—¿Qué diferencia hay en que al frente del BROU esté un socialista como usted en vez de un liberal y exejecutivo de Citibank, como era el presidente anterior?
—No puedo hablar de política por el artículo 77 de la Constitución. Sí digo que el gobierno corporativo del banco es fuerte y que ya incorporó en su staff permanente una determinada manera de hacer las cosas. Eso es una base de continuidad importante. Tuvimos una transición muy buena con el presidente anterior, lo he reconocido en todos lados. Salvador Ferrer creo que hizo una muy buena tarea también.
El contexto es distinto también, porque el banco está inmerso en un sistema financiero mucho más regulado, más sólido (que en 2002).
Entonces, seguimos en una línea de continuidad, con algunos énfasis.
—¿Dice que ha habido continuidad en la gestión del BROU en los últimos gobiernos?
—Sí, marco una continuidad. Viene teniendo un círculo virtuoso desde hace 20 años a la fecha. La crisis (del 2002) le pegó fuerte y con el (primer) gobierno del Frente Amplio tuvo un sacudón grande. Y ya pasó por cambios de gobierno. Tiene un gran gobierno corporativo y esa es una base muy buena. Fue un cambio a partir del 2005; esos cambios también permearon a toda la estructura y hoy el gobierno corporativo es muy fuerte. Y repito, el banco pasó cambios de gobierno y siguió adelante.
—¿Qué nuevos énfasis fijados por esta nueva administración destaca?
—Tenemos dos líneas transversales fuertes: el tema de la revolución tecnológica y la digitalización. De los procesos y de todos los productos y servicios del banco. La sostenibilidad, que es otro concepto que, a partir del 2015, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el banco había ido incorporando y ahora tenemos alguna cosa concreta.
Después, hay un énfasis sectorial. Queremos ser el banco de las micro, pequeñas y medianas empresas en 2030. Ya, de alguna manera, está muy bien posicionado. Pero queremos crecer y hay mucho más para potenciar en ese sentido.
La educación financiera es otro énfasis para acompañar el proceso de digitalización con seguridad. Hemos tomado algunas acciones y conversamos con la ANEP, que incluyó el tema en la discusión de la currícula del año que viene para que el tema esté en las edades tempranas. Con la Ande (Agencia Nacional de Desarrollo) también estamos firmando un convenio. No sé si quedó así escrito (la intención) de tener una estrategia nacional de educación financiera en todo el país. Con Ceibal hay que ver el formato.
—¿Cuál es el foco en eso que usted señala como objetivo de que el BROU sea el banco de las mipymes?
—El banco tiene tres grandes fortalezas.
Por un lado, a caballo del crédito social, que ha sido el crédito estrella del banco, hoy en día, con técnicas de scoring, el BROU es un enorme productor de datos y hay mucha información disponible. Muchas personas toman a tasas del crédito personas —que igual es la más baja del mercado— para financiar sus emprendimientos, cuando podrían hacerlo a una tasa pyme mejor. Con esa analítica de datos en manos de las gerencias se puede focalizar el trabajo y podés decir: “Bueno, en mi pueblo, en mi ciudad, en mi barrio hay tantas pymes, tantas toman crédito, tantas no, tantas toman con el banco o con la banca privada. Este proyecto Mipyme, que en algún momento va a estar dentro de la propia estructura del banco, tiene una potencia muy grande.
Por otro lado, en pocos días o semanas, anunciaremos un convenio con la Ande que incluye una serie de productos concretos. Esta agencia tiene productos que son más bien de asesoramiento, de apoyo. Pero el banco tiene la billetera, puede ir con crédito. Veo una posibilidad de gran sinergia para crecer.
En tercer lugar están los (emprendimientos) más chiquitos, que son muchas veces informales. Con República Microfinanzas hay mucho para crecer en el crédito, sobre todo del core de las microfinanzas y su metodología. Lo vemos como un camino hacia la formalización.
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El presidente Yamandú Orsi junto a los titulares de la Ande y del BROU
Mauricio Zina/adhocFOTOS
—Pone énfasis en las empresas de menor tamaño. ¿Las grandes salen del foco principal?
—Por supuesto que no. El banco es líder. Tiene casi US$ 5.000 millones de crédito corporativo, a empresas, y US$ 3.000 millones en crédito a personas.
Es líder en el sector agropecuario, con una cartera importante de US$ 1.000 millones y pico. Otra cartera importante es la institucional; el vínculo en general con las empresas públicas o con iniciativas, por ejemplo, en infraestructura en las que el banco participa financiando.
Necesitamos crecer en el sector de la industria —hay 17.000 pequeñas y micro industrias— y el comercio. Ahí viene el producto realmente fuerte para la plaza uruguaya que presentamos la semana pasada, BROU a Mano Comercios, que permite cobrar desde el celular, evitando, si se quiere, comprar o arrendar un POS. Está funcionando bien.
—Los últimos años fueron de ganancias récord para el BROU. ¿Qué importancia le da a que el banco obtenga utilidades significativas?
—Es muy importante. La utilidad del banco, lo que provoca, es la retribución al accionista, que es el pueblo uruguayo, es el Estado.
El año pasado hubo un componente fuerte de diferencia de cambio. Hubo un incremento importante del tipo de cambio en el segundo semestre y el banco tuvo un récord histórico de ganancias. También hay un resultado por valuación, que en 2024 fue muy grande, arriba de los US$ 200 millones en un resultado de US$ 700 millones. Entonces, veremos qué va a dar este año, pero esas cosas no dependen de nuestra gestión.
—¿Cuál es la proyección para este año?
—No creo que lleguemos a esa cifra, que estuvo influida por ese ajuste por valuación. Venimos bien en resultados propios de la gestión y eso nos deja muy tranquilos.
—Desde algunos bancos ven la actividad económica planchada. ¿Usted no percibe lo mismo?
—Nosotros tenemos un crédito bastante ágil, movido, y tratamos de colaborar con situaciones problemáticas. Por ejemplo, viene bien el proceso que se ha dado con Calcar de Tarariras. Porque muchas veces se habla de los cierres (de empresas)... El banco siempre está tratando, dentro de las normas bancocentralistas, de encontrar soluciones a las diferentes situaciones.
—Menciona la situación de esa industria láctea. También hay empresas de otros sectores en dificultades, como frigoríficos e incluso intendencias. ¿Está pegando en la cartera del banco?
—Son situaciones normales que se van dando por razones del mercado, muchas veces, por estrategias empresariales. Y bueno, para eso está el banco, en su rol, tratando de apoyar, en la medida de lo posible, a que se mantengan fuentes de trabajo, que, en definitiva, es el objetivo colectivo final.
En el caso de las intendencias, hubo tres que, en el pasaje de gobierno, quedaron con deudas, y en el caso de Salto se trabajó muy bien, coordinadamente; desde el banco le pusimos la mayor agilidad a los procesos para que la nueva administración pudiera tomar el nuevo crédito, digamos, y no hubiera dificultades en el pago de salarios. En Cerro Largo pasó algo similar, anticiparon el problema, pero no llegaron a tiempo, pero se está llevando adelante.
El resto de las intendencias, cada una utiliza lo que le llamamos el duodécimo (respecto de las transferencias que reciben del gobierno nacional) y desembolsan en la medida que necesiten.
—¿Esos énfasis que menciona para su gestión conducirán a un banco con mayor participación en el negocio?
—Sí, porque, además, con este cambio generacional que estamos viviendo, todo el tema de la digitalización lo asumen mucho más naturalmente. Me imagino y me gustaría tener un banco liderando en todos los sectores en el año 2030.
—El nivel de crédito en Uruguay ronda los 30 puntos del Producto Interno Bruto, un nivel comparativamente bajo. ¿El BROU se propone actuar para hacer crecer esa cifra?
—Toda nuestra voluntad está en hacer crecer eso. Hemos hablado con el presidente del Banco Central y estamos alineados en hacer crecer el crédito en pesos o en UI.
Tenemos una dificultad real, con un techo, que es el endeudamiento de las personas. Hay una iniciativa que se presentó por el Frente en el Parlamento que habrá que estudiarla; lo del plebiscito planteado en el período pasado no era bueno, pero el problema estaba y sigue estando. El programa que se hizo para limpiar deudas fue una buena experiencia pero acotada. Entonces, este es un tema relevante y estamos en las primeras conversaciones con diferentes organismos.
—¿Puede reflotarse en este período la idea de que el BROU absorba al BHU, que el gobierno anterior puso en consideración?
—Es un tema que no hay que descartar. Los cambios institucionales siempre hay que tenerlos en consideración cuando implican ventajas. Habrá que hacer un estudio acerca de esto.
Es cierto que hay una cierta complementariedad, porque el Banco República no tiene crédito hipotecario ni tiene posibilidad de tenerlo y el Hipotecario sí tiene ese cometido y esa expertise. Estamos teniendo conversaciones tanto con el Banco Hipotecario como con el Banco de Seguros para fortalecer nuestros productos para hacer sinergia. Esto es una buena cosa.
Pero (una absorción) habrá que estudiarlo. Cuenta con el lastre de que en el período pasado fue presentado de muy mala manera, tratando de solucionar un problema que no era todo el universo (de la población). Pero yo no la descarto. Habría que estudiarlo en profundidad.
—También el sindicato bancario, AEBU, planteó en la última campaña electoral la idea del “holding financiero del sector público”.
—Hemos hablado con AEBU sobre eso. Creo que estamos en esa misma línea.
(*) La versión original fue ajustada ya que, por error, se mencionaba a García como ligado al Partido Socialista, cuando en realidad dejó esa colectividad hace unos años para fundar junto a otros Plataforma y luego integrar el espacio Progresistas 76.