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Contestando a las advertencias y amenazas del presidente Gregorio Álvarez en Bella Unión, con una dureza que fue como una confirmación de la salida democrática, el candidato presidencial colorado Julio M. Sanguinetti afirmó en un programa de televisión contratado por su sector político, Unidad y Reforma, que “no aceptamos que Álvarez siembre en las Fuerzas Armadas una semilla de revancha. (…) No nos interesan esos ataques, porque la palabra democracia en boca del teniente general Álvarez es un sarcasmo y sus críticas no nos llegan”.
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En dicho programa, difundido el miércoles 17 de octubre de 1984, Sanguinetti replicó también en su intervención a las críticas que le habían sido formuladas por el Directorio del Partido Nacional que le acusó de sacar ventajas políticas del acuerdo del Club Naval y de la prisión del líder nacionalista Wilson Ferreira. “No podemos entender que gente con la que hemos estado juntos muchos años compartiendo luchas, buscando soluciones hasta ayer nomás, hoy se lanzan en esta actitud desacatada, sabiendo que no se dice la verdad; simplemente por la desesperación de ver una elección perdida. Se enfrentan al fracaso de todas sus especulaciones y tendrán que enfrentarse mañana al propio (Wilson) Ferreira y decirle que le han informado mal de todo, que le han conducido a un desastre, que lo han llevado a un encierro político, sin que ese sacrificio suyo fuera realmente útil para el país”.
Bipartidismo
Dos semanas más tarde, el 31 de octubre, en diálogo con Búsqueda y consultado si creía que realmente había desaparecido el bipartidismo en el país, como lo sostenían desde 1971 los dirigentes del Frente Amplio, el candidato al Senado y a la Cámara de Diputados por el Consejo Nacional Herrerista, Luis Alberto Lacalle (43 años), respondió: “Tiene mucha mayor cohesión cualquier partido tradicional que la que puede existir entre la lista comunista con el señor Batalla o con el PDC. El Frente tiene que explotar esa ilusión de la opción de poder, pero no la tiene ni en Montevideo ni en el interior. (…) Creo que el Frente va a tener una importante representación, pero el país va a seguir siendo fundamentalmente bipartidista”.