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Intendencia de Montevideo sin control. La Intendencia de Montevideo (IM) está llena de problemas y no resuelve ninguno. Los vecinos se quejan y tienen derecho a descansar, los empresarios invierten y quieren ganar y los jóvenes sólo quieren divertirse. ¿Quién pone orden y fiscaliza? ¿Es posible ponerlo y dejar a todos contentos? ¿Qué hace Inspección General? ¿Quién habilita los locales?
De forma apresurada y radical quieren cambiar desde la IM los horarios de funcionamiento en las zonas céntricas y residenciales de Montevideo, pero parece tomar medidas desacertadas y a destiempo.
Una causa: hace 10 años todo cambió, desde el decreto “Vázquez” de no fumar en lugares públicos, un cambio cultural y saludable ocurrió variando el funcionamiento y comportamiento de cualquier “reunión o encuentro” de personas. Claramente es un “problema” cuando una persona sale de un local a fumar. Generalmente no sale solo, en verdad son decenas o cientos y todo empeora cuando coincide con una ventana de algún vecino al costado a altas horas de la noche.
Sin promoción: pero la Intendencia nunca se encargó, no previó ni promovió absolutamente nada en el entorno de este comportamiento y hoy se encuentra con los “ruidos sociales” que quiere solucionar en días lo que no hizo en décadas.
Mala gestión: sumado a los cambios de comportamiento, nos encontramos con que los mejores lugares, ideales y casi perfectos de Montevideo para instalar discotecas, han sido desestimulados.
Existen lugares perfectos y probados para estimular centros nocturnos, como el entorno de “W Lounge”, sin vecinos a los costados; con buenos lugares de estacionamiento y de acceso.
Sin embargo, la IM prefirió licitar el lugar más grande a una cadena de comida rápida y no a discotecas, sabiendo el faltante que hay de estos centros y la seguridad que tienen. Siendo sin duda una de las causas por la cual miles de jóvenes recurren a la zona en cuestión y problemática que tenemos hoy.
La zona del Faro Punta Carretas (a pesar del viento) y el Parque de los Aliados también son buenas soluciones para instalar más lugares.
Falta de control: un restaurant, pub o discoteca son bien diferentes, por lo que sus permisos, requisitos, ubicación y aportes también lo son.
Una discoteca debería aportar casi veinte veces más que un pub respecto a sus permisos, tener permisos de bomberos con tanques de agua, salidas de emergencia, lugares para estacionamiento, insonorización, etc., etc. Claramente en la zona de Constituyente, Blanes, Maldonado, no cumplen estos requisitos. Por ende, no son discotecas; son pubs o restaurants.
¿Por qué funcionan como discotecas si tienen permisos de pub o restaurant? El modus operandi es conocido: “viveza criolla” mediante. Luego de la medianoche los restaurants o pubs levantan las mesas, suben la música y se convierten en discotecas hasta la madrugada. La Intendencia por medio de Inspección General y sus dependencias lo saben, pero no asumen la responsabilidad, no fiscalizan, aducen tener poco personal e instrumentos de medición obsoletos.
Severas sanciones y clausura deberían ser la solución a los que no cumplen. Y si son 25 los “bolichitos problemáticos”, pues hay que reverlos y estudiar uno por uno la situación.
Convivencia y reglas: hay restaurants, “bolichitos o pubs” con ideas innovadoras traídas de otros países, que funcionan dentro de las normas y logran hacerlo en armonía con los vecinos tanto en Cordón/Parque Rodó, como lo hacen en Punta Carretas donde hay decenas de emprendimientos hasta la medianoche entre semana, unas horas más los viernes y sábado, pero que no molestan la convivencia. Es necesario revisar que las tarimas, decks y mesas en las veredas tengan horarios y criterios; no es lo mismo si tienen casas dormitorios alrededor u oficinas.
No podemos meter en la misma bolsa a discotecas con pubs o con restaurants. O se instala una cosa o la otra.
No puede ni debe haber discotecas en barrios residenciales y menos funcionar bajo otra normativa.
Lo que falta en la Intendencia es criterio, coherencia y control.
Funcionarios es lo que sobra. Entonces, que los pongan a controlar y poner orden.
