Más de la mitad de los camiones que circulan hoy por las carreteras no “llevan nada”, ningún documento, ni siquiera “el remito oficial que deberían llevar”. Pasar “de la nada actual a un sistema informático” como el propuesto para la Guía de Carga —que prevé que antes de cada viaje los transportistas transmitan electrónicamente la información al respecto— es “muy complicado”, considera el gerente de la Intergremial de Transporte Profesional de Carga Terrestre del Uruguay, Humberto Perrone.
Por eso la organización pidió a la Dirección Nacional de Transporte que prorrogara la exigencia del sistema, que estaba prevista para el 2 de setiembre para las empresas más grandes. El pedido fue aceptado por la Dirección de Transporte. La implementación obligatoria de la guía ya se había prorrogado antes y habían establecido el 1º de julio como fecha para comenzar a exigirla.
Según Perrone, las principales objeciones al sistema “son de operación”. Algunos transportistas sostienen que aplicar la Guía de Carga les implicará más costos porque tendrán que poner personal que se dedique a esa tarea. Otro de los problemas que plantean es que muchas veces no tienen la información necesaria hasta no tener el camión cargado y en ese momento “no tienen personal para transmitir”
Para salvar esa distancia de la nada a un sistema electrónico, los transportistas plantearon la posibilidad de que los camiones salgan a la ruta con una guía en “formato papel” y luego cuenten con unos días para trasladar esos datos el sistema digital.
Otro planteo de los transportistas es que aumentan las exigencias para las empresas que trabajan en la formalidad mientras las informales seguirán trabajando sin hacer la Guía de Carga, sin facturar, sin pagar nada. En el sector hay más de 30% de informalidad, aseguró Perrone, y por ese tema manifestaron meses atrás su preocupación al Ministerio de Trabajo (Búsqueda Nº 1.708).
Para el director de Transporte del Ministerio de Transporte, Felipe Martín, “todas las alternativas están abiertas” porque es necesaria la conformidad de las empresas para que el sistema funcione. El 23 de setiembre mantendrán una reunión para establecer un nuevo cronograma para la aplicación.
La exigencia del sistema estaba prevista en etapas. El 2 de setiembre lo incorporarían todas las empresas con más de 20 vehículos de tracción de mayor porte. Cerca de 70 compañías transportistas están esa condición. Aunque se pospuso la exigencia de la Guía de Carga, cerca de 50 empresas de ese grupo ya están emitiendo la información al sistema.
“El sistema viene funcionando bien pero se han verificado picos de dificultad que los programadores se han encargado de analizar y ajustar”, sostuvo.
“Datos preciosos”.
La Guía de Carga es una “herramienta para la formalización del transporte terrestre” prevista por la ley Nº 17.296 en el 2001. La solución —concebida en su origen como un formulario en papel— fue instrumentada por la Dirección Nacional de Transporte como un mensaje electrónico a enviarse por Internet. Para el diseño de la plataforma digital fue contratada la consultora CSI.
Cada empresa transportista debe crearse un nombre de usuario y una clave de acceso para acceder al sistema. Previo a la salida de cada camión con carga deberá completar el formulario con el número de RUT del transportista, el número de RUT del contratante, la matrícula del vehículo, número de cédula del conductor, origen y destino del viaje, si los puntos de carga y descarga son únicos o múltiples, la secuencia de rutas que utilizará, la longitud del viaje, el tipo de carga que lleva, el peso bruto de la carga, la fecha y hora de inicio del viaje y el precio del transporte.
El transportista recibirá una confirmación del sistema de que la información fue recibida y no necesitará llevar ningún documento en el camión. Los inspectores encargados del control en las rutas nacionales estarán conectados y podrán verificar la información declarada solo con el número de matrícula.
Cada emisión tendrá para el transportista un costo de aproximadamente $15 para mantener el funcionamiento del sistema, que pagarán a fin de mes en las redes de pago.
Para Perrone la primera ventaja del sistema es que “es un documento que comprueba el viaje” y eso delimita las responsabilidades si surge algún problema. Para las empresas con sistemas informáticos de facturación la Guía de Carga les facilita la tarea porque les permite exportar directamente los datos, no van a tener que ingresarlos nuevamente.
Del otro lado, las empresas que no cuentan con sistemas informáticos de facturación tienen una herramienta de control de los viajes que realizaron. La informalidad en el sector es una de las principales preocupaciones de la Intergremial. En ese sentido, Perrone cree que la Guía de Carga generará “ventajas” para la fiscalización. “Si quieren cruzar datos, saben quién mueve qué cosa y para qué lado”, dijo.
Por último, considera que el sistema tiene “unos datos preciosos para definir políticas de infraestructura”.
En ese aspecto hace énfasis el director de Transporte, que asegura que el Estado tendrá “múltiples beneficios” al conocer “la trazabilidad de los camiones, el origen y destino de las cargas, las rutas que recorren, los tipos de cargas, las cantidades y las estacionalidades”.
“Esa información es muy importante para tomar medidas en la planificación de los trabajos de infraestructura, de rehabilitación o de mantenimiento”, valoró.
Tecnología.
La Guía de Cargas no es una iniciativa aislada en el sector. En los últimos años se comenzaron a aplicar herramientas que se sirven de la tecnología para mejorar el servicio del transporte.
Una de esas herramientas, contó Perrone, es el uso de precintos electrónicos que puso en marcha la Dirección Nacional de Aduanas para el transporte internacional.
El precinto que se coloca en el contenedor está equipado con sistema de GPS. El camión que lo transporta tiene una ruta marcada y solo puede detenerse en lugares habilitados por la autoridad aduanera. Si el vehículo se desvía o se detiene en lugares que no están autorizados en el centro de monitoreo, desde allí llaman al conductor y, si no obtienen una respuesta satisfactoria, envían móviles.
En febrero, mediante ese procedimiento, detuvieron en Salto a dos camiones paraguayos que transportaban perfumes. Ya habían vaciado uno de los contenedores y comenzaban a hacer lo mismo con el segundo.
Otro ejemplo, que destacó Martín, es la solución encontrada en Nueva Palmira al problema de la llegada masiva de camiones que iban al puerto y distorsionaban el movimiento de la ciudad.
“Estamos trabajando con un sistema electrónico que comunica las terminales portuarias con las playas de estacionamiento, que son 15, y con la explanada de preembarque, que es el punto a través del cual se canaliza el ingreso de todos los camiones que van a ir a descarga en el puerto”, contó. Las 15 playas de estacionamiento construidas en plantas de silos tienen capacidad para 1.600 camiones, mientras que la explanada de preembarque puede albergar a 240.
El sistema comenzó a aplicarse el noviembre del año pasado. En el primer semestre de 2013 el puerto de Nueva Palmira tuvo un 43% más de movimiento que el año pasado en el primer semestre y sin embargo, aseguró, eso no impactó en la ciudad.
