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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáPopulismo. No caben dudas de que cualquier gobierno, sea del signo que sea, además de propiciar leyes o proyectos que mejoren las condiciones económicas y sociales de un país, también llevan agua para sus respectivos molinos, sumando simpatías y en definitiva votos para conseguir el poder. No me parece mal ya que se trata de un proceso normal en todo sistema democrático con partidos políticos instituidos. Lo que me parece mal es que dicha relación se invierta y se priorice lo segundo, aunque no sea lo que más le sirva al país.
En ese sentido, este gobierno y sobre todo su presidente demostró una habilidad manifiesta para mantener un alto reconocimiento no sólo dentro de fronteras sino también a escala internacional. Prueba de ello es el hecho de ser considerado “el presidente más pobre del planeta” así como haber sido recomendado nada menos que por Gorbachov para Premio Nobel de la Paz.
Es un hecho que leyes o proyectos de ley como la despenalización del aborto, el matrimonio igualitario, la reproducción asistida y la legalización del consumo de marihuana pusieron al Uruguay, y sobre todo a su presidente, en el mapa.
No voy a juzgar aquí si dichas iniciativas son o no beneficiosas para nuestro país, ya que todas ellas son sumamente opinables. Lo que sí es cierto es que todas ellas llevan a mucha gente a pensar que Uruguay es un país de avanzada con un alto grado de desarrollo.
Sin embargo, algunos países del primer mundo han redactado ese tipo de leyes después de haber cumplido con los deberes prioritarios de todo Estado que se precie: educación, salud y seguridad. Sobre dichas disciplinas no pueden caber dos opiniones. Son prioritarias y el Estado debe procurar abordarlas con la mayor eficiencia y responsabilidad. No es el caso nuestro, con el agravante de que hay mucha gente que se ha dejado convencer con excusas como que la seguridad es un problema de nuestra sociedad o que la educación no funciona por obra de gobiernos anteriores y que las pruebas PISA no sirven para nuestro país y que la salud es responsabilidad de los médicos que ganan mucho dinero.
Volvemos al principio: primero lo que le sirve al país y luego todo lo demás.
Ing. Quím. Rodolfo Schaich
CI 555.942-6