La calificadora de riesgo FitchRating ratificó este viernes la nota “BBB” a la deuda de Uruguay y su perspectiva “estable”, en un entorno de “amplia continuidad política” tras el cambio de administración.
La agencia estima que la deuda pública bruta aumente en el mediano plazo debido a los déficits fiscales más amplios y a la indexación de la mayor parte del endeudamiento en moneda local
La calificadora de riesgo FitchRating ratificó este viernes la nota “BBB” a la deuda de Uruguay y su perspectiva “estable”, en un entorno de “amplia continuidad política” tras el cambio de administración.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá“El nuevo gobierno no ha anunciado planes para implementar reformas audaces, sino que priorizará los esfuerzos para impulsar el crecimiento económico y la competitividad, así como para aumentar el gasto en protección social y seguridad pública. Las restricciones fiscales representan un desafío para la agenda”, señaló en su comunicado.
La ratificación de la calificación se produce en momentos en que el sistema político discute el proyecto de Ley de Presupuesto quinquenal.
Después de observar que el déficit fiscal creció al inicio de este año por encima de los niveles que se habían previsto durante la administración anterior, el nuevo Poder Ejecutivo presentó un proyecto de Presupuesto quinquenal planificando una senda de consolidación fiscal centrada “principalmente en un aumento del 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB) en los ingresos. Este aumento se derivará principalmente de la implementación del impuesto mínimo global y una mejor administración tributaria. Se espera que el gasto crezca en línea con el PIB nominal durante su mandato de cinco años, incluyendo un gasto social y de capital adicional moderado para cumplir las promesas de la campaña electoral”.
En ese sentido, Fitch asume un déficit del 4,1% del PIB en 2026, en línea con lo proyectado en el Presupuesto, y pronostica que la consolidación fiscal gradual “comenzará en 2027, aunque a un ritmo algo más lento (3,8% del déficit del PIB neto de ‘cincuentones’, frente al 3,5%), dado un crecimiento más lento que el proyectado por las autoridades y menores aumentos (de ingresos) derivados de las medidas de recaudación”.
Con ese escenario, la agencia espera que la deuda pública bruta aumente en el mediano plazo debido a los déficits fiscales más amplios y a la indexación de la mayor parte del endeudamiento en moneda local. Incluyendo los bonos de recapitalización del Banco Central, en la proyección de Fitch la deuda bruta alcanzaría al 69% del PIB en 2027, por encima de la mediana de países calificados como “BBB”, que es del 60%.
El comunicado aclara que el “ancla” prevista con los cambios a la regla fiscal propuestos en el Presupuesto está definida en base a la deuda neta del gobierno central y el Banco de Previsión Social y la sitúa en 65% del PIB.