“Definitivamente estamos en un escenario distinto para hacer negocios que hace un año. Las decisiones de los empresarios, nuestros clientes, están muy influenciadas por lo que está sucediendo en la economía local e internacional”, señaló Vivianne Caumont, gerenta general de Citibank Uruguay.
Ese nuevo contexto lleva a los bancos a mirar con más atención la morosidad de los clientes corporativos, si bien sigue baja. “En el agro ya estamos viendo empresas que tomaron la decisión de salir o acomodar sus inversiones”, comentó la ejecutiva.
Caumont asumió hace un año al frente de Citi, una entidad que lleva un siglo en el país. “No es un secreto” que el negocio bancario en Uruguay enfrenta “desafíos” por los costos regulatorios y salariales, pero sigue siendo “rentable” y “los jugadores que hoy están son de largo plazo”.
Según datos de la institución publicados por el Banco Central, Citi ganó U$S 4,4 millones en el primer semestre. Es la sexta institución en volumen de créditos (U$S 186 millones) y la octava en depósitos (U$S 389 millones). “Nuestra ambición no es ser el banco más grande, sino el mejor”, remarcó.
A continuación un resumen de la entrevista con Búsqueda.
—¿Por qué mantenerse en una plaza tan reducida como la uruguaya?
—Pensar en la marca Citi es esa globalidad, y Uruguay es relevante para esa estrategia. Se conecta toda una red en más de 100 países. Nuestra esencia no es solamente ofrecer servicios de calidad y excelencia sino lograr una conexión. Uruguay fue de las primeras sucursales que Citi abrió, y hoy es parte de esa red que es incomparable, además de muy difícil de replicar para otros bancos. Uruguay es un negocio rentable y hace sentido en la estrategia para América Latina, y a nivel mundial. Tiene total sentido para nosotros.
—¿Qué significó la venta de la banca de consumo?
—Las regulaciones comenzaron a ser cada vez más estrictas y el uso del capital se volvió un recurso más escaso. Citi se planteó no salir de los países, por el valor de esa red global, pero sí salir de negocios donde no tenía la capacidad de agregar tanto valor.
—¿Por qué no se podía agregar valor en el consumo? ¿Por la competencia de los grandes bancos del sistema uruguayo o por las administradoras de crédito?
—Por un tema de escala, de uso de capital.
—¿Es una decisión irrevocable?
—En este momento no es algo que se está analizando ni que se vaya a analizar.
—¿Es un desafío mantenerse en las mentes de los clientes sin el negocio enfocado en las familias?
—Nuestra ambición no es ser el banco más grande de la plaza, sino el mejor en el nicho de mercado en el que decidimos operar. Allí la visibilidad y el valor principal es el servicio, estar cerca de nuestros clientes. Conversar con ellos, escuchar sus necesidades y buscar aportarles soluciones locales o globales.
Por otra parte, debe haber muy pocos clientes que operen con un solo banco, esa es una realidad del mercado.
—¿Es rentable tener un banco en Uruguay teniendo en cuenta los costos regulatorios y salariales?
—Hay desafíos como los hay en otros sistemas financieros. No es un secreto. La plaza es pequeña y está en el interés de todos que la bancarización aumente. Al final la rentabilidad de un banco es la combinación de líneas. Está asociado a costos laborales y requisitos regulatorios, pero tiene su espejo en la capacidad de generar ingresos. El desafío es lograr rentabilidad con un regulador que es el que tenemos, y un esquema laboral que es el que tenemos.
Los préstamos en relación al producto están en el orden de 20% y la ambición general es que eso aumente. Se están dando pasos correctos. Está habiendo una gran revolución. No solamente por la ley de inclusión financiera, sino que el sistema de pagos se está haciendo más interconectado. Eso nos va a permitir ofrecer productos más eficientes, en tiempo real, transferencias online.
—¿Qué espera para los negocios del banco en el último tramo de 2015?
—Definitivamente estamos en un escenario distinto para hacer negocios que hace un año. Las decisiones de los empresarios, nuestros clientes, están muy influenciadas por lo que está sucediendo en la economía local e internacional. Está cambiando el panorama de negocios y esperamos que en el segundo semestre del año las decisiones de nuestros clientes sean más cautelosas. Como banco nos proponemos estar más cerca de ellos para darles un asesoramiento de calidad y excelencia.
—¿Espera una suba en la morosidad de los créditos?
—La morosidad del sistema bancario está en niveles relativamente bajos. Seguramente a nivel de consumo se resienta y a nivel corporativo hay que estar más atentos con algunos sectores en particular. En el agro ya estamos viendo empresas que tomaron la decisión de salir o acomodar sus inversiones.
—¿Habrá, de todas formas, ganancias este año?
—Sí, y estamos trabajando para que en 2016, entendiendo la nueva modalidad de negocio, continuemos en la senda de tener rentabilidad positiva.
—¿Qué rol jugará Citi en la bancarización de la población que está impulsando el gobierno?
—Celebramos mucho los avances que están ocurriendo. Tenemos muchos productos de banca digital, algunos ya desarrollados y otros que no habían podido serlo por la falta de conectividad online en algunas transacciones. Pagos de impuestos; a proveedores. Productos más sofisticados, más eficientes, con mayor información, con controles embebidos en los procesos. O temas de cobranzas. Usar celulares para las aprobaciones. Son funcionalidades que Citi ofrece en el mundo y cada vez más vamos a poder introducirlos en Uruguay
—Algunos gerentes opinan que Uruguay es una plaza para no más de cinco o seis jugadores ¿Usted coincide?
—Nuestro foco va en cómo hacer crecer nuestro negocio y cómo lograr que el sistema sea más grande. Hay un tema de escalas, de rentabilidad. Pero hoy los jugadores que están son de largo plazo, todos internacionales.
—El BCU considera que la eficiencia de los bancos privados no es muy buena. ¿Concuerda con esa visión?
—Hay datos concretos de eficiencia de la banca uruguaya que, comparada con otros sistemas financieros, muestran espacio para mejorar. Pero es una combinación. La conversación no se reduce a cómo gasto menos, sino cómo genero más ingresos a partir de la estructura que tengo.
—¿Cómo visualiza la próxima negociación salarial de la banca?
—El gobierno dio lineamientos claros y vamos a estar trabajando con esas pautas.