El Fondo Nacional de Recursos (FNR) estima que este año se llegará a los 1.200 recursos judiciales de amparo que solicitan fármacos de alto costo que no están incluidos en el Formulario Terapéutico de Medicamentos (FTM).
El Fondo Nacional de Recursos (FNR) estima que este año se llegará a los 1.200 recursos judiciales de amparo que solicitan fármacos de alto costo que no están incluidos en el Formulario Terapéutico de Medicamentos (FTM).
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáSe trata de una nueva cifra récord: 17% más que los 1.024 recursos de 2021. Esto genera “preocupación” en las autoridades, ya que que de mantenerse esta tendencia, profundizada a partir de 2018, se puede “impactar a mediano o largo plazo en la sustentabilidad de los sistemas de salud”.
Así lo planteó la directora general del FNR, María Ana Porcelli, en una intervención en la edición 2022 de las Conferencias de Invierno de Oncología, el sábado 20.
“Entre 2018 y 2019 hubo un impacto importante en la cantidad de recursos de amparo y eso no ha dejado de crecer”, señaló Porcelli en el evento realizado en el Club Uruguay. Su intervención estuvo acompañada con gráficas que mostraban que de las 204 acciones de amparo presentadas en 2018, se pasó a 540 en 2019 (un incremento de 165%). A su vez, este número aumentó 45% para 2020, donde se presentaron 782 recursos. En 2021 el crecimiento fue de 30%.
Los pacientes acuden a la Justicia cuando tienen la recomendación médica de un tratamiento que no está cubierto por el Plan Integral de Atención a la Salud (PIAS), en cuya órbita está el FTM. El FNR es el que evalúa la inclusión de nuevas tecnologías o medicamentos, mientras que corresponde al Ministerio de Salud Pública (MSP) la decisión final.
En la presentación se informó que el FNR atendió con medicamentos a 11.383 pacientes durante 2021. De ellos, 620 lo recibieron mediante amparo judicial.
“Esta (tendencia) no se va a revertir. Por eso, creemos fundamental que se desarrollen ámbitos de discusión entre todos los que tenemos que ver con la salud y todos los que están en áreas de gestión, para poder intercambiar entre nosotros y buscar soluciones para que los amparos sean los menos posibles”, indicó la directora del FNR.
“Debemos tratar de que esto sea la excepción y no la regla. Lamentablemente, hoy el número de tratamientos (logrados) en amparo supera en monto a la cobertura que da el fondo. El gasto en medicamentos que no están incorporados (en el FTM) representa el 50% de los medicamentos de alto costo que tiene que pagar el Estado, no en cantidad de tratamientos pero sí en plata”, explicó.
Una de las diapositivas que acompañó su presentación mostraba cómo la cantidad de medicamentos de alto costo no registrados en el FTM y que ha debido adquirir el Estado por decisiones judiciales ha aumentado en los últimos años: en 2020 fueron el 14% del total, porcentaje que trepó a 28% al año siguiente. En lo que va de 2022 ya es el 33%. Otra diapositiva repetía que esta situación “podría impactar a mediano o largo plazo en la sustentabilidad de los sistemas de salud”, por lo que “es necesario profundizar los caminos de diálogo”.
Este diálogo debería incluir a los laboratorios y a los operadores judiciales, afirmó.
Además de poner “al paciente en una situación compleja”, dijo Porcelli, la “preocupación” se centra en el “amparo a medicamentos que no están registrados en el país”. Al estar el FTM bajo la órbita del MSP, es la cartera la que les permite a los usuarios tener “garantías de trazabilidad y de controles” de los fármacos ahí incluidos. En los recursos de amparo, “el juez obliga a comprar un fármaco en 72 horas y a veces se pagan precios exorbitantes”, explicó.
La jerarca recordó que la inclusión de un medicamento de alto costo en el FTM incluye estrategias de negociación y acuerdos con laboratorios, considerando precios, prevalencias de la enfermedad y tasas de sobrevida.
El gasto en medicamentos también ha ido aumentando anualmente en el FNR. Si bien en el último lustro se había mantenido estable en el entorno del 16%, aumentó a 20% en 2021. Esto último fue atribuido a “la incorporación de medicamentos de alto costo” y se espera que aumente a 23% este año.
De esa inversión en medicamentos, prácticamente la mitad, el 49%, es para tratamientos oncológicos o hematooncológicos. En el caso de los recursos para fármacos no incluidos en el FTM de este año, este porcentaje trepa a un 74%.
La preocupación por los recursos de amparo para acceder a medicamentos de alto precio ya había sido planteada por el ministro de Salud, Daniel Salinas, durante su comparecencia ante la Comisión Integrada de Presupuesto con Hacienda de Diputados, el pasado 26 de julio, en el marco de la discusión por la Rendición de Cuentas.
Señaló que se está trabajando para incorporar al registro de medicamentos un paquete de fármacos que incluyen “casi el 75% de los amparos”.
Sin embargo, ese paquete no será más que una solución temporal, dijo el ministro. “Hoy decimos que vamos a cubrir el 75% de la demanda, pero después vamos a tener una neogeneración de demandas porque va a haber nuevos productos”, dijo, aludiendo a la “industria farmacéutica”.
Apelando a términos mitológicos, habló de una “hidra de siete cabezas: cortamos una y aparece otra, y otra, y otra”. Por tanto, planteó Salinas, es necesario “dar una discusión sobre el fondo de la cosa”, en la que también esté incluido el Poder Judicial “porque es parte del problema”.
“A muchos, seguramente, les ha tocado estar en una situación límite de la vida, que lleva a pedir por algo más que extienda la vida, que le dé una prórroga o lo que sea. Lo que digo es que esto es parte del tema; la Agencia forma parte de la solución, pero no es la única solución. Creo que se debería dar una discusión más amplia en lo que refiere a la judicialización y a la razonabilidad de estos juicios. Es una discusión que la sociedad debe dar y no se agota”, dijo Salinas.