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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáSr. G. Pereyra, he leído con detenimiento su artículo, “Confesión de un periodista avergonzado”, y considero que ud., no tiene bien claro la elaboración de verdades en la medicina.
Cuando uno va a estudiar la respuesta a un problema, lo que busca es establecer si se puede llegar a una relación causal. La forma más correcta es un estudio randomizado doble ciego de una variable contra otra ,tratando de que las dos poblaciones sean parte de una misma población. La menos confiable es la opinión de un experto (en la U. de Birmingham decían experto es aquel que invitarlo a dar una charla nos sale más de U$ 200). Aun cuando un estudio randomizado nos dé que estadísticamente es significativo en un hecho; en realidad se está diciendo: es probable que no se deba al azar.
Si ud. debe hacer una política de salud e indicar a una población debe guiarse por esto. Si la vacuna le da 90% de chance de no ser internado, de no ir a un CTI o morir, provéala.
Cuando ud. se va del lado de cada persona, verá que a cada uno le tocará 100% a favor o en contra. La única forma en mis 46 años de médico que encontré de respetar el derecho a la salud de mis pacientes fue: explicarles sin sesgo las alternativas y que él elija. Ej. si ud. tuvo un infarto y toma aspirina, luego tiene 25% de probabilidad de repetirlo, de necesitar stent o cirugía o morir. Pero tiene 5% de chance de sangrar y 0,5% de morir por ese sangrado.
Con lo de la vacuna quien se beneficiara o quien tendrá efecto secundario
Esta información y garantía del enfermo está en el análisis de los números del trabajo publicado.
La opinión de nadie importa solo los hechos de los números.
El editor de la revista más prestigiosa de cardiología, cuando uno le va con una opinión siempre le dice: “Ok, show me your papers”.
Nadie sabe qué enfermo se beneficia y cuál se perjudica.
Para terminar, Sr. Pereyra , el partido en medicina es por mucha plata; el engaño es a diario y seguirá; como ud. cuando filtraba la información.
Ud. habrá sentido que el colesterol es malo, de ahí se inventó que comer grasas debería ser malo (solo el 11% del colesterol viene de las grasas de la dieta).Se demonizan las grasas; consecuencia se generó la epidemia de obesidad por los glúcidos. El Dr. Key, que fue el inventor de las grasas malas, fue tapa del Time, la opinión de expertos solo sirve para el café y sobre fútbol.
Sesenta años costó descubrir la mentira.
Sin más me despido.
Dr. Pedro Amonte