También en Uruguay, los arbitrajes se consolidan como “método regular” para resolver disputas en torno a negocios e inversiones

REDACCIÓN  

“Poné un ojo a la CCI”, le dijo unos 20 años atrás Daniel Ferrere a Sandra González, hoy socia y directora del equipo de arbitraje y litigios del estudio Ferrere. Siguiendo aquella sugerencia, ella hizo carrera en esa área y ahora llegó a un cargo que por primera vez ocupa un uruguayo: es uno de los 17 vicepresidentes de la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (CCI), con sede en París.

Esta nota es exclusiva para suscriptores de BÚSQUEDA y GALERÍA
Elegí tu plan y suscribite

Suscribite

¿Ya sos suscriptor? Iniciá sesión

Probá nuestro servicio, registrate y accedé a una nota gratuita por semana.