“Estamos bien. Si ves la televisión no te asustes. Lucas y yo estamos bien”.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl mensaje de WhatsApp de Ioan, un médico belga de visita familiar y profesional en Bruselas, enviado a su esposa, Leticia, chilena residente en Halifax, Canadá, llegó a las 04:36 de la madrugada de Nueva Scotia.
Ioan y Lucas ya habían pasado el chequeo de la Aduana del principal aeropuerto de Bélgica, Bruselas-Zaventem, para volar a Canadá, vía Londres, cuando se produjo el primero de los tres atentados que el martes 22 mataron a 31 personas y provocaron 270 heridos.
Lucas, de 13 años, vio estallar los vidrios del hangar justo por donde había transitado cinco minutos antes y atinó a tirarse al piso junto a su padre. “Pensamos que eran disparos”, dijo Ioan a Búsqueda.
Pero en realidad fue un terrorista suicida que había detonado una maleta en el mostrador de facturación número once, sobre las ocho de la mañana, hora local. Segundos después hubo otra explosión próxima al mostrador número dos, en el extremo contrario de la terminal. El tercer terrorista, prófugo, dejó una maleta con la mayor carga explosiva, que se detonó después pero que solo provocó heridos por la labor de los artificieros.
Los tres terroristas que atentaron en el aeropuerto de Zaventem salieron en taxi desde el barrio de Schaerbeek, según las autoridades belgas.
El segundo ataque, también suicida, ocurrió sobre las 9.30 en el segundo vagón del metro en la estación subterránea de Maelbeek, en el centro de Bruselas, próximo a las instituciones europeas, donde tienen su sede la Comisión, el Parlamento y el Consejo continentales.
'Nunca comprenderemos'. Hoy miércoles los belgas salieron a la calle en procura de retomar la normalidad tras el atentado. Entre fuertes medidas de seguridad, abrieron las escuelas y las oficinas públicas, donde las banderas flameaban a media asta. Al mediodía interrumpieron sus actividades y, junto al resto de Europa, hicieron un minuto de silencio por las víctimas.
El gobierno mantiene el alerta máxima (cuatro) desde que se produjo la primera explosión en el aeropuerto.
La Fiscalía belga informó que los dos kamikazes identificados son Brahim y Jalid El Bakraoui, hermanos de nacionalidad belga, de 30 y 27 años de edad, y con antecedentes penales por delitos no vinculados con el terrorismo.
Brahim provocó una de las explosiones en el aeropuerto. Jalid hizo volar por los aires el segundo vagón del metro.
La policía desconoce la identidad del tercer terrorista suicida y busca a un cuarto —que aparece con sombrero en una de las fotos que han hecho circular las fuerzas de seguridad y que algunos medios belgas han identificado como Najim Laachraoui, supuestamente implicado en la matanza del 13 de noviembre en París— y ha identificado el piso desde el que salieron, donde hallaron explosivos y el testamento de uno de ellos.
Entre los muertos y los heridos de los ataques al aeropuerto de Zaventem y a la estación de metro de Maelbeek puede haber personas de 40 nacionalidades, ninguna uruguaya, según el Ministerio de Exteriores belga.
“Ayer (por el martes 22) fue un día caótico. Mucho miedo e incertidumbre por los amigos y colegas de trabajo que toman ese metro. El atentado no fue dirigido a Bélgica, sino al corazón de Europa y a todo el mundo. Hoy es un día tranquilo”, dijo a Búsqueda Israel Ayala, un ingeniero de sistemas peruano de 42 años, radicado desde hace un lustro en Bruselas. La capital, según Ayala, amaneció con su habitual tráfico de bicicletas, menor servicio de ómnibus y normal de taxis.
Bélgica decretó tres días de duelo tras lo que es considerado el peor ataque desde la Segunda Guerra Mundial, auto adjudicado por el grupo terrorista del Estado Islámico.
“Es muy complicado poder describir este dolor que sentimos en casa. Es más difícil aún poder entender la forma en que el destino arrebata la vida de un ser querido (…), esta madrugada en el aeropuerto de Bruselas falleció mi hermana Adelma Tapia en el atentado terrorista, no pudiendo resistir a este ataque yihadista que nunca comprenderemos', escribió el hermano de una de las primeras víctimas identificadas, en su página de Facebook.
Tapia era una emprendedora peruana que vivía en Bruselas desde hace seis años y tenía previsto viajar el martes a Nueva York con su esposo y sus dos hijas gemelas para visitar a unos familiares.