—Freud considera la homosexualidad una perversión. ¿Qué responde el psicoanálisis hoy?
—Freud considera la homosexualidad una perversión. ¿Qué responde el psicoanálisis hoy?
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá—Se va discutiendo si Freud lo consideraba así o no. En muchos trabajos él se expresa de una manera más amplia, es muy cauteloso acerca de eso. Hoy en día, el concepto de perversión existe en la heterosexualidad y en la homosexualidad. Nosotros decimos que la relación de objeto, o sea la relación con el otro, tiene características de reconocimiento de calidad más vital que destructiva, más de amor que de odio. No está basada sobre factores de violencia, abuso, perversión. Tenemos casos de analistas homosexuales declarados que han sido seleccionados y aceptados como estudiantes y como analistas en la API.
—De todos modos, desde afuera de su comunidad hay quienes ven al psicoanálisis como poco laxo en este punto. ¿Eso corresponde a una visión anticuada?
—Es una visión que no es realista acerca de la comunidad psicoanalítica de hoy. El concepto de la perversión es un tema importantísimo tanto para la hetero como para la homosexualidad. Hay relaciones pervertidas en todos los campos. El problema es distinguir cuándo es una relación sana o pervertida. Por ejemplo, hay personas que gozan de someter y humillar al otro, tanto hetero como homo.
Hoy hay riesgo de otro prejuicio más: que todo pueda ser aceptado. Por ejemplo, si yo soy homosexual entonces tú dices algo en contra de mi manera de relacionarme y yo te digo que lo haces porque eres racista. No es así.
Si hay un homosexual que es un hombre abusador, violento, es algo pervertido y tiene que saberlo. El riesgo es que la homosexualidad sea sagrada y no es sagrada, es como la heterosexualidad. Es como un judío, un musulmán o un católico, pueden ser buenas personas o delincuentes.