Apuntes de un aficionado al vino: sobre el syrah Montes Alpha

A este vino siempre lo relojeé, pero las tres lucas me asustan. Pero, como quien no quiere la cosa, se apareció en mi carrito, se nota que andaba dulce de billete, se escapó de mi radar bolsillesco. No decepcionaron el gasto ni la elección.

Domingo de noche, polenta al horno, andaba solo, quedó la mitad, fue para la heladera. El lunes tocaba ejercicio, y mi religión no me permite tomar, pero los martes “ni te cases ni te embarques…”, aunque nada dice el dicho de terminar lo comenzado. Así que abro la heladera y el vino mira como diciendo “vamos a terminar el asunto”. Qué sorpresa, estaba mejor, más fresco, redondo, muy agradable. Cómo me gustan estos vinos, nobles, bien hechos, con mucha estructura, pero amables, muy equilibrados.