En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Cuando Ana Elena Lenoble y su esposo, Juan Manuel Mezzera, fueron a ver esa casa de dos plantas en Carrasco, ella enseguida supo que era allí donde quería vivir. Si bien el estilo de los interiores se alejaba bastante de lo que a la pareja le gustaba, Ana Elena tuvo una gran capacidad de proyección y visión a futuro.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Confió en que podría cambiar los colores vibrantes de las paredes originales por un clásico off-white, los pisos de layota anaranjada por piedras grises irregulares, mantener y aprovechar las partes de madera y, así, convertir esa casa en su hogar. Una de las cosas que más le gustó a la joven emprendedora fue la posibilidad de tener una casa de dos plantas en la que “se vive arriba”. Y es que no solo los dormitorios sino también la cocina y los baños principales están en la segunda planta.
La consola de lonja de tres metros de largo es una de las primeras cosas que llaman la atención en la recepción del hogar de la familia Mezzera Lenoble. Además, es una de las tantas piezas de Actitud Sur que se pueden encontrar en la casa. La marca es de su madre, Ana Arocena, y vende desde carteras y collares hasta almohadones, respaldos de cama, bancos y otros elementos de decoración.
El espejo que acompaña a la consola refleja la luz natural que entra por el gran ventanal que da al frente de la casa. La alfombra de piel estaba en la casa de su familia y fue parte del diseño del cuarto de Ana Elena y sus hermanas. Cuando ella se mudó con su pareja, quiso llevársela porque siempre le fascinó.
Casa Ana Elena Lenoble Carrasco (5).jpg
Ana Elena Lenoble colocó una fotografía gigante de seis caballos de su campo en el estar principal para sentirlos “cerquita”
Mauricio Rodríguez
Ellos y los caballos
Subiendo la escalera de la recepción, se encuentra el estar, donde los dueños de casa suelen pasar la mayor parte del tiempo junto con su hija. Una fotografía en blanco y negro con la imagen de seis caballos ocupa casi una pared entera. Es una foto sacada con celular e impresa en lienzo, con un marco negro. Los caballos son del campo de su familia, al que ella, por su trabajo, ya no puede ir tan seguido. Los quería “cerquita”, y allí están.
Debajo, el sillón y los almohadones aterciopelados en tonos de gris combinan con el cuadro. La mesa ratona de lonja y los banquitos forrados en cuero son otra insignia de Actitud Sur y otro pedacito de campo en la casa de Ana Elena y Juan Manuel. En una estantería, como adorno, la pareja ubicó unos cascos de bala dorados que pertenecieron al abuelo de él. Los detalles en ese color brillante son un patrón que se repite en varios sectores de la casa, así como el color rosa viejo de las banquetas. La frutilla de la torta de este ambiente es la estufa a leña recubierta en hierro.
Casa Lenoble 1.jpg
Mauricio Rodríguez
El estar se comunica con un cálido patio interno en el que se cambió la layota original por piso de piedra gris e irregular, para darle un estilo natural e imperfecto. En una de las paredes está la Virgen de la Macarena, regalo de una tía de ella. Encima, un farol que la casa ya tenía.
Casa Ana Elena Lenoble Carrasco (16).jpeg
Para la isla central y la mesada de la cocina se eligió un porcelanato blanco con vetas doradas, un detalle con brillo presente en varios lugares de la casa
Mauricio Rodríguez
Blanco, dorado, aterciopelado
El estar se comunica con una cocina a través de una arcada cubierta de madera, algo de la construcción original de la casa que los nuevos propietarios quisieron mantener. En el centro, una mesa alta tipo isla de forma rectangular con tapa de porcelanato blanco con vetas doradas. Del mismo material está hecha la mesada, que tiene terminaciones en bronce. Para mantener el estilo y dar unidad a la decoración de la casa, en la cocina se repiten las mismas banquetas aterciopeladas de color rosa viejo del estar, pero más altas. Otro elemento repetido en varios ambientes son las alfombras a rayas tejidas, que en realidad son ponchos que Ana Elena suele traer de distintos viajes.
Casa Ana Elena Lenoble Carrasco (11).jpg
Detalles en piel y lonja
Un respaldo de lonja corona la cama de dos plazas con colcha blanca y pie de cama en un tono beige. Entre los almohadones blancos, uno de piel marrón. Del techo cuelga una luminaria rústica, también de lonja, que deja al desnudo la bombilla de luz dorada con filamentos visibles.
El dormitorio de la bebé es cálido y luminoso. No solo por la luz natural que se cuela por la ventana, sino por los tonos tierra que eligieron para la cuna, la cómoda (tiradores de guampa) y otros detalles. En una pared, decoran tres cuadritos con animales que la madre de Juan Manuel pintó para su nieta.
Casa Ana Elena Lenoble Carrasco (17).jpeg
Mauricio Rodríguez
La “parte divertida”
A Ana Elena y Juan Manuel les encanta recibir a amigos y familiares, y eso se refleja en toda la planta baja, que es la “parte divertida” de la casa, según la madre de ella. En un sector se ubica la barra de lonja en la que se sirvieron los tragos de su casamiento. Detrás, un pintoresco horno de barro, además de heladera, refrigerador y todo lo necesario para servir un gran banquete.
Para su casamiento, las amigas de Ana Elena no tenían claro qué regalarle. Ella siempre quiso tener una mesa de pool, así que, con su diseño (en madera y paño negro), ese fue el regalo. Cuando el juego se termina, se colocan por encima unos tablones de madera que la convierten en una mesa tradicional.
Casa Ana Elena Lenoble Carrasco (14).jpg
Mauricio Rodríguez
Un sillón de cuero con almohadones hechos a partir de una alfombra persa que había sido de la abuela de Ana Elena invita a relajarse junto a una mesa ratona con algunos adornos originales. Uno de ellos son las asas de cuero con las que se recubre la pelota de pato, un tradicional deporte a caballo. En ese ambiente, la emprendedora decidió incluir un coffee corner para agasajar a sus invitados: una cafetera, unas tacitas y una pequeña planta sobre una consola igual a la de la recepción pero más baja.
Separado por una puerta corrediza hecha enteramente en lonja, se encuentra el taller en el que Juan Manuel pasa las horas. Es un “handyman”, según su esposa, y por eso tiene su escritorio y su tablero con decenas de herramientas colgadas. Frente al escritorio, una silla de cuero sobre un poncho que hace de alfombra son testigos del tiempo dedicado a una actividad que simplemente da placer.