A días de las elecciones departamentales, el candidato por el Frente Amplio Mario Bergara se perfila como el favorito para asumir el gobierno de la Intendencia de Montevideo (IM).
El candidato a la Intendencia de Montevideo por el Frente Amplio quiere una comuna con visión de largo plazo, pero reconoce que no tiene definido si se quedaría dos períodos en el cargo
A días de las elecciones departamentales, el candidato por el Frente Amplio Mario Bergara se perfila como el favorito para asumir el gobierno de la Intendencia de Montevideo (IM).
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEn entrevista con Búsqueda, el economista y senador afirma que las prioridades de su gestión se centrarán en limpieza y movilidad, pero marca diferencias con su contendiente en la interna Verónica Piñeiro. El líder de Seregnistas cree que el foco debe estar en ordenar el sistema de transporte público y no en disminuir la cantidad de autos.
El exministro de Economía y expresidente del Banco Central evita cuestionar directamente la gestión de la exintendenta Carolina Cosse, pero propone ajustes en varias de las políticas que impulsó su administración. Señala que las ciclovías deben ser “compatibles con otros objetivos” y evalúa volver a instaurar el concepto de “Montevideo, tu casa” impulsado por el exintendente Mariano Arana, cuya primera gestión es la que más destaca de las siete consecutivas que gobernó el Frente Amplio.
Bergara admite que la situación económica de la comuna es delicada, y por eso sostiene que irá “de la mano” con el candidato canario de su misma fuerza política, Francisco Legnani, a hablar con el gobierno nacional para que se recompongan los flujos financieros que fueron “retaceados” durante la presidencia de Luis Lacalle Pou.
—Fue precandidato a la presidencia en 2019 y en 2024. ¿Por qué luego de esos intentos decidió ser candidato a intendente?
—Son procesos políticos. Desde que arrancamos nuestro trabajo en la arena estrictamente política, a fines de 2018, fuimos construyendo un espacio que ha tenido una peripecia política. En su momento definimos avanzar hacia una posible candidatura presidencial, que en el trayecto definimos no continuar y acompañar a Yamandú Orsi. Después de ese periplo y ante las opciones que uno tenía sobre la mesa, fuimos reelectos senadores, o sea que una chance era continuar en el legislativo. También había oportunidades a nivel del Poder Ejecutivo, pero optamos por este desafío, que es nuevo y que la gente asocia a las cuestiones que están más directamente vinculadas a su vida cotidiana. Fui ministro de Economía y presidente del Banco Central, y tengo claro que las decisiones que se tomaban en esos ámbitos afectaban la vida de la gente. Pero tengo la sensación de que la gente percibe como más cotidianos los temas que lleva adelante la intendencia. Y me resultó un desafío muy interesante.
—¿En el inicio de su carrera política se imaginó como candidato a intendente de Montevideo?
—No, no estaba en mi radar. Son cosas que van apareciendo y se van puliendo en las oportunidades y las ideas que uno va tomando a medida que la peripecia política avanza.
—¿Y cuándo empezó a estar en el radar?
—El año pasado se empezó a manejar la posibilidad.
—Porque se manejó que usted había bajado su candidatura para respaldar a Orsi a cambio de que el MPP lo respaldara para la intendencia…
—Se habló de que era una especie de canje. Eso es totalmente falso. Explicamos en su momento por qué tomábamos la decisión de no continuar con la candidatura, derivada de un proceso de polarización en la interna del Frente, y también porque ante la opción entre los dos candidatos que seguían compitiendo en la interna optábamos por Yamandú.
—¿Piensa cumplir un ciclo de dos períodos en la intendencia, si el Frente Amplio triunfa?
—No conozco a ningún político que te pueda decir qué va a hacer en los próximos 10 años. Lo que he dicho es que la intendencia necesita una visión de largo plazo y tiene que trabajar con planificación estratégica de políticas en un horizonte más largo que un solo período. La vida dirá después si es uno el que continúa. No lo descarto.
—¿Al Frente Amplio no le faltó una planificación de largo plazo en las últimas intendencias?
—No lo sé. La intendencia ha trabajado en muchos tramos con planificación, y hay muchas cosas que se desarrollaron con visión de mediano y largo plazo. Basta poner el ejemplo de las intendencias de Arana.
—Pero ya pasaron 20 años de la última intendencia de Arana. Y los últimos dos intendentes fueron precandidatos a la presidencia, ¿eso no es un problema?
—Soy muy contrario a la teoría del trampolín. Porque en la dinámica política de hoy, pensar que uno ya tiene claro qué va a hacer dentro de cinco años es realmente ilusorio. Y lo peligroso de la teoría del trampolín es pensar que uno asume una responsabilidad y su labor va a estar en función de una campaña permanente. Pero la gente va a visualizar que en la medida que accedamos a gobernar Montevideo, nuestro foco va a estar en resolver los problemas que tiene que resolver la Intendencia de Montevideo (IM).
—¿Qué evaluación hace del trabajo de Cosse en la intendencia?
—Me paro en lo que es una percepción. Hay que recordar lo que era Montevideo antes de las siete administraciones del Frente Amplio. Desaparecían toneladas de alimentos y la respuesta de los jerarcas era que se lo habían comido las hormigas. El Frente ha cambiado sustantivamente Montevideo. Y me baso en la evaluación y en lo que la gente plantea, porque la intendencia hace sistemáticamente encuestas de valoración de la población. El monitor de opinión pública es muy claro en cuanto a que la ciudadanía valora muy positivamente un montón de áreas que hace la intendencia: espacios públicos, alumbrado, políticas culturales, políticas sociales, policlínicas. Esas mismas encuestas marcan que hoy hay un par de temas en los que la gente plantea que hay resultados deficitarios. El primero, por lejos, es el de la limpieza y la gestión de residuos. El otro, con cierta distancia, el de la movilidad y el tránsito. En esa evaluación nos basamos para formular las propuestas y que van a pautar las prioridades en el futuro gobierno departamental.
—Las propuestas que usted realiza requieren una inyección de dinero. ¿De dónde se van a sacar esos recursos?
—Todas las políticas del mundo en todos lados requieren recursos y los recursos son siempre el lado corto de la frazada. Por lo tanto, si para todas las necesidades que tenés y todas las políticas que querés desarrollar, tu restricción está en el lado financiero, la clave está en tener claros los objetivos. Las prioridades se expresan en la asignación de los recursos. A la hora de trabajar en el tema limpieza, ahí va a haber una prioridad en la asignación de recursos, en un contexto en el que la situación financiera de la intendencia no es reluciente, no es floreciente.
Hay dificultades. Eso todo el mundo lo reconoce y el propio intendente actual lo presentó con claridad ante la Junta Departamental. Las dificultades están motivadas por muchas razones. Por un retaceo claro de recursos de parte de un gobierno nacional que actuó de manera discriminatoria contra las intendencias de Montevideo y Canelones por razones políticas. También por el hecho de que la IM en la pandemia volcó recursos que no estaban en las políticas sociales, en el entendido de que el gobierno no volcaba los recursos necesarios para sostener a la gente. También porque se le bloqueó una parte del financiamiento que tradicionalmente tenía la intendencia, sobre todo el préstamo del BID; justamente el Partido Nacional bloqueó la parte del préstamo destinada a los temas de limpieza. También habrá márgenes para la mejora en la gestión, como siempre.
—Internamente también hubo cuestionamientos a cómo gestionó la IM algunos gastos. Por ejemplo, en espectáculos culturales de gran magnitud que fueron objeto de muchas críticas. ¿Tiene algún cuestionamiento en ese aspecto?
—Opiniones sobre en qué se gasta y en qué no se gasta es razonable discutir. Siempre hay márgenes para mejorar la gestión y colocar las prioridades donde deben colocarse. Dado el panorama actual, la prioridad está en el tema limpieza y residuos, y después en los temas de movilidad. Y fijar una prioridad significa priorizar la asignación de recursos en esas prioridades.
—Le vuelvo a insistir en los espectáculos de este período, porque fueron muy cuestionados. ¿Cómo vio ese tipo de celebraciones?
—No voy a opinar si estoy de acuerdo con cada medida que tomó cuál intendencia. Las prioridades van a estar en limpieza, en movilidad y en sostener las políticas culturales, sociales, las policlínicas, el turismo y el desarrollo económico. Obviamente algún evento de festejo, por ejemplo, asociado al proceso fundacional de Montevideo en sus 300 años; Montevideo merece que eso suceda porque es parte de la identidad del departamento y de la ciudad. El proceso fundacional va del 24 al 30, la vida dirá. No podemos estar haciendo grandes eventos de festejo de 300 años año por medio.
—¿Qué lado de la frazada va a quedar destapado?
—Digo como caricatura que a mitad de julio vamos a ir de la manito con Legnani, el futuro intendente de Canelones, a hablar con el gobierno nacional para que se empiecen a recomponer los flujos financieros que el gobierno nacional ha estado retaceando a la zona metropolitana. Ahí aspiro a tener un margen para avanzar. Y después, las prioridades de las políticas, que obviamente serán fruto de una discusión política, se tienen que plasmar en la formulación del presupuesto. Tener estas prioridades en limpieza y movilidad se tiene que dar en un contexto en el que uno sostiene la buena gestión en tantas otras áreas.
—Dice que las papeleras volverán a algunos lugares. ¿A cuáles?
—Las papeleras no se sacaron de todos lados. Y en general se sacaron donde se hacía un mal uso, donde la gente volcaba la basura de su casa en la papelera. Ahora van a ser parte de un plan integral, en algunos lados volverán, sí. Ahora, ¿es una medida mágica que resuelve la limpieza de la ciudad? No, es un tema absolutamente menor en el marco de un plan integral, donde lo que hay que cambiar es culturalmente nuestra relación con los residuos, la ingeniería de la recolección diferenciada por zonas.
—¿Coincide con Piñeiro acerca de que es necesario retirar una mayor cantidad de autos de la calle y reducir el parque automotor?
—Lo que hay que hacer es que Montevideo sea más ágil, que es otro de los planteamientos programáticos. También hay que ver lo que ha cambiado la fisonomía del parque automotor en Montevideo. Tenés más de 20.000 autos nuevos por año ya hace muchísimo tiempo. Si no hacemos nada, va a llegar ese último auto que lo tranque todo. Este aumento del parque automotor ha llevado a un enlentecimiento en la movilidad. Y ahí está el principal problema. No tengo la ilusión ni el enfoque de que haya que hacer un transporte colectivo más eficiente para sacar autos. Porque, además, cuando las familias llegan al auto, después es difícil que se bajen. Ahora, ¿cómo resolvemos con una visión de mediano o largo plazo este tema? Claramente priorizando el transporte colectivo, de manera de darle mucha más agilidad y de racionalizar el transporte colectivo. Hoy tenés una estructura de líneas que son arcaicas, que se derivan de las formas del negocio de las empresas de transporte; pero que si no se acompasan con esta realidad, contribuyen al trancazo de la movilidad. Si logramos agilizar sustantivamente el transporte colectivo, que es el centro de la solución, también vamos a agilizar el transporte individual. Y eso pasa por generar ejes o carriles de prioridad, y también es necesario tener proyectos de envergadura. Hasta ahora se han hecho cosas puntuales y de impacto corto. Las líneas solo bus o el flechamiento están bien, pero con eso no vamos a resolver el problema. No es casualidad que ya haya tres proyectos sobre la mesa que son de este tenor, de gran envergadura de inversión, en los que el centro de los proyectos es agilizar el transporte colectivo. Son proyectos que no solamente abarcan la movilidad montevideana, sino la metropolitana.
—¿Piensa en alguno en particular?
—Está el Tren Tram, un tren a lo largo de avenida Italia y Giannattasio, a nivel de piso. La propuesta de Cinve, que son dos corredores prioritarios de transporte público por avenida Italia y Gianattasio y por 8 de Octubre y Camino Maldonado, con una transformación muy importante en 18 de Julio. Y otro proyecto que nos lo han presentado los potenciales inversores, que creo que todavía no está formalmente presentado en las intendencias o en el gobierno, que es un proyecto también por avenida Italia y Giannattasio, pero aéreo. Con una tecnología eléctrica que no va a nivel de piso, sino por encima, como ya existe la experiencia en el aeropuerto de San Pablo, que también iría por avenida Italia al este. Son proyectos muy gruesos, muy complejos y no hay un tema de preferencias. Es un tema que las evaluaciones técnicas, financieras, de implementación nos indiquen cuál es el más factible y cuál es más conveniente de llevar adelante. Lo que está claro es que alguno de esos proyectos se va a llevar adelante en los próximos años.
—¿Buscará ampliar aún más las ciclovías, como hizo la actual gestión?
—Sí, soy partidario de impulsar las ciclovías, pero creo que su diseño tiene que ser compatible con otros objetivos. El primer objetivo obvio es el de la movilidad. El diseño de las ciclovías tiene que ser consistente con una mejor movilidad, y no lo contrario. Y también tiene que ser compatible con intereses de pequeños comercios, de microempresas, de bares, de almacenes, que a veces se ven perturbados por el hecho de que la ciclovía bloquea los estacionamientos y eso puede tener un impacto en los pequeños negocios. Atendiendo a esos objetivos, soy partidario de ampliar la lógica de ciclovías.
—¿Por qué los montevideanos deberían votarlo a usted y no a los otros candidatos frenteamplistas, Salvador Schelotto y Virginia Piñeiro?
—En primer lugar, por qué elegir al Frente Amplio: a pesar del llamado de atención que hay con respecto a temas como el de la limpieza, los ciudadanos parecen seguir prefiriendo que el Frente Amplio siga gobernando Montevideo. Después el Frente Amplio tiene un programa común, al cual todos los candidatos nos debemos, pero también de diversidad en la oferta de candidaturas, que tiene que ver con los énfasis que ponemos en los diversos temas. Hay un tema de improntas, de trayectorias, de capacidad de gestión, de historias personales, que la gente evalúa a la hora de definir. Nuestra candidatura contribuye de manera decisiva al triunfo del Frente Amplio, a dar una tónica de continuidad de las cosas buenas que el Frente ha desarrollado en Montevideo. A mí se me reconoce un espíritu autocrítico, basado en una perspectiva seregnista de la política, de reconocer cosas que no andan bien y buscar alternativas mejores. De una trayectoria también de gestión de gobierno. De los 15 años de gobierno del Frente, estuve casi 14 en los equipos económicos en lugares de relevancia, con el consecuente manejo de aspectos complejos de las políticas, y en particular los aspectos económicos, financieros. Con una visión de responsabilidad, con una visión de trabajo y de compromiso. Es un talante que la gente conoce.
—¿Con cuál gestión de los intendentes de Montevideo de los últimos 35 años se siente más identificado?
—Me siento muy identificado con la primera intendencia de Arana, que colocó a Montevideo en un sitial que incluso a nivel internacional hoy es uno de privilegio y que tenía un mensaje fresco, como era Arana, que no descarto volver a instaurar al menos en la filosofía, que es el de “Montevideo, tu casa”. Era muy simbólico y a la vez una guía de cómo teníamos que razonar los temas en el departamento.
—¿Con qué criterios armaría su gabinete? ¿La paridad es uno de ellos?
—La paridad, sin duda. Me comprometí y me sigo comprometiendo a tener un gabinete paritario. Y obviamente con los equilibrios en el terreno político que hay que tener, entre otras cosas, porque el Ejecutivo no gobierna solo, ni a nivel nacional ni a nivel departamental: requiere apoyos que en buena medida se expresan en el legislativo, en este caso en la Junta Departamental, pero garantizando que en cada área esté gente preparada. Así que va a haber un perfil técnico, un perfil político y un perfil de paridad de género.