En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
“En un conflicto armado, no sólo es importante que los periodistas salgan vivos sino también que la información salga viva”, dijo el viernes 17 el periodista español Julio César Alonso en el Teatro Macció de San José, ante una audiencia compuesta por más de 40 periodistas y estudiantes de periodismo de todo el país.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Este valenciano de 52 años cubrió en los últimos 35 años, para la Televisión Española, CNN, TVI de Italia y otros medios internacionales, conflictos como la revolución nicaragüense, la guerra de los Balcanes —Arturo Pérez Reverte lo pinta de cuerpo entero en su novela “Territorio comanche”—, los genocidios en Ruanda y Darfur, las guerras de Afganistán e Irak, y el conflicto del Congo, a donde arribó tras el rastro de un mercenario boliviano autor de cientos de asesinatos en Bosnia y donde se vinculó como periodista y cooperante con los militares uruguayos que integran las fuerzas de paz de Naciones Unidas desde 1999.
El “Primer Taller de Periodismo de Conflictos y Emergencias” tuvo lugar el viernes 17 y sábado 18 en el teatro maragato y el Batallón “Capitán Manuel Artigas” de Infantería Mecanizado Nº 6, y fue organizado conjuntamente por periodistas españoles y uruguayos voluntarios —que viajaron al Congo en los relevos de tropas de 2011—, por el Ejército uruguayo y por la Intendencia de San José. Durante el encuentro los militares informaron que Uruguay tiene actualmente unos 2.500 efectivos desplegados en zonas de conflicto, de los cuales 1.200 están en Congo.
Los disertantes principales fueron Alonso, su esposa María del Pino Muñoz —productora y actual gerenta de información de la televisora española Antena 3— y tres oficiales que comandaron el contingente uruguayo en Congo: el teniente coronel Marcelo Bilbao —a cargo actualmente del mencionado batallón—, el coronel Gerardo Frego-ssi, actual director del Liceo Militar, y el coronel Gustavo Sosa, quien, al mando del Batallón Urubatt IV, con base en la ciudad de Goma, recibió en 2011 la distinción de la ONU a las fuerzas uruguayas por ser las únicas sin casos de abuso sexual en el país africano.
Los militares detallaron la acción de los soldados uruguayos, explicaron cómo se trabaja en red con instituciones y cooperantes particulares para atender las necesidades de la población civil, y exhibieron una amplia gama de minas antipersonales y armamento.
Los periodistas compartieron su experiencia sobre cómo se cubre un conflicto, en dos modalidades principales: en forma independiente o “incrustado” en un ejército. Alonso narró algunos de sus reportajes y describió los pros y contras de ir tras la información en forma autónoma o acoplado a una fuerza militar, y recomendó llevar “poca ropa” para uno y “muchas medicinas” para los pobladores.
El periodista español destacó al Ejército uruguayo como uno de los que han entendido la importancia de preservar la independencia de los reporteros, por más que lo lleven protegido en sus filas. “La transparencia interna del Ejército uruguayo es superior a la del resto, quizá porque son paisanos, se conocen todos y no tienen intereses en las guerras”, dijo, antes de explicar que nunca un soldado uruguayo le ha pedido que apague su cámara. “Ha sido un placer ser acompañado como corresponsal o cooperante por soldados uruguayos”, afirmó, y destacó que nunca ha sido “atado” a los oficiales, sino que siempre se le ha permitido convivir con la tropa. “Todos los soldados son fuentes de información”, sostuvo, y fundamentó la necesidad periodística de cruzar al bando contrario para conocer las otras versiones del conflicto y así poder informar en forma cabal.
Del Pino recordó sus días en el sitiado hotel Palestina de Bagdad y relató la trágica muerte del periodista español José Couso.
El fotoperiodista Armando Sartorotti —autor del libro “Más allá del deber”, sobre la labor militar y humana de los batallones uruguayos en Congo y Haití— habló sobre el relacionamiento de una población civil con alguien que lleva una cámara colgada y contó la historia detrás de algunas imágenes, como la del incendio que mató a 200 congoleños reunidos frente a una pantalla gigante minutos antes de que comenzara el partido entre Uruguay y Ghana en el Mundial de Sudáfrica.
Los oficiales destacaron la importancia de la presencia periodística en estas zonas de conflicto, porque funciona como garante del trabajo militar y favorece la preservación de vidas civiles, máximo objetivo de las misiones de paz. Bilbao, Fregossi y Sosa contaron cómo vive el puñado de tropas apostadas en el campamento de Kimua, en plena selva dominada por las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), al cual solo se accede en helicóptero. Entre otros relatos, narraron el rescate de una decena de niños abandonados en una aldea cercana masacrada.
Periodistas y militares describieron algunos proyectos de ayuda humanitaria realizados en conjunto, como un sistema de alerta por radio de violaciones en las aldeas selváticas (en Congo se producen 1.000 ataques sexuales diarios y un ministro llegó a definir la violación como “nuestro deporte nacional”).
Alonso destacó cómo la ayuda médica conseguida para los hijos albinos de un soldado uruguayo generó una red de cooperación que abastece a un hospital congoleño de medicina especializada para mujeres violadas.
Ante la pregunta sobre la influencia negativa que el presunto abuso sexual cometido por uruguayos en Haití ha proyectado en la opinión pública uruguaya sobre la presencia militar en misiones de paz, el coronel Mario Stevenazzi, jefe del Departamento de Comunicación Social del Ejército, destacó que este taller para periodistas estuvo enmarcado en una estrategia activa de las Fuerzas Armadas por destacar los logros de las misiones de paz para el país. Militares y corresponsales coincidieron en que los soldados uruguayos se comportan como “embajadores” cuando ayudan a un civil a reconstruir su casa, acompañan a mujeres a buscar agua, protegen a los niños en una escuela o dan digna sepultura a los muertos.
Los dos simulacros montados por el personal militar con la colaboración de sus familias como civiles permitieron a los periodistas familiarizarse con el trabajo entre la violencia.
El viernes 17 se reprodujo una toma de rehenes en una casa, con el ingreso del Comando Antiterrorista del Batallón Nº 14 —fuerza de elite que ha ocupado el segundo lugar detrás de Colombia en recientes competencias militares latinoamericanas— en tanques de guerra, con disparos de munición real, granadas de aturdimiento y la participación de asistentes al taller como rehenes y reporteros “incrustados”.
El sábado 18, un centenar de militares recrearon bajo una intensa lluvia el asalto militar a la masacrada aldea de Bukavu ocurrido en 2004. El ensayo fue acompañado por los consejos de Alonso y Bilbao a los periodistas sobre cómo manejarse en un campo de batalla.
Durante 36 horas periodistas y militares comprobaron que es posible un relacionamiento armónico y constructivo entre las Fuerzas Armadas y la sociedad civil.