Vecinos contrarios a la regasificadora desconfían de datos oficiales y piden apoyo a la Universidad para medir la posible contaminación

Por eso propuso hacer una medición paralela con la ayuda de la Facultad de Ciencias “con la mayor certidumbre, transparencia y solemnidad que se pueda hacer”.

Pero los vecinos están preocupados por otro tipo de contaminación, la de sustancias como el cromo, el plomo y las grasas que se vierten, según ellos, como consecuencia del dragado.

Fioroni explicó a Búsqueda que algunos residentes del barrio denunciaron que el agua estaba en “muy mal estado, que había mucha gente que se había enfermado en la zona por el uso del agua para baño”.

“Eso se le transmitió a gente que trabaja con nosotros en la parte ambiental, estuvieron evaluando qué podía haber de cierto en las denuncias y analizando los resultados que arrojaban los análisis de Gas Sayago. La conclusión es que evidentemente hay problemas, que ya de por sí la propia información que está dando Gas Sayago es bastante preocupante porque todos los valores andan en el límite, y en algunos casos se estableció que se iba a continuar en la línea de investigar algunos valores que son llamativos y que no estarían cerrando. Por ejemplo en la presencia de algunos contaminantes se ve que en la medición la toma mayor, la toma menor y el promedio los tres dan iguales, y difícilmente se dé una situación tan ideal. Eso ahora se va a estudiar más específicamente”, dijo.

Fioroni explicó que ya se contactaron con gente en la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República para “obtener el apoyo para los análisis desde el punto de vista técnico”. Por otro lado están hablando con técnicos en temas ambientales para ver “qué pueden hacer y qué costos puede tener y qué es lo que puede no tener costo y ver qué recursos hay”.

El viernes 31 la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) difundió un comunicado en el que informa que diariamente controla “las trayectorias de las dragas utilizando herramientas tecnológicas de avanzada que permiten una visualización en tiempo real”.

“En general las corrientes son paralelas a la costa, por lo que los sedimentos que se extraen del área de la escollera (del sobredragado) se disponen en las áreas autorizadas, a 11 kilómetros al sur de Playa Verde de Montevideo. El sistema de corrientes no es propicio, ni física ni biológicamente para que se vea afectada la calidad del agua de Santa Catalina”, dice el texto.

El organismo informó que “la calidad de los sedimentos fue estudiada analizando el contenido de metales, hidrocarburos y bifenilos policlorados en superficie del fondo, a 1 metro por debajo del fondo como profundidad intermedia y entre 1,8 y 2 metros por debajo para muestras profundas. Los resultados indicaron que todos los valores estaban por debajo o muy por debajo de los parámetros de referencia, siendo un material de libre disposición en los sitios permitidos. Solo un metal presentó un valor casi igual al límite de libre disposición en uno de los puntos de muestreos. Fue el arsénico, pero considerando que fue en una muestra tomada a 1,3 metros por debajo del fondo, se considera de origen natural. Igualmente para ese sector se previó un sitio distinto de disposición de los sedimentos”.

Además, “respecto de la presencia de coliformes fecales en la playa, se puede señalar que no es posible asociar esta realidad al proceso de dragado, pues las bacterias no permanecen vivas en el sedimento tan alejado de la costa y además este sedimento no llega a la playa”.