El proyecto de instalar fibra óptica al hogar nació en 2010 en una acción conjunta entre Antel y el gobierno de José Mujica, que se mostró proclive a invertir en esa iniciativa.
Asimismo, la fibra tiene menos desgaste, no tiene interferencias y su vida útil supera los 20 años.
Según las cifras oficiales a las que accedió Búsqueda, en Uruguay hay cerca de 950.000 servicios telefónicos en hogares, de los que 935.000 tienen conexión a Internet. De esos últimos, 670.000 (72%) están conectados mediante fibra óptica, lo que convierte a Uruguay en el tercer país en el mundo con mayor cobertura de fibra óptica en hogares, solo superado por Japón y Corea del Sur.
Sin embargo, el 28% de hogares que restan por cubrir son los más complicados, explicaron las fuentes. Eso, sumado al hecho de que Antel deba “adecuarse” a los montos de inversión del Estado y al pedido del Poder Ejecutivo de reducir costos, hicieron que el objetivo de alcanzar al 100% de los hogares con fibra óptica se retrase en el tiempo, añadieron.
“Creo que ha sido excelente para el país y se ha demostrado ampliamente con el tiempo transcurrido lo acertada y clave que fue la decisión tomada para el desarrollo del país y sus telecomunicaciones. Hoy Uruguay figura entre los 10 países a escala mundial con el mayor porcentaje de conexiones a los hogares, centros educativos y empresas con fibra óptica. Y eso es clave para el desarrollo de un país en el nuevo mundo digital”, dijo a Búsqueda la ministra de Industria, Carolina Cosse.
Cosse fue presidenta de Antel durante el período pasado y la impulsora del desarrollo de la fibra óptica al hogar.
“Hay 670.000 clientes conectados con la mejor tecnología posible hoy y futura. Esto hace que estemos preparados de la mejor forma para el futuro y su evolución. Pero falta un 30% para llegar al total, hay que completarlo lo más rápidamente posible, porque el desarrollo del país y sus capacidades para el desarrollo de los servicios y la industria no pueden esperar”, añadió.
Según Cosse, este proyecto “fue clave para la sustentabilidad de la empresa” y “una inversión muy redituable para Antel” y “positiva para el desarrollo económico del país”.
Consultada sobre la meta de alcanzar el 100% de los hogares con cobertura de fibra óptica, Cosse sostuvo que “sin duda se logrará”, pero explicó que “el presupuesto de inversión de Antel depende del conjunto del presupuesto del Estado uruguayo”.
“En función de las posibilidades de Antel para invertir, y del ritmo de inversiones con la evolución del proyecto en los últimos años, indica que la meta del 100% de cobertura se cumplirá en cinco años”, dijo Cosse.
El enlentecimiento en el ritmo de instalación fue criticado por el sindicato de los trabajadores de Antel. Según dijo en agosto de 2017 el coordinador de la Mesa de Entes, Gustavo Rehermann, a El País, eso tiene que ver con los recortes en la inversión pública. Para el sindicalista, el programa de fibra óptica al hogar “está muy enlentecido” y se necesitarán “10 o 12 años para culminarlo”.
Zonas y plazos.
Desde Antel ven al proyecto de fibra óptica como un emprendimiento “trascendental” para la vida de la empresa. Las actuales autoridades están convencidas de que hay que “seguir adelante” con la cobertura, pero son más cautos en cuanto a plazos y costos.
Según las fuentes consultadas por Búsqueda, el ente tiene como meta para 2018 completar la cobertura de fibra óptica en todas las capitales del interior. Además, invertirá US$ 20 millones para avanzar en la cobertura en zonas donde la fibra aún no llegó.
“El cobre desaparecerá, pero es muy difícil que sea antes del 2020”, dijo uno de los informantes.
En la empresa hacen una diferencia entre los hogares “pasados” y los “activos”. Los pasados son aquellos que tienen la fibra en su puerta. Luego es decisión del usuario solicitar la conexión a la red y así pasar a ser activo.
Según las fuentes consultadas por Búsqueda, el ente tiene como meta para 2018 completar la cobertura de fibra óptica en todas las capitales del interior.
Antel ya cubrió las zonas de mayor acceso y concentración de usuarios, y las que faltan son las más difíciles de alcanzar. Ante esta situación el ente está analizando cada caso o localidad para instalar la fibra óptica con base en el “costo/beneficio” que le reporta.
“Procuramos priorizar la migración a la fibra en aquellos lugares donde la red está más cerca o avanzada”, explicó una fuente.
Además de varias zonas rurales y grandes localidades del interior, hay partes de Montevideo que aún no cuentan con fibra óptica, como los barrios de Sayago, Lezica, Colón o Casabó.
Antel no prevé terminar de cubrir Montevideo este año, aunque espera lograrlo en 2019. “En algunas zonas no hay fecha para que llegue la fibra óptica”, dijo la fuente, aunque sostuvo que “más tarde o más temprano se va a llegar a todos”.
Cable y ventas.
Un complemento importante para el desarrollo de la fibra al hogar se dio en agosto del año pasado, cuando Antel inauguró su propio cable submarino de fibra óptica. Eso le permite al ente tener mayores velocidades y no depender de otros proveedores para la salida al exterior de la conexión a Internet.
Pero además, el cable le da la posibilidad a Antel de vender servicios a otros proveedores o empresas de telecomunicaciones de la región. Actualmente la estatal tiene casi una docena de solicitudes de empresas de Brasil y Argentina y hay varios contratos a punto de cerrarse, lo que le reportaría al ente un retorno económico que cubriría parte del costo de US$ 75 millones que insumió el tendido del cable.
Independencia tecnológica.
Para el ingeniero y exdirector nacional de Telecomunicaciones, Sergio De Cola, la instalación de la fibra óptica “es una iniciativa excelente para el país”.
De Cola, que fue jerarca de la Dirección Nacional de Telecomunicaciones (Dinatel) entre 2011 y 2015, dijo a Búsqueda que la tecnología de datos por red de cobre “estaba llegando a su límite de posibilidades” y que la fibra óptica “había alcanzado niveles de precios competitivos”, dos razones que “justificaron un proyecto que posicionó al país entre los primeros del mundo en conectividad y velocidad”.
Un complemento importante para el desarrollo de la fibra al hogar se dio en agosto del año pasado, cuando Antel inauguró su propio cable submarino de fibra óptica.
“Además de estas causas es importante destacar la voluntad política fuerte que tuvo el gobierno respecto a este proyecto y además contar con una empresa estatal como Antel, que facilita su implementación”, agregó.
“Para el usuario son todo ventajas: es un sistema más robusto y veloz y tiene muchas menos fallas que las que tiene el cobre, además de que no tiene interferencias”, sostuvo.
Sobre la cobertura total, De Cola dijo que será muy difícil lograrlo antes del 2020, pero estima que para ese momento “todas las localidades con más de 100 personas” estarán conectadas.
“La fibra y el cable submarino le dan independencia tecnológica al país. Esto también le permite a Antel mantener su política comercial de aumentarles la velocidad a sus usuarios sin aumentar los precios”, añadió.
Información Nacional
2018-04-12T00:00:00
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