Malfatti de espinaca, la versión de Lucía Soria de los ñoquis “mal hechos”

Para la masa:

1 huevo

100 g de harina

50 g de parmesano rallado

Sal, pimienta, nuez moscada

Para cubrirlos:

Crema

Parmesano

Hojas de albahaca

Almendras tostadas

Procedimiento

Limpiás la espinaca, separando tallo de hoja; lavás las hojas y las escurrís un poco. Mientras, ponés una sartén amplia al fuego, agregás un poquito de aceite y salteás la espinaca en tandas. Es un salteado muy rápido, una pasada para que las hojas bajen su volumen. También las podés blanquear, pero para mí es mejor pasarlas por sartén así no absorben agua. Vas colocando la espinaca cocida en un colador para que vaya escurriendo el agua y la dejás enfriar. Después, escurrís bien con las manos, apretando para sacarle toda el agua.

En una procesadora, colocás la espinaca y la ricota y procesás hasta que esté bien homogéneo. Agregás el huevo, el parmesano, la harina, la sal, la pimienta y la nuez moscada. Mezclás un poco más en la procesadora hasta que todo esté bien integrado.

Colocás una olla con abundante agua con sal a hervir; una vez que está hirviendo, bajás el fuego y vas haciendo los malfatti con dos cucharas. Malfatti significa “ñoqui mal hecho”, o sea que son ñoquis desparejos, irregulares. Para la técnica de las dos cucharas agarrás una de sopa grande y vas sacando cucharadas de la mezcla; vas hacia la olla y con la otra cuchara te ayudás para mandarla al agua; repetís esto con toda la masa. Te aconsejo ir haciendo de a tandas. Cuando el primero que tiraste sube a la superficie, esperás esa tanda. Los sacás con una espumadera y los pasás a una fuente que luego irá al horno. Repetís hasta tener todos los malfatti hechos.

A la fuente le agregás crema de leche hasta cubrir a la mitad los malfatti y rallás parmesano por arriba para que gratine bien lindo.

Precalentás un horno fuerte y llevás los malfatti por unos minutos hasta que se calienten bien y la parte de arriba esté bien gratinada.

Para servir, agregás hojas de albahaca y almendras tostadas. Podés cambiar las hierbas o agregar un pesto u otros crocantes.

Del libro En tu casa, Editorial Grijalbo­, Penguin Random House.