Pasadas las elecciones internas, y antes de que comience el febril rush hacia el balotaje, la sociedad uruguaya se distrae con los más variados juegos de equipo, a efectos de desintoxicarse de tanta “ola esperanza” y de tanto “es ahora”.
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El más interesante (y hasta apasionante) de los divertimentos de estos días es el llamado ¿Dónde está Gracy?
Inspirado en el invento del dibujante británico Martin Handford, plasmado en una serie de libros editados en 1987, en los que aparecían enredados dibujos que despistaban al lector, que debía procurar encontrar a Wally, el personaje de remera a rayas colorada y blanca escondido entre miles de detalles, el juego apasiona a los uruguayos.
Hubo muchas versiones de ¿Dónde está Wally?, en diversos idiomas y países. El personaje se llamó Waldo en los Estados Unidos, Walter en Alemania, Charlie en Francia, Willy en Noruega, Vallu en Finlandia y Valdas en Lituania.
En Uruguay, donde acomodamos todo según nuestra particular idiosincrasia, en vez de andar buscando al personaje perdido en los libros, lo buscamos por la calle, en todos los rincones. Y, en atención y respeto a la igualdad de género, el personaje es femenino, y se llama Gracy. En vez de una remera colorada y blanca (¡horror, batllista y herrerista!), Gracy lleva una chalina rojo-progresista, chavista y socialista del siglo XXI. Las mismas gruesas gafas que Wally, y una corta melena lacia y canosa (que no blanca, caramba).
La desaparición de Gracy fue notada por primera vez cuando los avisos murales y las gigantografías promocionales del voto a Daniel Martínez prescindieron por completo de la imagen de Gracy. El pelado solito, con la bandera uruguaya, y nada más. Vote a Daniel. Sin compañera, sin partenaire, sin vice, sin colaboradora, sin articuladora de las complejas relaciones entre las nuevas y compartimentadas bancadas parlamentarias, a pesar de su amplia experiencia como psicóloga social. Ni rastros de Gracy.
La gente la buscaba, no podía creer que ella no estaba allí donde todos esperaban verla, acompañando al simpático señor ceceoso y calvo que tanto la quiere, con la que ha bailado en la vía pública los ritmos caribeños más sensuales e insinuantes. Pero no, no estaba.
¿Se había separado la oligarquía del pueblo?
Diferentes brigadas y grupos de búsqueda y rescate se crearon para dar con ella, y devolverla al lugar en el que el pueblo frenteamplista la puso con el voto que el alma pronuncia.
¿Dónde está Gracy?
La heterogeneidad y la variedad de los colectivos de rastreo es una prueba del apoyo y el interés de la sociedad uruguaya en la procura de encontrarla y reintegrarla a la lucha, de la que no debieron haberla marginado vaya uno a saber qué extraños intereses complotados en privarle a la ciudadanía de una opción tan valiosa.
Uno de esos grupos se autodenomina Colorados con Daniel, y está integrado por ocho personas encabezadas por un prestigioso y renombrado caudillo del partido de don Pepe (Batlle), que responde al nombre de Basaltar Pum, seguido de sus siete enanitos, todos ellos tocados por remeras coloradas, picos y palas.
—¡Vamos a dar con ella, Daniel, y la vamos a reintegrar a la fórmula, y además los vamos a votar, con lo que nuestros ocho votos se sumarán al caudal incontenible que consolidará tu victoria! —dijo Basaltar Pum, cuando el grupo salía rumbo a los bosques criollos en procura de dar con Gracy, cantando a coro “hai ho, hai ho, la vamos a encontrar...”.
En uno de sus recorridos creyeron verla en un pueblito perdido del interior, participando en una ceremonia criolla llamada Mate a Mate y Voto a Voto, pero resultó ser una china bandida fugada de su rancho, y no la liceal de curso incompleto que es la Gracy, aunque va a terminar el liceo, ella ya lo aseguró, después de que se apruebe el presupuesto del año 2021, que le va a dar mucho trabajo en la Asamblea General.
Otro interesante grupo que anda a la búsqueda de Gracy es un colectivo multicolor denominado Si Este no Es el Pueblo, el Pueblo ¿Dónde Está?
El mismo está conformado por 17 psicólogos, 89 arquitectos, 16 cuidacoches, 24 escribanos, 55 acomodadores de cine, seis pescadores artesanales, ocho maquilladoras, 14 patinadores y nueve empaquetadores de supermercado, todos los cuales han declarado que buscarán a Gracy hasta encontrarla, y, una vez reintegrada a la fórmula de la que misteriosos intereses la han borrado, votarán por Daniel y por ella el 24, para transformarlos en la dupla ganadora de las elecciones nacionales.
Se anuncia también que un grupo de jubilados exintegrantes de la campaña Vivir sin Miedo, que han agarrado fuerza y práctica en actividades colectivas de recolección de firmas y entrega de papeletas sanas para sustituir las rotas por las fuerzas del mal, han ofrecido sus servicios para ayudar a encontrar a Gracy y devolverla a los lugares que solía frecuentar.
—Tenemos el knowhow para las cosas raras y difíciles, no en balde marchamos con la reforma, pero sacamos un millón doscientos mil votos —expresó Braulio Porpo Quito, coordinador de la seccional 23. Si no la encontramos nosotros, no la encuentra nadie —concluyó, aludiendo a la necesidad de dar con la personalidad extraviada y desaparecida.
La falta de pistas ha sumido en la desazón a los entusiastas buscadores, aunque desde hace días circulan rumores de que Gracy estaría secuestrada en Canelones, en unos depósitos de la intendencia, prisionera por orden de un misterioso caudillo local con aires de superhéroe, quien se hace llamar SuperYam.
La noticia fue incluso publicada en la prensa local, y un periodista, que poseía el número del celular de SuperYam, dijo haberlo llamado para confirmar la información.
La decepcionante respuesta de SuperYam fue: “No sé, todavía no la he leído”.
Con gente así no se puede trabajar…