Muchas veces hemos pensado en ofrecer nuestro modesto punto de vista sobre las gestiones actuales del gobierno nacional, y también, en especial, de los departamentos de Montevideo y Canelones.
En consecuencia, hoy, sin pretender nada más que iniciar ese análisis al desgaire, no queremos analizar temas de fondo ya trillados, como sería el rumbo del gobierno nacional para cambiar la situación de innumerables personas en estado estancado de pobreza. Solo sopesemos algunos tópicos que rompen los ojos y los pensamientos diariamente.
¿Cuántos gobiernos tenemos: el político, del Frente Amplio, electoralmente elegido, y el gremial, de los autodenominados dirigentes gremiales que hablan en nombre de Uruguay en un país lindero y amigo en una intromisión incalificable en su política interna? ¡Incomprensible! No nos representan.
Otro sí digo: ¿No habrá llegado la hora de examinar claramente la grieta o debate infructuoso entre liberales y seudoprogresistas conservadores?
¿No son necesarios para el bien del país (bien común) ambos grupos de un solo país?Cortito: ¿puede haber obreros sin patrones o patrones sin obreros? ¿Sin diálogo?
¿Puede haber progreso sin inversores empresarios?
¿Pueden cosecharse ganancias sin relaciones sociales justas en paz, traducidas en sueldos, salud, educación y atención a solucionar necesidades apremiantes y confort?
Montevideo: medio país. Se lo ve sin cuidado en sus calles y veredas, con basura por doquier, pastizales eternos sin el menor mantenimiento de sus monumentos, disfrazados de grafitis enchastradores. Se invierte dinero en calles sin sentido común, como en Garzón y Gral. Flores. Se hacen canteros divisores de circulación en ambos sentidos, sin proveerlos de equipos de trabajo de conservación permanente, para mantenerlos limpios con jardines o con césped prolijamente cortado y recogido.
Yendo un minuto a Canelones: ¿Quién no lamenta ver las Av. Wilson Ferreira (ex Camino Carrasco) y Giannattasio y Camino Maldonado abandonados, cuyos pastos suman meses sin cortar y con sus cordones sucios y cubiertos de resaca?
Ambos departamentos cargados de recaudaciones impositivas diarias, que consumen el 80% de su presupuesto en sueldos y funcionamiento, ¿no pueden reordenar y reorganizar sus equipos de limpieza para mantener agradables esas amplias y tan transitadas avenidas en forma permanente?
Además: ante la multiplicación infinita de autos, camionetas, camiones, colectivos, motos y bicicletas, ¿acaso no ha llegado la hora de redimensionar las principales arterias de la ciudad, como Luis Alberto de Herrera desde Pocitos al Prado; los accesos norte como Cuchilla Grande e Instrucciones, con doble vía? Dígase lo mismo de Garibaldi, que es un verdadero monumento al remiendo de su calzada, regalo para los amortiguadores.
A esta altura de las reflexiones, pregunto: ¿cuánto dinero recaudan por día, por mes y por año, las intendencias según las numerosas fuentes de cobros como contribución, patentes, etc.? ¡¡Tenemos derecho a saberlo!!
¿Cuánto se gasta en sueldos, funcionamiento, y obras nuevas, más reparaciones?
¿No sería lógico que los intendentes abrieran una comunicación permanente con la ciudadanía, ya sea en TNU o en TV Ciudad y nos informaran cada dos meses sus gastos y proyectos o nos realizaran consultas, como lo hacían cuando nos solicitaban el voto en la campaña electoral?
¿No habrá llegado la hora de utilizar justicieramente el gordo presupuesto sin sueldones inútiles en cargos políticos con olor a veces a nepotismo y acomodos ideológicos?
¿Por qué no decidir disponer solo del 60% del presupuesto para funcionamiento y sueldos y dedicar el 40% de nuestros dineros a obras de renovación, mantenimiento y reformas o creaciones modernizadoras que se vienen postergando de años en años?
Se habla de reformar 18 de Julio dotándola de bicisendas… ¿Ahí también? ¿Cuántas bicisendas han hecho con derroche de dineros? ¿Cuántas y cuáles empresas han estrechado más aún calles de por sí estrechas? ¿Cuántas bicicletas circulan por la calle Nueva Palmira o por Ciudad Vieja?
¿Por qué entonces a cambio de derrochar cien millones de dólares en 18 de Julio no hermosearla sí con arreglo de veredas, limpieza de frentes y hermoso cantero enjardinado por el centro mantenido como el jardín de Bvar. Artigas? ¿Es la avenida principal de la capital de un país turístico o no?
¿No habrá llegado también la hora de trasladar los vendedores ambulantes de las veredas de 18 de Julio, y de las plazas públicas como la del héroe nacional don Manuel Oribe, fundador de la Universidad, abolidor de la esclavitud y fundador del Partido Nacional? Estos trabajadores deben ser ubicados en cuatro o cinco lugares alternativos de la ciudad, como Paso Molino, Cordón, Unión, etc. Allí, en complejos de hasta 500 locales, pueden instalarse como pequeños comerciantes registrados en BPS con sus beneficios sociales y futuras jubilaciones.
Así lo hemos visto en Argentina y en Chile bajo el título de mercados persas.
El Cerro: esta ciudad aparte del otro lado del río, ¿no tiene llegada la hora de ser dotada de junta local autónoma y de hospital nuevo para atender las enormes necesidades que llegan hasta playa La Colorada?
Finalmente, dos preguntas sobre las motocicletas: así como los multadores de vehículos no ordenan el tránsito sino que espían hábilmente a los conductores para clavarles la multa, ¿no podrían también extender su trabajo a regular y/o multar las motonetas que tanto mal y terror siembran, como cuando pasan a tu lado a 100 km/h?
Estas pocas reflexiones solo intentan decirles a los gobernantes que “la gente siente y arde en las calles”, que tenemos derecho a vivir mejor en esta hermosa ciudad, que este patrimonio que son nuestros lugares de vivir y trabajar merecen inversiones y cuidado. Que no puede ser más tugurizada por los enchastradores grafitis que mucho nos entristecen.
Otros vendrán como aspirantes a intendentes o alcaldes para ejecutar tantas carencias y brindarnos días mejores.
Ángel Alfonso Jaureguy
C.I. 615.643-3
