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El año pasado el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) ejecutó gastos por el equivalente a casi U$S 94 millones. De cara al próximo Presupuesto, sus autoridades están dispuestas a manejarse con menos dinero, dijeron a Búsqueda fuentes oficiales.
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El MGAP, a través de su titular, Tabaré Aguerre, “asumió una línea de base menor”, añadieron. Así se lo comunicó al Poder Ejecutivo, que espera que una decisión de ese tipo pueda permear en otras secretarías de Estado. El gasto ejecutado en 2014 por Ganadería representa menos de 1% del presupuesto de toda la administración central, que según cifras de la Contaduría General de la Nación ascendió a unos U$S 11.321 millones. Interior (U$S 773,7 millones), Defensa Nacional (U$S 507,1 millones), y Transporte y Obras Públicas (U$S 270,9 millones) fueron los ministerios con mayores egresos en ese año.
La línea de base es el punto de partida para fijar montos presupuestales que, salvo en situaciones excepcionales, han ido creciendo año tras año. Algunos jerarcas del gobierno son proclives a rever ese criterio. Pocos días antes de asumir como director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Álvaro García había dicho a Búsqueda: “Nadie está planteando un presupuesto de base cero, bajar y dar de nuevo todo. Podría establecerse una línea de base menor para que haya obligación de justificar una serie de cosas que quizás el propio jerarca diga: ‘no, yo esto lo elimino y sin embargo creo esto otro’. Esto es lo que se debería dar en un proceso presupuestal” (ver Nº 1.805).
El MGAP y las demás dependencias de la administración central están ejecutando gastos fijados por la ley de Presupuesto aprobada en 2010 —que entró en vigencia estableciendo las partidas para los años 2011 a 2015— y las Rendiciones de Cuenta posteriores. El gobierno de Tabaré Vázquez que se instaló en marzo trabaja en la elaboración de la nueva ley quinquenal (2016-2020) con la premisa de que será necesario un mayor cuidado de los recursos públicos en un contexto fiscal más constreñido.
“Eficiencias”.
En las reuniones del gabinete ministerial preparatorias del proyecto de Presupuesto, el presidente Tabaré Vázquez dejó en claro que las dos prioridades serán las adelantadas durante la campaña electoral: seguridad y educación. Pero en los últimos días hizo mayor énfasis sobre el primer punto. “La seguridad es el tema más complejo”, dijo a su equipo, relataron a Búsqueda varios de los participantes de la reunión del lunes 11.
En ese encuentro, Vázquez les pidió a sus ministros que trabajen en los lineamientos con la “mira de un presupuesto sumamente acotado” y que para simplificar esa tarea “cumplan con el programa del Frente Amplio a rajatabla”, comentaron. El jefe de Estado marcó que la cartera que tiene mayores dificultades es Interior y solicitó atender la problemática social de la forma más “eficiente y eficaz” posible, añadieron.
En cuanto a la educación, el Ministerio del ramo está preparado para un fuerte “embate sindical”, dijeron a Búsqueda miembros de esa secretaria de Estado. Por eso sus jerarcas continúan diseñando su presupuesto con los lineamientos marcados por Vázquez. “Acá la mayor especulación está en el 6% del PBI para la educación”, señaló uno de los jerarcas consultados. En ese sentido, apuntó que se limitarán “exclusivamente” al programa del Frente Amplio con el cual salieron a pedir los votos a la ciudadanía. “Ahí dice bien clarito: ‘En cumplimiento de los objetivos establecidos en este Programa para la transformación de la educación y el fortalecimiento del sistema educativo público, se puede exigir presupuestalmente ir hacia el 6% del PBI’”, citó ese informante. Y dijo que el presidente de la República y los jerarcas de Educación tienen bien presente ese mandato: “Está en la pagina 70”, recordó con una sonrisa.
“Eficiencias”.
La discusión presupuestal se está sustanciando en varios niveles; el Poder Ejecutivo tiene plazo hasta fin de agosto para remitir el proyecto de ley al Parlamento.
“Hasta ahora tenemos definiciones conceptuales” pero no cuantitativas, ya que no están definidas las proyecciones macroeconómicas para el quinquenio, acotó una fuente. Sin una meta de resultado fiscal clara, tampoco hay una estimación de cuánto es posible aumentar el gasto público (lo que en los gobiernos del Frente Amplio se asimiló a la idea de “espacio fiscal”).
Las cuentas públicas arrojaban un desequilibrio que en los 12 meses terminados en marzo era de U$S 1.960 millones, es decir 3,4% del Producto Bruto Interno, según cifras del Ministerio de Economía y Finanzas. El titular de esa cartera, Danilo Astori, ha dicho que es necesario achicar ese déficit, aunque hasta el momento no habló de magnitudes.
El jueves 7 el Consejo de Ministros sesionó durante unas seis horas para conversar sobre el futuro presupuesto. Luego, Astori y el director de la OPP informaron a la prensa acerca del “acuerdo” que existe entre los jerarcas en torno a las “prioridades”. Astori mencionó como una definición que habrá especial cuidado con el gasto en 2016 y 2017, en el entendido de que en esos años la economía uruguaya sentirá en mayor medida el impacto de un contexto externo más adverso.
Los ministros pactaron una nueva reunión para el jueves 28, aunque en el interín seguirán los contactos entre los técnicos de Economía y de las otras carteras.
Uno de los “énfasis” para bajar el déficit fiscal estará puesto en mejorar el resultado de las empresas comerciales e industriales del Estado mediante un mayor control de sus inversiones y logrando “eficiencias”, dijeron a Búsqueda las fuentes. Los entes tienen “sistemas” para controlar dichas eficiencias, pero “hay que usarlos”, añadieron.
La idea es ir más allá y también aplicar esa lógica en otras áreas, como la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE). “Lograr más eficiencia en el manejo de los inventarios de medicamentos, por ejemplo, puede hacer una diferencia importante” en las cifras, señalaron. “Y esos ahorros son en los hechos más presupuesto, sin aumentar el gasto”.
El año pasado ASSE ejecutó recursos por unos U$S 906 millones.
“Tesoro”.
Astori volvió a hablar sobre las finanzas públicas en una sesión del Senado en régimen de comisión general efectuada ayer miércoles 13.
Mencionó como un objetivo “reducir el desequilibrio fiscal actual y mantener a grandes razgos los mismos niveles de deuda, que son adecuados y muy coherentes con los equilibrios macroeconómicos. Entre otras cosas porque tenemos que mantener el grado inversor, que es uno de los principales tesoros que tiene el país”. Explicó que la mejora en el resultado no se dará “por la vía de tarifazos (...). No programamos incrementar la presión fiscal, más bien si podemos habremos de reducirla”. Según el ministro, se buscará una mejora de la gestión, una programación más adecuada de las inversiones y un crecimiento de la recaudación de impuestos asociado a la expansión de la actividad económica.
Varios senadores de la oposición advirtieron a Astori que los números fiscales son “preocupantes”.