen, son batallas que permanecen”, aseguró.
Por último, volvió a repudiar las críticas del presidente José Mujica a los trabajadores públicos (Búsqueda Nº 1.729). Consideró que “parte de un criterio equivocado de que están tomando café” y exigió que el mandatario “revise sus reflexiones porque están profundamente equivocadas” y “desestimulan”.
Esencialidad.
A casi un mes de que el gobierno decretara la esencialidad de los servicios de Salud Pública y obligara a la Federación de Funcionarios de Salud Pública, la Administración de Servicios de la Salud del Estado (ASSE) solicitó el martes 24 al Poder Ejecutivo que deje sin efecto la medida.
Durante el acto, Pereira calificó como un gran logro que se levante la esencialidad —“que nunca debió estar”— y agregó que “ese conflicto no terminó”.
“Nos da satisfacción por dos cosas: porque en ASSE los trabajadores de la Salud Pública han garantido la salud de los uruguayos siempre, pero en segundo lugar, y el más importante, porque creemos que hay que negociar y buscar una salida al conflicto de los trabajadores de Salud Pública”, dijo.