La idea es seguir sumando propuestas, incluso con especiales de edición limitada, como los choripanes que lanzaron para el 18 de julio.
Tristán Narvaja 1648 esq. avenida Uruguay, Cordón. De lunes a sábados de 9 a 19 h, domingos de 9 a 17 h.
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Valentina Weikert
Abasto, entre la parrilla y la cocina
En la esquina de Salto e Isla de Flores, una antigua carnicería de barrio volvió a llenarse de vida. Allí funciona Abasto, la parrilla de Gere Tambasco y Mathías Ramírez. El proyecto, que abrió sus puertas el 20 de junio, conserva buena parte de la estética original del local, la puerta de hierro, el techo completamente revestido en azulejos blancos, las persianas de reja, e incluso la puerta de entrada a la cámara frigorífica, que ahora conduce a los baños. El resultado es un espacio con carácter pero integrado al barrio Palermo, ya que por fuera mantuvieron la estética del edificio, los colores y la pintura.
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Valentina Weikert
La propuesta busca reinterpretar la parrilla desde un lugar más amplio, con un clima ameno, familiar y joven. “Queremos que la parrilla conviva con la cocina”, aseguran. La carta es corta y rotativa. “Tenemos pocos cortes porque queremos tratarlos mejor, así que vamos a ir cambiándolos en la carta”, explican sobre los cortes de parrilla que combinan con platos de cocciones largas, fondos trabajados y sabores profundos. Entre los principales cortes, destacan la entraña, el asado, la costilla redonda y preparaciones que apelan a la memoria, como el matambre a la leche o el borde de lasaña, una versión que ofrece una mayor proporción de la parte crocante tan buscada del clásico italiano.
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Valentina Weikert
Las entradas incluyen croquetas de morcilla, empanadas de vacío braseado, provolone con mermelada de tomate y romero, entre otras. Hay algunas opciones, como el plato de vegetales, que contemplan a aquellos que no comen carne. El recorrido se completa con postres caseros a cargo de Camila Gancio, creadora de Camomila Pastelería, que también van rotando. Desde el flan extracremoso cocido a baja temperatura hasta el tiramisú y el chajá de corte, todos mantienen la lógica de ser sabores reconocibles, ejecutados de una forma que sorprende al probarlos.
Salto 1050 esq. Isla de Flores, Palermo. Miércoles a viernes de 19.30 a 0 h, sábados de 12 a 16 y de 20 a 0 h, domingos de 12 a 16 h. Reservas por WhatsApp al 099 240 842.
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Adrián Echeverriaga
Bisiesto, para disfrutar sin apuro
Detrás de Bisiesto están Jessica Parnas y su madre, Yazmin Werba, cocineras y socias que trabajan juntas desde hace casi 15 años. Con la cafetería Hoy te Quiero consolidada, decidieron crear un concepto diferente, apuntando al restobar, con esencia mediterránea y sabores de todo el mundo. Las cocineras comparten, además de ADN, pasión por la combinación de recetas y sabores familiares con nuevas técnicas y tendencias.
La idea de este restaurante es que cada visita sea tan especial como lo es un año bisiesto para quien cumple un 29 de febrero. El espíritu de generar un momento que se detenga en el tiempo también se refleja en la ambientación, pensada por el estudio argentino Vang y ejecutada por Una Studio en Montevideo. El local, ubicado en una casona de Punta Carretas, conserva parte de sus muros originales intervenidos por artistas y combina elementos nobles y llamativos, como una barra de mármol rojo con la cocina a la vista. El espacio se completa con un patio abierto donde conviven una fuente con azulejos pintados, un gran nogal y mesas al aire libre, un pulmón verde en medio de la ciudad.
La propuesta gastronómica nocturna gira en torno a platos para compartir. La carta cambia con las estaciones, aunque hay clásicos que se mantienen. El shish kebab, de carne con pan de pita casero, tahine y especias de Medio Oriente, y el carpaccio de berenjenas al carbón con queso feta, dátiles y granada están entre los más destacados. La carta de coctelería está compuesta por tragos modernos de inspiración mediterránea y los clásicos de siempre.
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Adrián Echeverriaga
Abre de lunes a viernes, almuerzo, merienda y cena, y los fines de semana desde el brunch. Además del restaurante a la carta, se generan experiencias, como café raves con DJ y menús especiales buffet en el patio, entre otras.
José Ellauri 862, Punta Carretas. De lunes a viernes de 12 a 23 h, fines de semana desde las 11 h. Reservas por Maitre o al teléfono 2711 2471.
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Adrián Echeverriaga
Café Paraíso, la elegancia de lo simple
Tres socios con trayectorias distintas pero complementarias —Francisco Supervielle, barista y tostador; Mauricio Olivieri, cocinero, y Gastón Labarthe, en la gestión administrativa— dieron vida en enero a Café Paraíso. El proyecto abrió sus puertas con la convicción de que un café de especialidad podía convivir con una cocina de nivel, cuidada y con identidad propia.
El local funciona de lunes a sábado, de la mañana a la tarde, y fue creado como un espacio diurno, más allá de que abra sus puertas puntualmente para propuestas nocturnas. Se puede disfrutar desde desayunos con yogur, granola y miel caseros, panes de masa madre y laminados elaborados a diario hasta almuerzos que cambian según la estación, con sopas frías en verano o platos más sustanciosos en invierno, pasando por meriendas que combinan pastelería con el café que los distingue. Aquí todo intenta ser familiar sin dejar de ser original.
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Adrián Echeverriaga
El café protagonista en desayunos y meriendas también acompaña la experiencia del almuerzo, dando ese último sabor en boca que da por terminado el espacio de disfrute antes de seguir con las actividades diarias.
La ambientación del local, realizada por el estudio de arquitectura y diseño Mola Kunst, refleja la intención de que todo sea lo mejor que pueda llegar a ser y de volver a lo clásico. La barra de hormigón y el banco verde, ambos de 12 metros de largo, refuerzan la profundidad del local. La exposición de la pared principal de piedra deja en evidencia la antigüedad de la construcción de mediados del siglo XX.
La identidad gráfica y tipografía de la grifa en cursiva es un guiño a los cafés clásicos y busca recuperar la elegancia de lo simple y lo bien hecho.
Constituyente 1866, esq. Yaro, Cordón. De lunes a sábados de 9 a 19.30 h. No toman reservas. Instagram @cafeparaisouy
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Adrián Echeverriaga
Pulpo, buenas pastas y ricos tragos
En Charrúa y Pablo de María, pegado a Baker’s, abrió Pulpo, un bar de pastas que rompe con los códigos tradicionales. El espacio, con diseño de Narciso —el mismo estudio de diseño de interiores detrás de DeGuarda y Flora—, apuesta a un público de entre 30 y 50 años que busca experiencias gastronómicas actuales.
La idea surgió de una carencia. “Faltaba un lugar de pastas con un perfil más moderno, que hablara a otra generación”, dice Andrés Rubino, que está detrás de la propuesta, junto con su socio, el bartender Agustín Enríquez, que también es su socio en Baker’s.
El salón, que tiene capacidad para unas 30 personas, trabaja por turnos y tiene un detalle clave, una barra que define el espacio donde se amasa, prepara y corta la pasta en vivo. Además de poder sentarse en la barra a comer y observar cómo se cocina, no hay un vidrio que separe, así que también se puede hablar con quien esté elaborando. Hacia la calle hay un ventanal que da la posibilidad de observar desde fuera. El llamador funciona, más de uno se acerca atraído por lo que ve. En más del 90% de los servicios alguien trabaja la masa frente al público. Es habitual que ese lugar sea ocupado por el cocinero argentino, radicado en Uruguay y especializado en pasta Ezequiel Centeno.
Cuando se llena, la movida se desborda hacia la vereda y hasta el salón de Baker’s, aprovechando la ventaja de tener la cocina en común.
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Adrián Echeverriaga
La carta se estructura en torno a pastas frescas, como bucatini, tortelloni de ricota y manteca de salvia, caramelos de osobuco braseado y mafaldine, por mencionar algunas de las opciones. Se acompaña con entradas, como la mortadela con cremoso de queso de cabra y pesto, o la milanesa de berenjena ahumada en panko. Para beber se apuesta a la coctelería con o sin alcohol y, aunque aseguran que al principio el maridaje generó dudas, cada vez más personas se animan a reemplazar el vino por combinados frescos y creativos. Los dulces son pocos pero buenos. Actualmente la carta —que es estacional— incluye flan de coco y cremoso de chocolate amargo con helado del día
Sus dueños sostienen que el público es mayoritariamente femenino y joven, y que la propuesta tomó notoriedad en redes. A pesar de que los socios no usan TikTok, les han comentado que Pulpo circula allí con fuerza. El nombre, elegido simplemente porque sonaba bien, no estaba registrado y se desmarcaba de la italianidad típica del mundo de la pasta, resultó ser un acierto, llamativo, provocador y en sintonía con esta nueva manera de salir a comer pasta.
Charrúa 2054 esq. Pablo de María. Miércoles a sábados de 20 a 0 h, sábados y domingos de 12 a 16 h. Reservas por Meitre.
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Adrián Echeverriaga
Bardo, comida sencilla pero bien ejecutada
Pensando en el desorden que queda sobre la mesa luego de una buena comilona y en el caos que, más allá de la estructura, se puede desatar en una cocina de restaurante, los gastronómicos Patricia Parao y Matías Faroppa concretaron el sueño de tener su primer restaurante juntos. Ellos mismos acondicionaron el local, con una estética que fusiona lo moderno con lo industrial. El negro predomina en la ambientación y se equilibra con materiales nobles, como la madera original de pisos y aberturas. A eso sumaron el trabajo con el estudio de diseño Benteveo en la parte gráfica y llegaron al logo de bardo en azul vibrante.
Bardo abrió sus puertas al público hace cinco meses en el barrio Punta Carretas. La filosofía del lugar es cocinar lo que les guste cocinar, sin pensar en propuestas orientadas a un tipo de público, sino disfrutar de la libertad de cocinar lo que sea, potenciando las fortalezas de la pareja de cocinero y pastelera. El único limitante autoimpuesto es que todo se elabore y cocine puertas adentro.
La carta del restaurante, en la que algunos platos van cambiando, tiene algo de tapeo español, siempre alguna sopa, a veces un sándwich del día, un plato de olla para cucharear y distintas opciones que hablan de la herencia cultural como descendientes de migrantes europeos de los cocineros y el paladar uruguayo en general. Son platos sencillos pero bien ejecutados, sin nombres rimbombantes. A eso se suma una propuesta fuerte de cafetería, con una panadería y pastelería artesanal muy cuidada, que también va cambiando pero mantiene algunas preparaciones insignia, como la tarta vasca con compota de frutos rojos, a pedido del público.
Coronel Mora 631, Punta Carretas. De miércoles a domingos de 10 a 20 h. Cenas jueves, viernes y sábados de 20 a 23 h. Reservas por WhatsApp al 099 867 487 o a través del instagram @bardo.uy
Pompier, lo que quieras cuando quieras
En Carrasco Valley, donde durante décadas funcionó el cuartel de bomberos de Carrasco, abrió en mayo Pompier, el nuevo proyecto gastronómico de Juan Pablo Clérici y Roberto Behrens, también responsables del clásico Café Misterio. El nombre —que en francés significa “bombero” y se pronuncia sin la erre final— hace referencia a la historia del predio.
La propuesta pensada para el día, con un espíritu relajado y fresco, apela a que no a todos nos gusta lo mismo, de la misma forma y en el mismo momento y propone una solución: un lugar abierto todos los días donde podés comer lo que quieras cuando quieras. Si querés un brunch a las seis de la tarde o un almuerzo a las 10 de la mañana, Pompier es el lugar, no hay reglas, todo está bien a cualquier hora. De esta forma la propuesta complementa a la de su local hermano, Café Misterio, que apunta más específicamente a almuerzo y cena, con énfasis en lo nocturno.
Clérici explica que lo que debería suceder en Pompier es que en la misma mesa convivan un café, una pizza, un pedazo de pescado, una pasta. Que sea un lugar de libertad, con comida sencilla y muy práctica, al que la gente se acerque a pasarla bien.
Con una gran barra que a veces oficia de mostrador para multiplicidad de platos, Pompier ocupa un espacio de cerca de 300 metros cuadrados, entre interior y exterior. Fue adaptado desde cero por sus dueños teniendo en cuenta materialidad, texturas y colores para transformarlo en un lindo punto de encuentro.
El menú acompaña los distintos momentos del día: desayunos, almuerzos, pausas a media mañana o meriendas prolongadas. Con esto busca instalarse en la rutina de vecinos y visitantes de Carrasco, ofreciendo una estética cuidada y servicio ágil.
Sin campañas de inauguración ni grandes anuncios, el boca a boca alcanzó para que la demanda surgiera y se consolidara rápidamente como parte del circuito gastronómico del barrio.
Costa Rica 1740, Carrasco. De lunes a sábados de 9 a 21 h y domingos de 9 a 17 h.