Rebeca Andrade, la rival a quien Simone Biles ya traspasó su corona

Pero estos resultados no se pueden leer de forma literal, exigen una lectura entrelíneas, una mirada más en perspectiva, para desentrañar quién es Rebeca Andrade, aquella de quienes muchos dicen es la atleta que puede hacerle competencia a Biles, e incluso, por qué, no robarle algún título. Tal como lo hizo este lunes.

De la favela

Andrade nació y se crió en una favela de Guarulhos (San Pablo). Es hija de Rosa Santos, madre soltera con ocho hijos, que trabajaba como empleada del hogar. Si no fuera porque la tía de Andrade trabajaba como cocinera en un club, que tenía un programa para menores en riesgo de exclusión social basado en la gimnasia, la atleta olímpica quizás hoy no sería tal. Tampoco si su hermano mayor no la hubiera apoyado, llevándola en bicicleta hasta el club, cuando no había plata para pagar el ómnibus. Y menos aún, si su madre no hubiera estado dispuesta a invertir lo poco que tenía en lo que empezaba a vislumbrarse podía ser un gran futuro para su hija.

Se inició en gimnasia a los cuatro años y a los 10 ya había sido fichada por el Flamengo de Río de Janeiro. En 2012, con 13 años ganó el trofeo brasilero de gimnasia artística. Tres años más tarde, cuando parecía estar en los inicios de una brillante carrera, una lesión en uno de los ligamentos de la rodilla la obligó a suspender los entrenamientos y someterse a cirugía. Dos años más tarde, en 2017, cuando se disponía a volver, el mismo ligamento volvió a jugarle una mala pasada y nuevamente debió guardar reposo para recuperarse.

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Así fue que su participación en el Mundial de Gimnasia Artística de Qatar 2018 dejó mucho que desear en lo deportivo y las dudas sobre continuar o no empezaron a aflorar en su cabeza. Sin embargo, un encuentro inesperado con Biles le dio fuerzas para no bajar los brazos. “No te rindas. Eres talentosa. Vas a superar esto”, le dijo la ya estrella estadounidense. En estas mismas palabras de ánimo volvió a refugiarse, cuando en 2019 se lesionó por tercera vez la rodilla.

“Crecí mucho con todo aquello. Sufrí un proceso de maduración muy grande, como persona y deportista. No es que me guste haber pasado por esos momentos de lesión, pero fue esencial para crecer”, señaló Andrade tiempo después.

Los oros, la corona y la reverencia

Entonces, llegó Tokio 2020, que debido a la pandemia se celebró un año más tarde, dándole tiempo suficiente a la brasileña para recuperarse y también para lucirse. Se llevó el oro en salto y la plata en la competencia general. Fueron los Juegos Olímpicos en los que Biles se retiró de la final por problemas de salud mental, producto de las presiones a las que están sometidos los atletas profesionales y de su historia personal.

Las dos gimnastas volvieron a encontrarse el año pasado en Amberes (Bélgica), donde se disputó el Mundial de Gimnasia Artística, y ofició como el regreso de Biles. En esta oportunidad, la estadounidense se quedó con cuatro oros, y Andrade volvió a imponerse en salto, llevándose el oro para Brasil.

Pero ese no fue su único reconocimiento. También se llevó la corona imaginaria de Biles, dado que cuando Rebeca se quedó con el oro en salto, Simone, merecedora, hasta París 2024, de 37 medallas olímpicas y campeonatos mundiales, hizo el gesto de sacarse una corona de su cabeza y colocarla en la cabeza de su contrincante.

“No diría que es un peso. Lo vi como algo genuino y espontáneo, el reconocer la posición que ella ocupa a nivel mundial en gimnasia. Me siento orgullosa de saber que puedo continuar el legado de ella. No solo yo, otras también”, afirmó Andrade días después.

Este lunes, en el podio de la final de la prueba femenina de suelo, Biles volvió a homenajear a la brasileña. Justo en el momento en que Andrade subía al podio, ella y su compatriota Jordan Chiles, que se quedó con el bronce, se inclinaron hacia el podio y luego se incorporaron, dándole la mano a la ganadora.

Andrade, quien se hacía así de su cuarta medalla en París 2024, luego de llevarse la plata en gimnasia artística general individual y en salto femenino y el bronce en artística general por equipos, se mostró emocionada por el gesto de sus rivales. “Fue adorable de su parte. Son las mejores, lo que hicieron significa mucho para mí. Me siento honrada”.

Por su parte, Biles manifestó su admiración por Andrade y contó cómo se les ocurrió hacer esa reverencia: “Rebeca es una reina, por eso lo hicimos. Es muy emocionante verla, toda la gente la alienta. Era un podio completamente negro, así que fue muy emocionante para nosotros. Luego Jordan me dijo: ‘Deberíamos inclinarnos ante ella’. Yo le dije: ‘Por supuesto”. Este lunes la imagen recorrió el mundo.

Con un reconocimiento de Biles, Andrade llegó a París 2024, y con un segundo homenaje de parte de la gimnasta más premiada cierra sus Juegos Olímpicos. ¿Pueden caber dudas de que sea la elegida de Biles para continuar su legado?