Las familias de los distintos niveles de ingreso están siendo más cautas en cuanto a su endeudamiento.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLos bancos tuvieron en enero-febrero un promedio mensual de unas 55.000 operaciones de crédito al consumo, lo que se compara con aproximadamente 71.000 en 2015. La misma tendencia se vio con los préstamos automotores e inmobiliarios, de acuerdo con datos que difunde el Banco Central (BCU). La morosidad está registrando un ligero incremento, desde niveles históricamente bajos.
Las instituciones bancarias atienden en general a sectores de ingreso medio y alto, salvo el estatal Banco República, cuyo público es más amplio.
Un panorama similar se observa en el mercado para familias de segmentos socioeconómicos más bajos, que es abastecido principalmente por administradoras de crédito y financieras del consumo. Desde comienzos de 2014 entró en una meseta y la estabilidad siguió en el primer trimestre de 2016, según un análisis difundido el domingo 10 por Pronto!. La “actitud cautelosa de las familias a la hora de contratar nuevos créditos indica que hay una tendencia a cierto estancamiento”, agrega. En marzo, solo el 19% expresaba disposición a contraer nuevos préstamos, frente a 33% un año atrás.
La cantidad de créditos vigentes por persona bajó levemente y se ubicó en 2,1. Este indicador, si bien no se refleja en una reducción del endeudamiento, insinúa que hay cierta voluntad de los usuarios del sistema de consolidación y ordenamiento de las cuentas, de acuerdo con el monitoreo de esa financiera.
Agrega que hay un aumento de la cantidad de usuarios que manifiesta que pagan sus cuotas, pero con cierto atraso, lo que muestra voluntad de pago, pero dificultad para hacerlo.
Como contexto macroeconómico, el informe de Pronto! reseña que el consumo privado se mantuvo en 2015, luego de haber sido uno de los factores dinamizadores de la economía en años anteriores. Detalla que sus servicios técnicos están ajustando a la baja las proyecciones para 2016 respecto al Producto Bruto Interno y también al consumo.
La evolución del consumo y uno de sus combustibles, el crédito, es un factor de atención para las autoridades económicas por su impacto sobre la inflación. Teniendo en cuenta ello, este mes fue incrementada la porción del dinero captado de clientes que los bancos deben mantener inmovilizado (encajes), sin poder prestarlo.
Esa medida de combate a la inflación se complementa con otras en el campo monetario que acaban de ser resueltas.
El jueves 7 el Comité de Política Monetaria del BCU fijó para abril-junio en 4-6% la meta indicativa de crecimiento de los medios de pago, respecto al mismo lapso del año pasado. Para los trimestres previos dicha meta era algo mayor (7-9%), si bien el aumento efectivo de los agregados de referencia —dinero en poder del público, más los depósitos a la vista y en caja de ahorro— venía siendo menor. Esta profundización del sesgo contractivo de la política monetaria es consistente con el propósito de llevar la inflación anual a niveles de entre 3% y 7%, indicó el comité en un comunicado. En los 12 meses cerrados en marzo los precios minoristas aumentaron bastante más que eso (10,6%).