La interpelación terminó sin consecuencias políticas.
La próxima legislatura tendrá cierta renovación desalineada con las reglas
La interpelación terminó sin consecuencias políticas.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLa frase estaba escrita en los artículos periodísticos desde antes de que comenzara cualquier interpelación a un ministro durante los 15 años que gobernó el Frente Amplio. Siempre con mayoría en ambas cámaras, era imposible que rodara una cabeza en esas instancias, que se volvieron, en muchas ocasiones, meros escenarios de retórica.
La llegada de Luis Lacalle Pou a la presidencia, sobre los hombros de una coalición nueva, daba margen a la duda acerca de la estabilidad de sus ministros. Y sin embargo, la interpelación terminó sin consecuencias políticas gozó de buena salud en los últimos cuatro años.
El 15 de febrero, cuando asuma el nuevo Parlamento, quizás los periodistas podamos mandar a cuarteles de invierno esa frase por un tiempo. Los ministros, en cambio, quizás duerman un poco menos tranquilos antes de concurrir al control parlamentario.
Soy Guillermo Draper y en esta edición de Derrotero Electoral quiero hablarte de algunas implicancias de la conformación del Poder Legislativo, que traerá una rotación interesante de elencos, aunque dudo que eso sea determinante en la toma de decisión de cara al balotaje.
El resultado del domingo 27 de octubre dejó un mapa complejo, pero también algunas continuidades.
El Frente Amplio obtuvo una mayoría en el Senado gracias a sus 16 bancas. La Cámara Baja quedó dividida con el Frente Amplio con 48 diputados y los socios del oficialismo con 49 e Identidad Soberana, ajena a los bloques, ingresará con dos representantes.
El Programa de Estudios Parlamentarios de la Facultad de Ciencias Sociales publicó en los últimos días un análisis de la integración del legislativo. Habrá un recambio del 52% de la Asamblea General, de los más bajos desde el retorno de la democracia. El cambio más pronunciado, como suele ocurrir, será en la Cámara de Diputados.
Ese movimiento se explica, en buena medida, por el crecimiento del Frente Amplio y el Partido Colorado, que ganan legisladores en ambas cámaras, y por el desplome de Cabildo Abierto.
El análisis también mide a los que se jugaban la continuidad parlamentaria.
Para tranquilidad de aquellos funcionarios a los que les gusta la estabilidad, Luis Alberto Heber volverá a asumir una banca en 2025, pese a la caída del Herrerismo.
El 57% de los parlamentarios que intentó repetir, al igual que Heber, tuvo éxito. En la Cámara Baja fue reelegido el 55%, mientras que en el Senado fue el 63%.
El 2025 será testigo de un leve aumento en la cantidad de legisladoras, pero todavía representarán menos de un tercio de las bancas. En esta nota de Búsqueda, la doctora en Ciencia Política Verónica Pérez explicó que “hay un aumento sistemático de la cantidad de mujeres en el Parlamento, no es a la misma velocidad que ocurre en otros países”.
Las reglas constriñen a los jugadores y sus conductas. Pero no siempre son condición suficiente para forzar ciertos cambios.
El nuevo bibloquismo uruguayo —con el Frente Amplio por un lado y los socios de la Coalición Republicana por otro— es, en parte, producto de las reglas electorales y la forma que adquiera en el futuro inmediato, también.
La distribución de bancas en el Parlamento (las reglas) podría ser motivo para que los socios del oficialismo compitieran juntos (las conductas) bajo el lema Coalición Republicana. Va un contrafáctico: si lograran una cantidad de votos similar a la que recibieron los partidos oficialistas, la mayoría parlamentaria estaría detrás de Álvaro Delgado.
Sí, esta hipótesis deja de lado el hecho de que el oficialismo, corriendo por separado en octubre, tiene más capacidad de captación de votos. Pero esto es solo un ejercicio para dialogar contigo.
Lo que va a marcar el nacimiento definitivo de la Coalición Republicana es el electorado. Mi hipótesis, de hecho, es que buena parte del votante coalicionista “ya llegó” a ese estadio, lo que falta es que los dirigentes de los partidos los alcancen. La Coalición Republicana no es un invento de unos iluminados, sino la forma que toma una demanda que existe.
Como te escribí varias veces, el balotaje será otra instancia que consolide ese proceso. No necesariamente requiere de un triunfo del oficialismo, pero lo ayudaría.
Una derrota electoral podría desalentar o demorar la conversación. De hecho, el líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, declaró a la prensa que si pierden, la coalición no sería necesaria durante el próximo período.
Un escenario casi artificial
Las campañas de Yamandú Orsi y Álvaro Delgado han hecho énfasis durante los últimos días en su capacidad de diálogo y de construcción de puentes. El Frente Amplio subraya que ya tiene mayoría en el Senado, por lo que le resultará más fácil gobernar que a Delgado.
“Nuestro sistema con un peaje tan alto para ganar en primera ronda busca, entre otras cosas, que no se den escenarios como este”, me dijo la politóloga Victoria Gadea. “Este es un escenario casi artificial en el que la coalición que actúa como tal en las cámaras no tiene mayorías. El resultado es que por el método de asignación de bancas no consiguen la mayoría generando un escenario de riesgo para el futuro gobierno, sea el que sea”.
Gadea me refirió al artículo “Presidencialismo y sistema de partidos en América Latina”, publicado en 1997 por Scott Mainwaring y Matthew Soberg Shugart.
“En un sistema multipartidista altamente fragmentado ningún partido tiene la mayoría, y esta situación puede ser problemática porque el presidente tiene habitualmente dificultades para formar coaliciones de gobierno confiables. La situación opuesta, en la que el partido del presidente posee firmemente la mayoría, no es necesaria ni siempre deseable; pero el presidencialismo usualmente funciona mejor si el partido del presidente dispone de un considerable contingente legislativo”, dice al comienzo.
Quizás, al igual que yo, te acostumbraste a convivir con un escenario en el que la mayoría parlamentaria es la norma y no la excepción. No sin fricciones internas, el Frente Amplio las disfrutó durante 15 años, mientras que el actual oficialismo también la utilizó con asiduidad en estos tiempos.
Estos datos del Programa de Estudios Parlamentarios muestran que la producción legislativa del actual período estuvo un poco por debajo de lo ocurrido en años anteriores.
El panorama de gobernabilidad, en caso de ganar, parece más complejo para Delgado, según varios especialistas.
En una columna que publicó en la diaria, el politólogo Daniel Chasquetti dijo que si Delgado gana, el gobierno lideraría sin mayorías en las cámaras, algo inédito en la historia uruguaya. “No existen antecedentes similares, pues su configuración es la típica de un gobierno dividido, al estilo estadounidense”.
El sistema uruguayo (aquello de las reglas) le da muchas potestades al presidente, pero el Parlamento ejerce un rol central en la estructura de toma de decisiones.
El mandatario uruguayo no tiene una herramienta que sí manejan los presidentes en Argentina y que Javier Milei, sin mayorías en el Congreso, ha usado: el decreto de necesidad y urgencia. Ese mecanismo le permite aprobar normas que recién después de promulgadas enfrentan el control parlamentario.
(Acá, una digresión: escribo esto desde Buenos Aires. Fui jurado de los Premios al Periodismo de Investigación del Foro de Periodismo Argentino, por lo que vine a la premiación y a participar en su congreso anual. El trabajo de los colegas argentinos es admirable.)
Los escenarios de gobernabilidad de la próxima administración son potencialmente complejos.
“Gane quien gane, durante los próximos cinco años penderá sobre la política uruguaya la amenaza del bloqueo”, escribió esta semana en Búsquedael politólogo Adolfo Garcé.
No sé si este tema de la gobernabilidad impacte en los votantes, sobre todo en los indecisos. A juzgar por la campaña, los comandos creen que sí. Mientras espero las primeras encuestas pos 27 de octubre, me permito dudarlo.
La semana pasada te escribí que esa situación abre escenarios positivos. Porque si hay amenaza de bloqueo, la ausencia de una mayoría parlamentaria puede llevar a la búsqueda real de acuerdos en el sistema político.
Las reglas de juego, con esta realidad un poco “artificial”, quizás modifiquen las conductas.
Antes de dejarte, van las recomendaciones habituales
Esta mirada de la campaña se alimenta, en parte, del trabajo que desarrolla el equipo de Búsqueda sobre el proceso electoral. La cobertura política de esta semana, como suele pasar, estuvo cargada. Te dejo dos notas para muestra: una de Juan Pablo Mosteiro sobre la interna de Cabildo Abierto y otra del Partido Nacional que escribió Federico Castillo.
De la sección cultural, te sugiero esta entrevista de Silvana Tanzi a Ariana Harwicz. Podría seguir, pero también me interesa que hagas tu recorrido personal por la edición a partir de esas puertas de entrada que te dejo.