La Asociación de Dirigentes de Marketing del Uruguay (ADM) conmemoró recientemente sus primeros 80 años de trayectoria. Bajo el eslogan “Haciendo que las cosas sucedan” y más presente que nunca, la institución se posiciona hoy en día como un pilar fundamental de la sociedad, al constituir una herramienta dinamizadora y facilitadora de los vínculos, que busca ser una figura integradora entre el sistema político, el cuerpo diplomático, las cámaras binacionales y el sector empresarial.
A lo largo de estas ocho décadas, ADM ha tenido como misión promover el intercambio de conocimientos y experiencias a través de almuerzos y desayunos de trabajos, congresos internacionales y actividades formativas, de manera de contribuir así al desarrollo económico y social del país, y fomentar el crecimiento y la profesionalización del empresariado uruguayo.
“Además de haber traído el marketing, lo que hace la asociación es fomentar la interrelación entre las autoridades de Uruguay y del mundo, eso es lo que nos hace sentir orgullosos”, afirmó Jorge Abuchalja, presidente de ADM.
—ADM conmemora 80 años de trayectoria. ¿Qué significa este hito y qué importancia ha tenido ADM para la sociedad, el sistema político y el empresarial?
—Cumplir 80 años es algo realmente importante en un país que de historia tiene más de 200 años. Es un tiempo bastante importante para que una institución se haya mantenido activa y tenido una trayectoria que le permita existir actualmente. Entonces, el orgullo es eso, el haber podido continuar con lo que unos cuantos hombres en 1944 comenzaron al iniciar un camino en conceptos que hasta entonces no eran tan conocidos. Porque esto empieza como Asociación de Jefes de la Propaganda. Pero después de la Segunda Guerra Mundial la propaganda se veía con un tono más político, entonces, pasa a ser la Asociación de Jefes de Publicidad. Y, en 1967, cuando viene el concepto de marketing —que es una ciencia aplicada que engloba los conceptos comerciales de transmisión del conocimiento—, se cambia por la Asociación de Dirigentes de Marketing. Entonces, si llegamos al año 2024 y nos retrotraemos a 1944, obvio que nos sentimos orgullosos de estos 80 años, pero lo más importante es lo que se ha hecho en ocho décadas.
—¿En qué se refleja su eslogan “Haciendo que las cosas sucedan”? ¿Cuál ha sido la misión de ADM durante esas ocho décadas de historia?
—“Hacer que las cosas sucedan” es un término muy aplicable a nuestro país, es una idea que surge cuando cumplimos 50 años. Eso es lo que hacemos y quedó como la referencia de la asociación. Cuando yo me incorporé, la sede estaba en la calle Ituzaingó y Sarandí, era una oficina de 44 metros cuadrados que tenía el baño, la biblioteca, la sala de almuerzos, un escritorio y una sala donde se daban los cursos de capacitación. Y con el aporte de los socios eso se transformó en la sede que tenemos hoy de 2.500 metros cuadrados en la calle Paraguay, donde tenemos, además, varias aulas para la capacitación que da ADM, un piso para la parte de administración y dirección y otro piso que se va a transformar en la biblioteca de la asociación.
—¿Qué eventos internacionales organizados por ADM destacaría? ¿Y qué almuerzos y desayunos de trabajo considera que han sido los más relevantes?
—En 1991, cuando se crea el Mercosur, nuestra asociación inmediatamente tomó contacto con las asociaciones similares de Argentina, Paraguay y Brasil. Juntamos a las asociaciones que tenían capacitación para hacer Mercosur educativo, marcamos nuestras reglas y viajamos indistintamente a los países miembros para contactarnos con diferentes personas y promover el Mercosur. Y una de las reuniones más importantes se hizo en Curitiba. Invitaron a los cuatro presidentes de los países del grupo, participaron todos excepto el presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, y en su lugar viajó el ministro de Industria, Energía y Minería. Todo ese proceso forma parte de lo que hacía ADM. En Miami estuvimos reunidos con el presidente de Cuba en el exilio, Jorge Mas Canosa, y llevamos adelante el proyecto Bush para las Américas con los países miembros del Mercosur. Eso es “haciendo que las cosas sucedan”. Hicimos seis congresos de gestión de marketing empresarial e invitamos a exponentes de todo el mundo, a presidentes de otros países y a personalidades destacadas. Cuando hicimos la gala, que pasaron todos los nombres de las personalidades que recibió la institución durante tantos años, realmente fue muy emocionante. Hicimos seis congresos internacionales, hicimos el primer Congreso Iberoamericano de Convergencia Empresarial con expositores de Argentina, Estados Unidos, Brasil y Paraguay en Miami, donde me condecoraron como ciudadano ilustre y me dieron la llave de la ciudad. También hicimos cinco Marketing Day en el Radisson con una afluencia de jóvenes. Hemos hecho muchos eventos y todos ellos tendientes a enseñarle a la gente la posibilidad de pensamiento de otra gente, de otros países con otro desarrollo y otra dimensión. Porque cuando decimos que Uruguay tiene 18 habitantes por kilómetro cuadrado, uno dice que en este país no puede haber pobres, que todo el mundo tiene dos casas. Hoy, casi todo el mundo tiene auto, todo el mundo se traslada, hay más autos que gente, entonces, en este país se vive muy bien, aunque no lo reconozcamos. Pero eso es la construcción de este país, y la institución siempre acompañó a los gobiernos sin mirar el color. En nuestra institución no se hace política. Cada socio hace la política que él quiera, pero como institución no nos pintamos de ningún color. Eso nos permitió tener muy buen relacionamiento con todos los gobiernos, y estos eventos fueron posibilitando que nuestros empresarios y nosotros mismos fuéramos incorporando culturas y pensamientos de otros empresarios que están muy metidos en el marketing. Hoy, orgullosamente podemos decir que trajimos el marketing, y hoy hay analistas en marketing, técnicos, licenciados, magísteres y doctores en marketing, algo que en este país no existía. Y con el acercamiento y la amistad que teníamos con todos los presidentes, los fuimos invitando a nuestros eventos con la finalidad de que nuestra población pudiese tener un acercamiento directo con las autoridades, ministros de Estado, senadores y presidentes. Ese acercamiento lo que hace es darles a los uruguayos la confianza de poder estar y escuchar gente que vive en otros países con otras dimensiones. También generamos un vínculo con las embajadas, al punto tal de que muchos de los embajadores que se retiraban los nombramos embajadores de ADM. Tenemos embajadores de ADM en China, en Estados Unidos, en Argentina... En cuanto a nuestros almuerzos de trabajo, es ese vínculo lo que nos ha permitido generar cantidad de conferencias con la finalidad de instruir, de conocer y de poder preguntar sobre temas que interesan y que no necesariamente una autoridad tiene tiempo de responder en una entrevista. Ese vínculo es lo que ha generado nuestra institución. Uruguay ingresó a la Corporación Andina de Fomento (CAF) a través de ADM. Este tipo de cosas es lo que hace la asociación: además de haber traído el marketing, lo que hace es fomentar la interrelación entre las autoridades de Uruguay y del mundo, eso es lo que nos hace sentir orgullosos.
—Hace pocas semanas se celebró la gala aniversario de ADM en el Auditorio Nacional del Sodre. ¿Por qué decidieron llevar adelante este evento y qué significó para ustedes la presencia de tantas autoridades, entre ellas el presidente de la República?
—Hacer una gala por el 80º aniversario me parece que corresponde. Fue una decisión del consejo directivo, cosa que nos pareció a todos una muy buena sugerencia. El Sodre es un lugar maravilloso, tanto el Sodre como el Solís son lugares emblemáticos. Y esta gala tenía como particularidad recibir a los socios y amigos de nuestra institución. Fue a sala llena, cosa que es un reconocimiento al trabajo de la asociación, pero, además, tuvimos oportunidad de tener la música de la Orquesta Juvenil del Sodre, y de contar con la presencia de autoridades uruguayas y representantes de otros países. Fue un broche de oro, una suerte de halago y de reconocimiento a todo el trabajo que hacemos diariamente en todos estos años.
—En el primer semestre del año se realizó un ciclo de Desayunos ADM con los precandidatos a las internas y ahora se vienen nuevos eventos camino a las elecciones nacionales. ¿Qué rol ha tenido históricamente ADM en las campañas electorales?
—Acercarle a nuestra gente, socios y amigos la posibilidad de estar frente a los precandidatos para escuchar en forma directa cuál es su pensamiento, qué es lo que proponen para que los elijamos, y los socios tienen esa posibilidad. En vez de escuchar versiones parciales o leídas en prensa, lo tengo presente y puedo preguntarle lo que me interese. Ese es el motivo de la institución, interrelacionar a todas las partes que componen el perfil empresarial de nuestro país. Y ahora estamos haciendo almuerzos de trabajo con los candidatos a la presidencia de la República. Ya estuvieron Pablo Mieres y Andrés Ojeda, ahora va a venir Guido Manini Ríos, después va a venir Yamandú Orsi y, por último, Álvaro Delgado. En el medio va a venir la ministra de Industria, Energía y Minería, que representa un tema también crucial para nuestro país. Entonces, acercar eso en un ámbito reducido es un gran aporte, el tener esa posibilidad de estar en contacto. Acá no hay banderas de ningún tipo, son los candidatos que forman parte de la dirigencia de nuestro país. También nos juntamos con las cámaras empresariales; soy miembro de la Cámara de Comercio y Servicios, y somos amigos con la Cámara de Industria, con la Asociación Rural, con la Federación Rural, con todas las cámaras. Esa interrelación es lo que ocupa a ADM, y creo que el aporte no ha sido en vano; de lo contrario, no podríamos estar cumpliendo 80 años de historia.
—¿Considera que los líderes ven a ADM como una mesa de examen?
—El presidente de la República dijo eso, que ir a ADM es una mesa de examen porque es un público exigente, y eso está bueno porque todos quienes participamos vamos con una premisa: esto es en serio. Vamos a escuchar atentamente lo que dice cada uno y de ahí sacamos nuestras conclusiones y nuestros aportes para aplicarlos en nuestras empresas. Eso es lo que me parece importante, el gran respeto por la institución, porque no existe en ningún país del mundo una institución que logre la convocatoria que logramos y las figuras que pasan por cada uno de nuestros eventos. Y algo que no es un tema menor: la asociación tiene un consejo directivo de nueve titulares y nueve suplentes, pero nos reunimos los 18. Además, tiene la Comisión Fiscal con titulares y suplentes que también se reúnen periódicamente, y también tiene el órgano de honorables, que son 15 personas destacadas con las que también nos juntamos para recibir cuáles son sus aportes. ADM también apoyó el nacimiento de la Universidad de la Empresa, entonces, si juntas todo lo que ha aportado y aporta periódicamente, vale la pena tener 80 años de historia.
