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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáHay dos actitudes reprobables que han proliferado últimamente en nuestro País. En general: no reconocer lo que se ha hecho antes y por quiénes. En particular: las viviendas de interés social. Esta nota busca desmitificar algunos de estos estos programas. No se objeta “el qué” sino “el cómo” fueron publicitados por este gobierno, con nuestros impuestos, con fines electorales, como si antes del 2004 y de ellos nada hubiera existido ni se hubiera realizado.
1.Las políticas habitacionales en Uruguay son de muy larga data. Dentro de la 1ª etapa fueron relevantes:
a) la Ley Serrato (7.395 del 13/07/1921) otorgando viviendas a obreros y empleados afiliados a las Cajas de Jubilaciones.
b) la Ley de Higiene de la Vivienda (1928) normalizando principios de iluminación y ventilación naturales a nivel nacional.
c) el Instituto Nacional de Vivienda Económica (INVE-1937). Su característica pasivo-asistencial generó que muchas de las viviendas o sus partes fueran vendidas o vandalizadas.
2. En 1964 surge el Movimiento de Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural (Mevir) liderada por el Dr. Alberto Gallinal Heber. En una nota publicada en el semanario Búsqueda Nº 1.785 del 09/10/2014, página 43, Matilde Gallinal expresaba que por “ignorancia simple o inducida desde el gobierno, muy poca gente sabe” (sic) de esa actividad que naciera con su padre. Hoy, cincuenta años después, llevan construidas 26.733 viviendas dignas, dentro de unos 650 programas desarrollados en infinidad de localidades del interior.
3.En 1965 surgen las cooperativas de vivienda por ayuda mutua. Actualmente oscilan en 600 las cooperativas. Dado que este capítulo es demasiado extenso recomiendo ver http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-146(099).htm.
4.En 1985, durante el gobierno departamental capitalino del Dr. Aquiles Lanza, se ejecutó el Plan Habitacional de Emergencia (PHE), bajo la dirección del Depto. de Planeamiento Urbano, y continuado por el Intendente Dr. Juan José Elizalde, tras la muerte del Dr. Lanza. El objetivo era erradicar los llamados cantegriles. El PHE renombrado Plan Aquiles Lanza en honor del fallecido intendente, atendió integralmente emergencias de precariedad social, habitacional y urbana, en sectores donde existían asentamientos irregulares o barrios carenciados, para que estuvieran dotados de todos los servicios de infraestructura urbana (saneamiento; agua potable, energía eléctrica; recolección de residuos, iluminación; teléfono, etc.). Se neutralizó la negativa experiencia de las viviendas municipales vandalizadas (carentes de la plusvalía del trabajo incorporado). Sus construcciones fueron realizadas por sus futuros ocupantes y propietarios mediante el régimen de la mano de obra benévola y de la ayuda mutua. La metodología era simple: “No regalar pescado sino enseñar a pescar”. Los barrios se ejecutaron con la conjunción de los interesados y las instituciones públicas.
Los integrantes del barrio eran los sujetos de interés. Las mujeres se destacaron como generadoras de hogar (1). La IMM, el BHU, OSE, UTE y Antel se integraron para la dotación de los recursos humanos y materiales. La IMM desdobló el ambicioso emprendimiento en dos frentes. El interno, con la asistencia integral a los integrantes y la supervisión de las obras; las comparecencias de asistentes sociales; médicos; arquitectos e ingenieros civiles. Albañiles, carpinteros, sanitaristas y electricistas enseñaban y colaboraban con los miembros del barrio. Para que los materiales y equipos se sumnistraran en tiempo y forma. El externo, para la coordinación con las instituciones participantes. Fueron creadas por primera vez las comisiones interinstitucionales, con jerarcas responsables representantes de la instituciones citadas. Se reunían semanalmente para garantizar el normal proceso de las obras, mientras que el intendente y los presidentes de los entes se reunían mensualmente para superar políticamente los inconvenientes que surgieran. Ciertos servicios (agua potable, de energía elétrica y teléfono) se suministraban con el inicio de cada barrio. Se formó un Banco de Predios en donde cada inmueble era analizado para que fuera apto infraestucturalmente.
Lo que molesta y duele es que ignoren, desprecien y hasta se apropien de los réditos de muchas personas que antes se comprometieron para superar las insuficiencias habitacionales de los carenciados. Hay quienes creen que “inventaron la pólvora”, ignorando que fueron otros orientales.
(1) Durante la inauguración de las 107 viviendas del barrio Natal (ex Bº Municipal), cuando unos visitantes apoyaron sus zapatos en una de la fachadas, su ocupante —escoba en mano— los ahuyentó recriminándoles su falta de “educación”.
Arq. Ignacio David Weisz