Pocas cosas son más reconfortantes que las sopas. En invierno me encanta tener algunas en el freezer para cuando queremos algo calentito, pero estamos sin ganas de cocinar.
Una sopa simple, sabrosa y perfecta para el invierno
Pocas cosas son más reconfortantes que las sopas. En invierno me encanta tener algunas en el freezer para cuando queremos algo calentito, pero estamos sin ganas de cocinar.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEsta sopa es lo máximo porque lleva dos ingredientes y queda deliciosa. Lo interesante en este caso es usar el puerro como sabor más intenso y la papa como espesante, para que quede bien cremosa. Pero se puede hacer con millones de otras combinaciones, como boniato y cebolla, zapallo y verdeo, brócoli y papa, y muchas más.
Para 4 personas
4 varas de puerro bien lavadas; parte blanca y verde cortadas en sesgo fino
2 papas medianas peladas y cortadas en cubos
Sal, pimienta
Caldo de verduras casero o agua
1 hoja de laurel
Aceite mezcla
Aceite de tomillo y limón
1 pechuga de pollo cocida y deshilachada
Crocante de panceta
También podés ponerle crocantes de pan, la parte verde del puerro dorada, hierbas frescas, frutos secos o el queso que quieras
Primero lavamos las papas y los puerros. Al puerro lo separamos por la parte verde y la parte blanca, la blanca la cortamos en sesgo grueso y la parte verde en sesgo fino. Las papas las pelamos y cortamos en pedazos grandes.
En una olla grande ponemos un poco de aceite mezcla, lo dejamos calentar y salteamos la parte verde del puerro. Cuando esté dorado pero aún bien verde, lo sacamos de la olla y reservamos en un bowl para usarlo después al terminar la sopa.
Agregamos un poco de aceite mezcla a la olla y la parte blanca del puerro, y dejamos dorar mezclando de tanto en tanto hasta que quede bien caramelizado. Agregamos la papa cortada, sal, pimienta, el laurel y el caldo o agua hasta cubrir.
Bajamos el fuego y dejamos cocinar hasta que la papa esté bien blanda. Si vemos que se evapora mucho el líquido, podemos agregar más para que no quede tan espesa. Luego sacamos el laurel y mixeamos o pasamos por licuadora hasta que la sopa quede bien cremosa, homogénea y sin pedacitos de vegetal. Revisamos cómo está de sal y pimienta y corregimos si es necesario.
La servimos en un plato hondo o sopera grande para compartir con la parte verde del puerro por encima, que le aporta otra textura, el aceite de tomillo y limón, la pechuga de pollo deshilachada y el crocante de panceta.
Del libro En tu casa, Editorial Grijalbo, Penguin Random House.