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Con la llegada de 4,2 millones de turistas durante 2017, Uruguay se incorporó a una corta lista de países que logra captar más visitantes por año que su cantidad de habitantes. En las Américas, comparte lugar solo con algunos puntos del Caribe. Para la Organización Mundial del Turismo (OMT), esto es el resultado de una política gubernamental “coherente y elocuente” que se beneficia de un paquete de exenciones fiscales, pero sobre todo se apuntala en lineamientos de “promoción e incentivos” que han permitido un aumento “sostenido” de visitantes “en un tiempo muy breve” y que logró “establecer” al país en el mundo del turismo.
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“En Europa, son numerosos los casos donde el número de turistas al año excede a la cantidad de habitantes. Sin ir más lejos, España en el año 2017 registró 80 millones de turistas. Pero en América es muy difícil esa situación. Cuba o República Dominicana son los que más se acercan. Es muy difícil trabajar con distancias tan grandes”, comentó en diálogo con Búsqueda Alejandro Varela, subdirector regional de las Américas de la OMT.
“Uruguay está claramente establecido en el mundo del turismo, y las cifras dan cuenta de ello. El aumento de turistas ha sido sostenido y en un tiempo muy breve. Es un indicador del atractivo del país como destino, a la vez que refleja la capacidad de poder brindar servicios de calidad que satisfagan ese nivel de demanda”, agregó.
Gracias a un aumento de visitantes, así como del gasto que estos dejaron en los principales destinos del país, la balanza turística registró en 2017 su tercer año consecutivo de crecimiento. Según datos del Ministerio de Turismo (MT), ese guarismo (que supone restar lo que los uruguayos gastan fuera de fronteras a lo que los extranjeros dejan dentro del país) superó los US$ 1.124 millones, una suba de US$ 214 millones con respecto al año anterior. La cifra, sin embargo, se mantiene aún lejos del récord alcanzado en 2011, cuando superó los US$ 1.528 millones.
Para la ministra Liliam Kechichian, se trató de un año “extraordinariamente bueno”, según dijo en conferencia de prensa el viernes 9. Pero eso ya se anticipaba desde mediados de diciembre, cuando en el puerto de Colonia el gobierno dio la bienvenida simbólica al turista 4 millones. Finalmente el crecimiento interanual de 18,4% en la cantidad de turistas y el ingreso de 275.000 pasajeros a través de cruceros, permitió que por primera vez en la historia se superaran los 4,2 millones de visitantes. El ingreso que dejaron alcanzó US$ 2.334 millones, una suba de 28% en relación con el año anterior.
Desde Argentina llegaron casi 2,7 millones de turistas (24% más que en 2016) mientras que desde Brasil los arribos rozaron 505.000, quebrando por primera vez la barrera del medio millón. Pero también crecieron los visitantes chilenos, paraguayos y de otros países americanos. Hubo una leve disminución desde Norteamérica y una caída de 8% de europeos.
Al final casi 80% de los turistas que ingresaron provinieron de la región. Intentando diversificar mercados, a mediados del año pasado el gobierno realizó tareas de promoción en Asia, en el marco de la Asamblea General de la OMT que se realizó en China, y en enero asistió a la feria de Finlandia, aprovechando la notoriedad que cobra el país en momentos en que la empresa UPM planea instalar una segunda planta de celulosa cerca de Paso de los Toros.
“El MT está yendo a la esencia y comenzando a especializarse. Se está diversificando, que es importantísimo. Cuando uno tiene un solo público o un solo mercado emisor, cualquier acontecimiento que suceda en ese país puede producir un descalabro. Uruguay está haciendo una buena lectura de sus mercados o sus potenciales clientes apuntando a algunos en particular. La especialización y la diversificación de los destinos son dos condiciones particulares de este momento que estamos viviendo. Es una inversión a largo plazo, pero si no todos los cañones tendrían que estar apuntados a Argentina, Brasil, Chile o Paraguay. Eso ya lo hacen”, opinó Varela.
“Hay otros países intentando que los asiáticos vengan a la región, con mayor o menor presupuesto. En China hay 1.400 millones de habitantes y con que salga el 10% estamos hablando de 140 millones de ciudadanos dando vueltas por el mundo y en muchos casos con alto poder adquisitivo. Con los chinos hay una dedicación especial desde el Mercosur y eso no pasa desapercibido”, agregó el jerarca de la OMT.
El verano y la informalidad.
El año pasado 62% de los turistas que captó Uruguay llegó en los meses de verano. Así, se mantuvo una tendencia que se registra por lo menos desde 1995 (el primer año del que se cuenta con estadísticas oficiales). Este enero el ingreso de turistas aumentó 8,5% con respecto al mismo mes del año pasado, aunque su gasto fue 12% menor. Los primeros balances entre los operadores del sector hablan de un feriado de Carnaval con altos niveles de ocupación pero marcan incertidumbre para lo que queda del mes. Y ya con un ingreso que ven mermado por un menor gasto entre los turistas, sobre todo en el rubro gastronómico, persisten las dudas sobre la rentabilidad con la que se cerrará la actual temporada de sol y playa.
Para romper con esa estacionalidad, algunos destinos apuntan al turismo de congresos y convenciones. Punta del Este cerró en 2017 el primer año de funcionamiento de su centro de convenciones mientras que Montevideo espera la inauguración del Antel Arena y Canelones planea construir un edificio con capacidad para hasta 10.000 personas en el Parque Roosevelt. Para la OMT estas apuestas constituyen un “elemento diversificador muy importante”.
“Por lo general, quien asiste a congresos es el segmento con mayor poder adquisitivo, va a buenos hoteles generando toda una dinámica de gasto y consumo. La ciudad que está dispuesta como para poder recibir una conferencia regional es la primera beneficiada. Por eso es muy importante el funcionamiento de los organismos de gestión de destino, porque esa sinergia entre lo público y privado es esencial para el desarrollo”, opinó Varela.
“El salto cualitativo debe contemplar romper el ciclo de las estaciones, que es fundamental para que los réditos del turismo sean más estables en el tiempo y permitan una mejor planificación de los destinos, los operadores y las autoridades”, agregó.
Según los últimos datos oficiales, el turismo representa casi 114.000 puestos de trabajo en la economía, la mayor parte de ellos en los rubros de restaurantes, bares y cantinas, seguidos por transporte y alojamiento. Para 2016 se estimaba que 6,3% del empleo total correspondía al sector.
“Romper la estacionalidad es superimportante, porque fija límites a un desarrollo. Si tienes turistas durante todo el año, la cadena de valor continúa. La estacionalidad lo único que hace es generar muchos trabajadores golondrina y empleos precarios. Pero si la rompes se genera una economía mucho más fuerte, y sin dudas más formal. Eso para mí es la base”, dijo Varela.
El jerarca defendió también la política de incentivos fiscales que desde 2012 beneficia con descuentos en el Impuesto al Valor Agregado a los extranjeros y que, en algunos rubros, llega a la exoneración total del tributo. El paquete, que vence el próximo mes de abril, resulta “muy atractivo” y “juega un papel muy importante” en la captación de turistas. Pero solo sirve para “reforzar el atractivo de un destino” ya que “por sí mismo tiene una menor incidencia en la decisión sobre qué lugar visitar”.
“Por lo que he podido apreciar en la región, la política de promoción del MT es de las más acertadas y es muy coherente. Es uno de esos países que va analizando cuál es su perspectiva, si conviene presentarse aquí o allá y sobre eso ha jugado sus cartas. Y lo ha hecho muy bien. Es elocuente el trabajo del gobierno con base en las políticas de incentivo, promoción, al continuo trabajo por la desestacionalización, así como la creación de nuevos atractivos en el interior del país que estimulan el turismo interno así como impulsan una mayor participación de los países vecinos”, dijo.