Dejándolos fuera, desde el inicio de operación de cada uno de estos aeropuertos en el interior hasta mayo pasado se registraron 9.444 partidas o arribos de vuelos (“movimientos”) que transportaron 18.566 pasajeros en total, según datos oficiales.
En los primeros cinco meses del 2025 el Aeropuerto Internacional Nueva Hespérides de Salto tuvo 415 movimientos y 2.536 pasajeros, mientras que en Carmelo fueron 652 y 1.111, respectivamente. Son los que tienen la mayor operativa y muestran un “crecimiento sostenido” desde su apertura, por lo que sus desempeños “superaron las expectativas”, dijo a Búsqueda el gerente de Operaciones y Experiencia de Aeropuertos Uruguay, Federico Cabrera.
“Hay primeros indicios alentadores que refuerzan la idea de que la conectividad aérea puede ser una gran aliada del desarrollo turístico, pero aún es muy pronto para evaluar el impacto. Los cambios sostenidos llevan tiempo, es fundamental dar espacio a la consolidación operativa”, remarcó el ejecutivo.
Contextos particulares
El perfil de los pasajeros es variado. Algunos viajan por turismo o por motivos laborales y comerciales, pero también se realizan vuelos sanitarios, de emergencia, de seguridad, de “bautismo”, de instrucción y fumigación.
Más allá de las obvias diferencias en la cantidad de vuelos de cada aeropuerto por las fechas dispares de apertura, para Cabrera hay factores relacionados a la ubicación y el contexto de cada departamento que inciden en las cifras.
Carmelo tiene un flujo “muy predominante” con Argentina por su ubicación sobre el litoral, y el pasado octubre Salto logró una ruta comercial a Montevideo con una duración de 50 minutos y dos frecuencias semanales de la mano de la aerolínea Paranair. En Paysandú hubo un “despegue de movimientos” en torno a las actividades de la Semana de la Cerveza, y sus cifras acumuladas desde el comienzo del año fueron de 357 movimientos con 388 pasajeros a bordo.
En otros casos, según el gerente de Operaciones y Experiencia de Aeropuertos Uruguay, existen “factores de contexto más desafiantes”. Durazno inauguró hace apenas unos meses con 113 movimientos y 134 pasajeros hasta el momento. Rivera, con 136 movimientos y 652 pasajeros desde enero, “aún está impactado” por el cierre prolongado del Aeropuerto de Porto Alegre, situación que postergó “parte del potencial de desarrollo previsto”. El año pasado había logrado atraer a “visitantes de toda la región” por la celebración del Rivera Vuela, primer festival aeronáutico del Mercosur.
Respecto al aeropuerto de Melo, activo desde octubre con 195 movimientos y 259 hasta mayo del 2025, Búsqueda no pudo obtener mayores detalles. Funcionarios de la Intendencia de Cerro Largo comentaron que hay problemas de comunicación y que “hace meses” no reciben noticias del desempeño de la terminal.
En cuanto a las rentabilidades, y sin declarar montos, Cabrera dijo que los aeropuertos de Carrasco y Punta del Este son los que contribuyen a “sostener aquellos con menor movimiento”. No obstante, remarcó que estos últimos son “de alto valor estratégico para el país” y que junto con el resto funcionan bajo “un modelo probado globalmente”, donde “el foco no es la rentabilidad individual sino el funcionamiento como sistema en su conjunto”. En este sentido, hablar de rédito económico “sería apresurado”, consideró.
El potencial de desarrollo “es mayor” a partir de la implementación de la política de cielos abiertos impulsada por un decreto aprobado en marzo pasado. Cabrera valoró que el caso de Salto “es un claro ejemplo” y, por ende, la medida “será un punto de inflexión” por “conceder libertades del aire a los aeropuertos del interior”. Eso “abre nuevas oportunidades, facilita la instalación de nuevas aerolíneas y la apertura de rutas”, sostuvo.
Sobre la generación de empleo para las distintas localidades, cada aeropuerto cuenta con un equipo base compuesto por entre siete y diez personas dedicadas a la operación y el mantenimiento de la terminal. Se suman trabajadores propios de la comunidad aeroportuaria; funcionarios de Migraciones, de Aduanas, policía aérea, operadores privados, servicios tercerizados y proveedores locales. Además, desde las áreas corporativas hay equipos dedicados al soporte técnico, administrativo, de comunicación, jurídico y de desarrollo comercial. “Esto amplía significativamente la cantidad de personas que trabajan en torno a cada aeropuerto”, valoró Cabrera.
Negocios y turismo de nicho en Salto
La recuperación de la conectividad doméstica de Salto con Montevideo dio lugar a “acuerdos con servicios de transporte local”, afirmó el ejecutivo.
La presidenta de la Comisión de Turismo del Centro Comercial e Industrial de Salto, Flavia Lavecchia, señaló a Búsqueda que si bien la actividad del nuevo aeropuerto recién está “en sus arranques”, ya está logrando acercar a la capital para el desarrollo de negocios y turismo.
“Los productores de citrícolas y los ganaderos me decían que los especialistas y técnicos no querían venir a Salto, que preferían encontrarse en Montevideo, o sea que ni siquiera terminaban conociendo los establecimientos, ni las plantas de packing ni los frigoríficos”, recordó. “Los dueños y accionistas de empresas grandes de Salto —como la citrícola Frutura— hoy visitan sus empresas, sus familias hacen termas y ellos trabajan”, agregó. La nueva línea llevó a un movimiento de negocios “que realmente se ha sentido” y “sin duda es un éxito”, sostuvo Lavecchia.
En cuanto a la recepción de turistas, los hoteles cinco estrellas all inclusive “están trabajando muchísimo con el tema del avión”, celebró. El nuevo aeropuerto está atrayendo de forma “impresionante” actividades “de nicho”; un ejemplo son los deportistas de la pesca de dorado “de cierto nivel socioeconómico” que “no querían hacer los 500 kilómetros en auto”. También está ayudando a desarrollar el turismo wellness vinculado a la salud y el bienestar —como centros termales— y con importante recepción de adultos mayores. “Esa gente había dejado de venir y hoy retomó, porque está con más años, porque dejó de venir por la pandemia y porque hoy, al tener la aerolínea, hace todo en dos horas”, agregó la directiva del Centro Comercial salteño.
La línea a Montevideo también está siendo “una atracción en sí” para familias que nunca tuvieron la experiencia de viajar en avión. Dicen: “‘Me encantaría ir en el avión, vengo tres veces más en ómnibus y para la cuarta empiezo a analizar la posibilidad de ir en el avión’. Es un proceso lento, pero realmente exponencial”, cerró.
El ministro de Turismo, Pablo Menoni, dijo en mayo en el diario sanducero El Telégrafo que la línea Paranair “ha sido medianamente exitosa”, pero que hay una conversación “pendiente” con la compañía para ver las posibilidades de aumentar la frecuencia.
Carmelo y sus aterrizajes privados
El aeropuerto de Carmelo es de “baja escala”, definió Andrés Castellano, presidente de la Asociación de Desarrolladores y de la Asociación Turística de Colonia. La pista “no tiene capacidad” para, por ejemplo, bajar aviones comerciales del porte de un chárter 737, pero sí para vuelos privados, que “dinamizan el turismo de alto poder adquisitivo” y absorben hoteles de lujo, como Carmelo Resort y Narbona Carmelo. Este nuevo flujo de pasajeros que “viene en crecimiento” también parece dinamizar la llegada de inversiones de argentinos en búsqueda de campos o propiedades en la zona de Colonia Estrella, cercana a la ciudad de Carmelo.
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El entonces presidente Lacalle Pou, cuando se puso la piedra fundacional del nuevo aeropuerto de Carmelo, en 2022
Puerta del Sur
Un objetivo para los operadores del turismo coloniense es captar operadores que posean aeronaves de turbohélices de hasta 50 pasajeros para vuelos comerciales. Esto permitiría apuntalar el turismo proveniente del sur de Brasil y del litoral argentino. La aerolínea brasileña Azul podría ser una candidata pero, para Castellano, se necesitaría un “apoyo ministerial” y un “acuerdo nacional” detrás porque Carmelo, solo como destino, “es muy difícil” que resulte “atractivo para que una aerolínea haga el esfuerzo de venir”.
El otro aeropuerto internacional del departamento, más cercano a Colonia del Sacramento, “no recibió la inversión privada” que tuvo el de Carmelo, comentó el representante empresarial. Si bien “es viejo y hay que hacerle inversión en infraestructura”, la pista “es un poco más larga” y el predio permite extenderla, algo que, entiende, no es el caso de la terminal carmelitana.
Además, la capital departamental tiene “más infraestructura hotelera y gastronómica” para absorber la demanda. “Fue una decisión de las autoridades del gobierno anterior, y nos parece bien, pero también nos hubiera gustado tener los dos” terminales, señaló Castellano.
Fuera del “radar”
Fabián Padula, directivo del Centro Comercial e Industrial de Durazno, dijo a Búsqueda que el aeropuerto de Santa Bernardina aún “no se ha movido prácticamente nada”.
Las obras de modernización culminaron en febrero y ahora se está desarrollando una nueva etapa enfocada en “consolidar la operativa, potenciar el desarrollo y trabajar en conjunto con los actores locales para potenciar el crecimiento regional”, aclaró Cabrera.
Los actores vinculados a la logística y el transporte tienen “expectativa” y están “a la espera” de la concreción de proyectos que “puedan movilizar la industria de la logística por la ubicación y la interconectividad que hay entre rutas 5 y 14”, señaló Padula. Por ahora parece un punto “desconocido” o que tal vez “no está en el radar de las empresas de Durazno”, consideró.