La posible designación del excanciller Francisco Bustillo como nuevo embajador de Uruguay en Lima despertó críticas de la oposición y dudas incluso dentro del oficialismo.
Su posible designación como embajador en Perú despierta resistencias
La posible designación del excanciller Francisco Bustillo como nuevo embajador de Uruguay en Lima despertó críticas de la oposición y dudas incluso dentro del oficialismo.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáA instancias del presidente Luis Lacalle Pou, el gobierno decidió pedir el beneplácito al gobierno de Perú para enviar como embajador a Bustillo. La velocidad con que llegó la respuesta positiva sorprendió en ámbitos diplomáticos, dijeron a Búsqueda fuentes de Cancillería.
Con ese paso superado, ahora el Ministerio de Relaciones Exteriores debe enviar la solicitud de venia para que sea aprobada por la Comisión Permanente. No está claro si todo el oficialismo respaldará el pedido, en particular por las dudas que existen en el Partido Colorado.
El Frente Amplio no acompañará la designación, dijeron fuentes de ese partido a Búsqueda.
Si fuera nombrado embajador en Perú, no está claro cuánto permanecería en el cargo. Es que Lacalle Pou entregará la banda presidencial a Yamandú Orsi el 1° de marzo y a partir de ese momento el nuevo gobierno puede disponer el retorno de cualquier diplomático.
Búsqueda consultó a integrantes del equipo del presidente electo si mantendrían en el cargo a Bustillo, pero no obtuvo una respuesta precisa. Su designación, se limitaron a decir, depende del actual gobierno y no es un “problema” que deba discutir Orsi con Lacalle Pou.
Fuentes del actual gobierno, en cambio, aseguran que la posible designación de Bustillo fue conversada por el actual presidente con su sucesor. De acuerdo con ese relato, Orsi aceptó que se avanzara porque no se trataba de un destino diplomático de “primera línea”.
Desde el entorno de Orsi no confirmaron ni negaron esa versión, pero tampoco quisieron adelantar qué pasos darán una vez que asuman el gobierno.
Bustillo fue un embajador clave durante los gobiernos del Frente Amplio, en particular por su desempeño en Buenos Aires y Madrid. Ahora, sin embargo, despierta mucha resistencia.
Debió renunciar como canciller en noviembre del 2023, después de que Búsqueda informara sobre sus esfuerzos para ocultar información a la Justicia. Cuando era viceministra, Carolina Ache grabó a su entonces jefe cuando le sugería que perdiera el celular para no entregar una copia de los mensajes que había intercambiado con el subsecretario del Interior, Guillermo Maciel.
En ese intercambio, Maciel le decía a Ache que Sebastián Marset, un uruguayo preso en Dubái que tramitaba un pasaporte, era un narco “pesado” y “peligroso”. En la interpelación que enfrentaron por la entrega del documento, que facilitó la salida de Marset de la cárcel, el gobierno de Lacalle Pou evitó dar esos detalles.
Ache describió en Fiscalía los esfuerzos del canciller y de la Presidencia de la República para que no entregara los mensajes de WhatsApp, cosa que finalmente hizo. Tras su relato renunciaron Bustillo, Maciel, el ministro Luis Alberto Heber y el asesor en estrategia y comunicación del presidente, Roberto Lafluf.
El fiscal Alejandro Machado, quien archivó su investigación sobre la entrega del pasaporte a Marset, analiza si algún jerarca cometió delitos al intentar ocultar la información que tenía que entregar Ache.
Las actuales autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores decidieron no investigar el tema y, de hecho, designaron a uno de los involucrados en el proceso, Carlos Mata, como representante de Uruguay ante la oficina en Ginebra de las Naciones Unidas.