¿Cuándo decidió ser futbolista? De chiquito. Soy el único varón entre cuatro hermanas. A mi padre era el único que le quedaba para jugar al fútbol. No me presionó pero empecé muy chico en el Baby.
¿Cuándo decidió ser futbolista? De chiquito. Soy el único varón entre cuatro hermanas. A mi padre era el único que le quedaba para jugar al fútbol. No me presionó pero empecé muy chico en el Baby.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáVivió en Argentina, España, Paraguay y Chile. ¿Dónde se sintió más a gusto? En España. Salamanca, donde nos tocó jugar, era muy cómodo. Había un montón de jugadores argentinos y se hizo un grupo muy bueno. Habíamos comprado una casa para hacer nuestro lugar de residencia definitiva. Después tuve problemas en el club, una discusión bastante fuerte con un entrenador y nos fuimos a las manos. Otro lugar que me gusta es La Plata, Argentina, donde nacieron tres de mis cuatro hijos. Tenemos una casa ahí y es parte de nuestra vida, vivimos cerca de veinte años.
¿Son hinchas de Estudiantes? Sí. Uno tiene un tatuaje, camisetas, todo. Acá son hinchas míos.
¿Qué hace en vacaciones? Siendo futbolista siempre vine a Uruguay a visitar a la familia. Solo una vez fuimos a Buzios y otra a México. Acá voy mucho a Pueblo Suizo, en Jaureguiberry, un lugar hermoso.
¿Qué hace cuando no trabaja? Siempre estoy trabajando, esa es la realidad. Tenés que ver los entrenamientos que quedan por delante, miro fútbol para aggiornarme, hablo con gente para seguir mejorando. Y trato de disfrutar de la familia.
¿Cocina? Sí, me gusta. El arroz primavera me sale muy rico, según me dice mi señora. Hago guiso, pollo relleno, tuco, me defiendo bastante.
En el ambiente del fútbol se escucha mucha cumbia o plena. ¿Qué escucha usted? Tuve momentos. Ahora escucho bastante rock argentino, La Beriso. También Senda 7, donde están Maxi y Pablo Porciúncula, que son amigos míos. Y soy fanático del Carnaval, tengo muchos CD de murga.
¿Sigue a alguna murga? La Reina (de La Teja) era una de las que más me gustaban. Cuando salió de nuevo hace dos años nos dedicamos con la familia a seguirla por todos lados. La Catalina me gustaba mucho. Timoteo y La Clave también.
Además de perder, ¿qué lo pone de mal humor? Perder me pone de muy mal humor. No me gusta perder ni a la bolita. Después soy bastante insoportable con el orden. Al haber tenido tres hermanas más chicas y con mis viejos laburando, estaba encargado de la casa. Hacía las camas, cocinaba, le cambiaba los pañales de tela a mi hermana y había que lavarlos. Cuando me entreno a la tarde me levanto y hago la cama, paso la aspiradora, friego. Nos peleamos con mi señora para fregar. Cuando cocino me gusta tener todo limpio. Y me encanta planchar. Cuando tengo que pensar muchas cosas cocino o plancho, me distiende bastante.
También le gusta el boxeo. ¿Nunca pensó en dedicarse a eso? No. Lo he practicado con profesores y alguna vez en la calle. Con mi viejo nos quedábamos horas y horas esperando las peleas de (Mike) Tyson en la tele.
¿Qué temas tiene en común con sus hijos? Todos, somos como una manada, vamos a todos lados juntos, también con mi nieto de tres años. Lo amo con todo mi corazón y él tiene adoración conmigo.
Tabaré Vázquez era el presidente de Progreso cuando usted jugaba con en el Club. ¿Tiene relación con él? Nos hemos visto en algún acto en la sede de Progreso. Con su hijo Nacho teníamos bastante relación, ahora hace tiempo que no hablamos.
¿Tiene vínculo con algún partido político? No, en la época en que había que estar descifrando el tema de las elecciones estaba afuera del país. Me fui con 20 años. En Uruguay no voté nunca. Siempre he votado en Argentina, porque después de tantos años me nacionalicé.
¿Es bueno recordando fechas y haciendo regalos? Regalos sí, pero no sé si perdí el gusto o mi señora lo cambió, porque los últimos no le gustaron. Con las fechas soy un desastre. Es feo lo que voy a decir, pero del único que recuerdo la fecha de nacimiento es de mi hijo más grande, porque en aquel momento de tanto viajar a Buenos Aires había que rellenar los papeles de Migraciones a mano y me quedó. Lo peor fue con mi vieja, que falleció hace unos años. Un día la llamé y la semana anterior había sido el cumpleaños.
En Danubio usaba Twitter pero en Peñarol lo abandonó. ¿Por qué? Cerré todo. En casa no hablamos de fútbol. No hay una sola foto mía de jugador, esto lo tomé como un trabajo. Las medallas de cuando salí campeón se las di a mi hijo para jugar. El mayor tiene 24 años, si jugué con él tres veces al fútbol es mucho. Con el que lo sigue, menos.
En las redes sociales se hacen muchos comentarios sobre sus pantalones chupín. ¿Es de ahora o siempre tuvo este estilo? Desde siempre. Me siento joven, me gusta usarlos. Tengo amigos periodistas que me pusieron “el loco chupín”.
¿Es coqueto? Me cuido bastante en todo. Tengo cremas para la cara, para las manos, me arreglo las uñas. Uso gel, perfume. Los perfumes grandes me duran un mes como mucho.
Jugó en la Selección. ¿Le gustaría dirigirla? Obvio, es el deseo de todo entrenador. Capaz que no me da ni para entrar en la puerta del Complejo. Cuando empecé a jugar el anhelo- era empezar en Primera, después en un club grande, después ir afuera. Gracias a Dios se me han cumplido la mayoría de los sueños. Ojalá se me cumpla este.