En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Edad: 56 años • Ocupación: Cocinero, jurado de MasterChef • Señas particulares: le dicen El Franchute; siempre usó moño en vez de corbata; extraña las ostras francesas
Llegó a Uruguay en 1982 y nunca más se fue. ¿A qué vino? Llegué de Buenos Aires a cocinar en el restaurante Bleu, Blanc, Rouge (como la bandera francesa) en Punta del Este junto a Christophe Krywonis y Martín Pittaluga —NR. Este chef es también el jurado francés de Master Chef en Argentina.
, regenerado3
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Usted tenía el restaurante El Franchute en su casa de Balneario Buenos Aires, donde vive todo el año. ¿Cómo afectó su vida ser jurado de MasterChef? Tuve que venir a trabajar a Montevideo, cosa que nunca había hecho. No me gustaba Montevideo, pero ahora lo estoy pasando bien. En los últimos años creo que cambió mucho la mentalidad de la gente, salen mucho más, hay gente joven en los restaurantes, no van solo a bares. Esto hace 10 años no pasaba, salían solo a comer un churrasco con papas fritas, milanesa y pizza.
¿Le costó adaptarse a salir de la cocina para hacer televisión? No, me encanta. Siempre hice algunas apariciones en televisión y hasta tengo grabado un ciclo de recetas.
¿Cómo es el vínculo con los participantes de MasterChef, sigue en contacto después de que termina cada temporada? Sí, pero poco. La producción del programa siempre llama a alguno para que aparezca en algún momento.
¿Cómo vive la exposición, que la gente lo reconozca por la calle? Veo que es una parte del trabajo y de lo que hago, no me afecta, me gusta.
¿Qué es lo más gracioso que le pasó? Me pasa siempre que me gritan desde los autos: “Está grudooo”. Me da mucha risa. Por ejemplo, el otro día llego a la terminal de Punta del Este para tomarme el bus para venir a grabar a Montevideo y una señora grande muy elegante, me gritó: “Laurent, te tengo en mi heladera, por la foto de la campaña de Pagnifique”.
En el programa tiene un estilo muy particular. ¿Se viste usted o desde el canal? Lo armo yo, ellos me consiguen las cosas después para ponerme. Me parece que si estás en la televisión es interesante tener un look llamativo, y el mío además acá no se usa o no se animan a usarlo. Siempre usé moño porque la corbata me parece que es de gente aburrida y me gusta la ropa colorida.
'No puedo entender que con los 500 kilómetros de costa que tiene Uruguay solo se coma brótola'
En Uruguay, ¿qué le gusta comer? La carne, la parrilla, después no sé mucho qué plato uruguayo hay, uruguayo de verdad. El matambre arrollado que se servía hace mucho en todos los bodegones era algo delicioso, pero ahora es difícil de encontrar.
¿A quién le sale bien la cocina francesa? La cocina francesa es la base de cualquier cocina. Restaurantes que tengan platos franceses bien hechos hay muy pocos.
Entre los sibaritas usted es reconocido por su paté de foie y su plato de manta raya. Hace un tiempo cerró su restaurante El Franchute, ¿por qué? Hace dos años salió MasterChef y empecé a venir de lunes a viernes a Montevideo a grabar y se hizo difícil. Ahora quiero instalarme más en Montevideo y abrir una boutique de platos sencillos, patés y delicias francesas.
Este verano estuvo en Punta del Este como veraneante después de muchos años. ¿Cómo vio la propuesta de la gastronomía en el balneario? Este año explotó la oferta. Abrieron 80 restaurantes y lugares de comida entre Solanas y José Ignacio. Hay lugares buenos en Maldonado, aunque no tanto como el mío (ríe). El turismo cambió mucho en el último tiempo; cuando yo llegué hace 35 años la gente venía tres meses, después pasaron a quedarse dos meses, un mes y ahora vienen 10 días. En esa semana van a la playa y después salen a comer como mucho dos veces en todas las vacaciones.
'Me pasa siempre que me gritan desde los autos: “Está grudooo”. Me da mucha risa'
¿Qué le gusta hacer en Montevideo? Me gusta pasear, soy curioso de una casa antigua, una huerta, un puesto de pescado. Voy a comer a Jacinto, de Lucía Soria, y a Foc, de Martín Lavecchia.
Siempre rezonga por la manera de comer pescado de los uruguayos. ¿Por qué? No puedo entender que con los 500 kilómetros de costa que tiene Uruguay solo se coma brótola.
¿Cómo definiría su cocina? Es muy tradicional y estoy orgulloso de hacerla, es cocina francesa bordolesa. Muchos reniegan de la cocina tradicional, pero es la raíz de toda modernidad; sin esa base es difícil que hagas un buen plato. Esto lo mamé de chiquito.
¿Alguna vez tuvo ganas de volver a Francia? Hoy no podría vivir en Francia. Extraño las ostras, los quesos, pero nunca se puede tener todo, es un deseo voyerista. En Uruguay en los últimos años hay una movida joven que busca productos nuevos, de huerta, orgánicos, de granja de cultivo. Hay lugares que hace 10 años era imposible que existieran, y me hacen extrañar menos.