La primera reacción obviamente fue que algunas empresas frigoríficas dejaron de comprar ganado, prefirieron esperar, y nos quedamos un poco desorientados. El negocio de exportación a Estados Unidos se inviabiliza con un arancel adicional del 50%.
Pero al mismo tiempo, notamos que los otros compradores, como China, Arabia Saudita y Chile empezaron a hacer ordenes de compras más bajas, como era de esperar. Se generó inmediatamente una especulación muy fuerte, tanto en el mercado doméstico, como en el internacional. Tanto para los productores como para la industria.
Empezamos a atravesar un período de precios más bajos para quienes estaban dispuestos a hacer negocios. Y el volumen de negocio también cayó, porque con esta especulación todos se quedan un poco afuera del mercado.
¿Qué representa Estados Unidos para la carne brasileña?
El mercado estadounidense representa 2% de la producción brasileña, es poco. Pero cuando se considera solo las exportaciones, en el promedio de enero a junio Estados Unidos representó 12% del volumen y 14% de la facturación. Es un mercado que paga muy bien, y eso genera una diferencia grande.
El mercado interno brasileño está un poco estancado, la economía no se está desarrollando bien. Brasil tiene hoy un gran problema fiscal, que está generando tasas de interés muy altas. Hoy la tasa de interés en Brasil es de 15%, que se suma a un 6% de inflación, o sea que el ambiente es muy difícil para los negocios. Así que la generación de empleo, la renta, están muy complicados en este momento. Por lo tanto, el mercado doméstico está estancado, difícil de desarrollar.
Y la dependencia de las exportaciones de Brasil actualmente están en un nuevo nivel. Si comparamos con 2018 y 2017, Brasil exportaba 20% de su producción, pero en 2025 exporta 36%. O sea que tenemos una influencia más grande de lo normal del mercado internacional, algo a lo que no estamos acostumbrados. Y eso genera un cambio en la formación de los precios domésticos. Por todo esto el mercado de Estados Unidos tiene un peso importante en Brasil.
¿Estados Unidos es el mercado que mejor paga por la carne brasileña?
Depende del producto que se exporte, pero cuando consideramos una media de precios, Estados Unidos es uno de los que mejor paga. En promedio, Estados Unidos paga 24% más que los demás países. Por lo tanto, es un muy buen mercado, que lo perdimos y al que no pudimos acceder más desde el 1° de agosto.
¿Se está negociando para revertir esta situación? ¿Qué información manejan en el sector privado?
Esperamos que sí. Hubo gestiones del sector del jugo de naranja, de la citricultura brasileña, que logró quedarse afuera de esta suba de aranceles. Esto no sucedió con la carne vacuna. Vemos que la industria se está organizando para negociar, pero no observamos que Estados Unidos dependa tanto de la carne brasileña.
Sí somos un proveedor importante para Estados Unidos, que importa un 15% de todo lo que consume. Y de ese total 28% se origina en Brasil, a un precio muy competitivo. Los productos brasileños cuestan, en promedio, 21% menos que sus competidores.
Somos muy competitivos en precios de la carne industrializada, de la carne commodity, y eso tiene su impacto. Pero aun así, Estados Unidos tiene cómo manejar esa necesidad, y es mucho más fácil hacerlo con la carne que con el jugo de naranja, por ejemplo, donde Brasil representa el 70% de las importaciones de Estados Unidos.
Por lo tanto, son productos totalmente diferentes. Hay un interés de Estados Unidos que es mucho más difícil de manejar cuando se considera el jugo de naranja, y no es lo mismo para la carne.
Y los gobiernos están en un conflicto principalmente político, ideológico. Hay muchas agresiones públicas. Para ser sincera, no veo una diplomacia efectiva. Pero espero, de verdad, que logremos revertir esta situación, porque las pérdidas para el productor y la industria son grandes.
¿Hacia dónde se puede direccionar la carne de Brasil que iba a Estados Unidos? ¿Y de dónde puede importar carne Estados Unidos para sustituir a la carne brasileña?
Como decía, la primera reacción de los otros mercados a donde exporta Brasil fue bajar los precios que ofrecían por la tonelada de carne. Esto es algo natural, es un movimiento especulativo que siempre ocurre cuando pasa algo así. Y lo mismo sucedió con Estados Unidos, que empezó a comprar más carne en otros países, como Uruguay y Paraguay, a mayores precios en las semanas siguientes.
Por lo tanto, los precios de la carne brasileña quedaron aún más competitivos de lo que eran. En un primer momento no notamos una baja de precios, pero después eso se regula, porque somos muy competitivos. El factor más importante para comprar un commodity es el precio. Así que ya estamos notando que el mercado vuelve a comprar. Vemos un aumento de las compras de Chile, Arabia Saudita, Argelia, Egipto y también China.
Por lo tanto, podemos redireccionar ese 12% que iba a Estados Unidos, colocando 1,5% más en Chile, 1% o 2% más en China, 1% o 2% más en Argelia.
Y ahora se abrió el mercado de Vietnam, que es un país muy pobre, con un producto bruto interno (PBI) per cápita de US$ 4.000 por año, pero que ya importa 150.000 toneladas, originadas principalmente en Estados Unidos y Argentina, que hoy tienen precios mucho más altos que Brasil.
Por lo tanto, es interesante considerar que podemos colocar 1% o 2% de las exportaciones de carne brasileña en Vietnam en algunos meses. Y así vamos a ir diluyendo este problema.
De la misma forma, Estados Unidos tendrá que ir buscando qué países le van a proveer la carne que le compraba a Brasil. Pero esto tendrá sus dificultades, porque no estamos hablando solamente de carne. Porque del vacuno salen muchos productos diferentes. Brasil le estaba exportando mucha carne industrializada a Estados Unidos, pero carne fresca también. Así que tendrán que buscar en Australia, Uruguay y Argentina. Y tal vez carne industrializada también en estos países. Pero tendrán que hacer un mix con Paraguay y tal vez Colombia.
Imagino que esos países serán los principales abastecedores, que deberán cubrir esa necesidad de Estados Unidos.
Lo importante es comprender que cuando hablamos de exportaciones es una ecuación de suma cero, porque la carne que tenemos disponible hoy es la que es, y no podemos producir más, de un momento a otro.
Si Estados Unidos no le compra más a Brasil, va a tener que comprarle a otros países, y esos otros países van a tener que dejarle de vender a otros mercados para venderle a Estados Unidos. Y esos otros destinos van a tener que venir a buscar carne a Brasil. Así que todo se va a reequilibrar, aunque es claro que perdimos un cliente muy importante.
¿Cómo va a impactar esta situación en los precios?
Lo que va a pasar es que Estados Unidos seguramente va a tener que pagar un poco más, porque el precio de Brasil es muy competitivo, es la carne más barata del mundo. Y al mismo tiempo, como Estados Unidos pagaba muy buenos precios, Brasil va a tener que vender un poco más barato.
Cuando hablamos de volumen las cosas se van a reequilibrar, pero cuando hablamos de precio Brasil va a tener que venderle a mercados que pagan un poco menos. Se va a reequilibrar el volumen, pero a un precio un poco más bajo. Eso es lo que imaginamos.
Lo otro que pasó fue que, después de la noticia de la suba de los aranceles, el dólar subió en Brasil. Hubo una valorización de 4% o 6%. Y esa variación cambiaria compensa, en parte, la pérdida del precio por tonelada. Esto nos ayuda a mantener los márgenes de la industria en el mercado doméstico; hay una compensación.
Pero seguramente, cuando hablamos en dólares por tonelada que recibe la industria, muy posiblemente veremos precios más bajos para la carne brasileña.
¿Qué proyectan para la oferta de carne brasileña?
Hay una comunicación un poco confusa cuando se habla de ese tema, porque el año pasado fue récord de faena, de producción, de exportación. Y eso es muy interesante, porque un año después de ese récord lo que se espera no es que la oferta baje dramáticamente, sino que empecemos a distanciarnos de esos límites superiores de producción. Eso es exactamente lo que está pasando.
Pero eso significa que todavía tenemos mucha oferta para abastecer a la demanda; todavía tenemos mucha producción. La producción de 2025 posiblemente sea un poquito más baja que la del año pasado, pero será muy similar.
Lo que se observa es que estamos en el tercer año de liquidación de hembras en Brasil. Estamos en una situación muy particular, en la que muy pronto, tal vez en 2026, empecemos a sentir la falta de los terneros. Los terneros ya tienen mejores precios en el mercado doméstico, o sea que esta situación ya está en números positivos, y eso se va a manifestar después en las demás categorías.
Para 2026 esperamos menos oferta y precios más altos, porque este es el tercer año de liquidación masiva de hembras. En 2025 ya alcanzamos el récord de participación de hembras en la faena. Fue la primera vez en la historia de Brasil que en un mes, en este caso fue marzo, faenamos más hembras que machos.
Esta situación es dramática, y nos va a llevar a menos vientres disponibles para la producción de terneros, y en consecuencia, menos oferta de carne en el mercado.
¿Cuánto bajó el precio del novillo en Brasil por esta situación?
Bajó 8% desde antes de la noticia, cuando alcanzó su precio máximo. Ahora vale US$ 3,7 el kilo (la entrevista se realizó el martes 8 de agosto).