De 350 clientes de UTE que utilizan el riego en actividades del agro, casi 78% son productores arroceros y 18% pueden reducir el costo de energía eléctrica en más de 10% si eligen una tarifa distinta a la actual, según estudios de esa empresa estatal.
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Esos datos forman parte de los resultados de distintos estudios realizados por ese ente en los últimos años y que fueron presentados a legisladores que integran la Comisión de Ganadería del Senado el jueves 11.
Ese día, autoridades y técnicos de UTE comparecieron en esa instancia para tratar el proyecto de ley de riego agropecuario presentado por el Poder Ejecutivo.
Las alternativas de disminución de los costos son un factor clave para la producción en el campo, en momentos en que los agricultores realizan ajustes para adecuarse a la rentabilidad del negocio.
En 2014, los técnicos de UTE e integrantes de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA) comenzaron a trabajar el tema tarifario y el uso del riego. A partir de ese momento elaboraron un primer trabajo para analizar cómo consumían los clientes del sector arrocero.
“Creemos saber mucho acerca de costos del sistema eléctrico, pero no conocemos qué hay detrás del suministro y es muy importante saber cómo se consume esa energía y tener esa información”, dijo el gerente de Análisis Tarifario de UTE, Oscar Burgueño.
Luego, esa empresa estatal amplió el espectro de estudio, ya que “si bien el sector arrocero es por excelencia el que más lidera (en uso de energía para riego), no es el único”, acotó. Para eso algunos técnicos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), vinculados al área de riego y otros en las tareas agronómicas en general, trabajaron con un equipo de UTE, integrado por los técnicos que estudian las tarifas y otros que se encargan de los costos de generación de energía y de las redes. Eso se realizó en 2015 y en 2016.
UTE identificó a cerca de 350 clientes que utilizan energía para riego, luego analizó dos años de consumo de este grupo y estudió sus tarifas mes a mes. A partir de esa información dispuso la realización de tres trabajos, relató Burgueño.
Explicó que el trabajo consistió en simular dos años de consumo de todos ellos y ver la tarifa que tenían, lo que pagaron y lo que hubieran pagado con otras alternativas. Se aplicó una matriz en función de las características de cada tipo de consumo y el resultado fue que “62 clientes (de un total de 341) tendrían hasta un 18% de costo menor si elegían una tarifa distinta de la que tenían, mientras que el 82% tenía una tarifa correcta que era la mejor opción”, informó Burgueño.
UTE detectó que 10% de los clientes pudieron haber tenido una disminución mayor al 10% en sus costos.
En un segundo estudio que realizaron los técnicos de esa empresa estatal respecto a la posibilidad de una “nueva tarifa”, se vio que “los costos del sistema eléctrico tal vez se pueden organizar de otra manera y asignar de forma distinta para que determinado tipo de modalidad de consumo encuentre un sistema tarifario más amigable”, dijo Burgueño.
A partir de información proporcionada por el MGAP sobre el tipo de riego empleado por cada uno de los más de 300 productores regadores, como por ejemplo si era por aspersor, por gravedad, entre otras modalidades, ese técnico comentó que “UTE identificó grupos de clientes, modalidades de consumo, que tienen que tener una particularidad muy básica: ser lo más parecidos entre ellos y ser relativamente distintos al resto”.
Algunos clientes no son zafrales, riegan casi todo el año, porque tienen otra actividad; otro grupo está integrado por clientes productores que son notoriamente zafrales y que no tienen capacidad para dejar de consumir fuera del horario tarifario en el que rige el precio mayor, que es de 18 a 22, señaló Burgueño.
Y otros clientes, dijo, “son muy zafrales, ya que concentran su consumo entre noviembre y marzo, pero sí tienen posibilidades de trabajar fuera del horario tarifario con el precio mayor”.
El gerente de Análisis Tarifario de UTE mencionó a los integrantes de la Comisión de Ganadería que esa empresa realizó estudios de proyección de 2016 a 2025.
“Reafirmamos que los tres tramos horarios que hoy tienen las tarifas no solamente son relevantes para el costo actual, sino para la proyección que tenemos de la evolución de la matriz energética”, enfatizó. Agregó que esa matriz “ha cambiado mucho, pero no cambia esta característica de los costos”.
En cuanto al estudio, ese técnico aclaró que el mismo supuso hacer una planificación de cuáles van a ser las centrales que van a ir entrando cada año, cuál va a ser la demanda, y con un modelo y un software “muy sofisticado, que tiene gran conexión con el que utiliza el Despacho Nacional de Cargas, la UTE simuló cómo van a ser esos costos”.
Luego dio algunos ejemplos en los que para una misma tarifa si se reorganiza en forma distinta se obtienen distintos resultados en cuanto a la reducción de costos para los productores agropecuarios que utilizan el riego en sus actividades.
Se trata de tres casos en los que el consumo mensual es igual, es decir, la misma cantidad de kilovatios/hora; la diferencia está en cómo se los consume. En el primer caso el cliente consume todo el día lo mismo, es decir las 24 horas en forma pareja, con una potencia de 200 kilovatios/hora, por lo cual va a pagar cada uno de esos kilovatios y las energías según los tres tramos: punta (de 18 a 22 horas), llano (de 7 a 18 horas y de 22 a 24 horas) y valle (de 0 a 7 horas).
Burgueño dijo que en el caso de la tarifa zafral, se llega a una determinada factura con un precio de $4,69. “Si en ese predio, con ese consumo, se logra tener un poco más de capacidad de riego y no regar durante esas cuatro horas en las cuales la tarifa es más cara (punta) —que es el segundo ejemplo—, el precio estaría en $ 3,89, es decir, un 17% más barato teniendo la misma tarifa”, calculó.
Consideró que “lo más novedoso” para UTE es que “si el cliente es capaz de tener contratados 200 kilovatios durante el día y 315 kilovatios en la noche —esto se logra con una máquina que dé más caudal de riego; los agrónomos dirán si se puede o no, porque hay limitaciones y también hay procedimientos que se rigen por la lógica—, ese precio bajaría a $ 3,62 respecto al que tomamos como base en el primer caso, lo que significa un ahorro del 23 %”.
Otras conclusiones de los estudios realizados por UTE apuntan a que a los productores que tengan una concentración de consumo en verano, los beneficiará más la tarifa zafral, y a quienes tengan consumo fuera del verano les será más conveniente la tarifa de medianos consumidores.