Nº 2244 - 28 de Setiembre al 4 de Octubre de 2023
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá¿Cuál es la principal causa de muerte en el mundo entre personas que tienen entre 5 y 29 años? En los países pobres, muchos podrían pensar que son enfermedades mortales como la malaria o la tuberculosis las que matan a cientos de miles de personas al año. En los países más ricos uno podría pensar en el suicidio y la salud mental, que de hecho son un problema enorme. Sin embargo, la respuesta es algo mucho más común: los accidentes de tránsito (1). En torno a 1,3 millones de personas mueren al año en todo el mundo a causa de siniestros de tránsito. Son dos por minuto. Más del 90% de ellos ocurren en países pobres, como Senegal, donde vivo, a pesar de que los países pobres solo tienen alrededor del 60% de los vehículos del mundo. Uruguay, ni muy pobre ni verdaderamente rico, todavía se ve muy afectado por los accidentes automovilísticos. Alrededor de 430 personas murieron por esta causa en cada uno de los últimos dos años, más de una persona por día en promedio (2).
Yo, por ejemplo, he sido parte de dos accidentes de tránsito. Uno fue el día que cumplí 14 años y otro me pasó hace poco.
La triste verdad es que casi todas las personas corren el riesgo de sufrir un accidente de tránsito, pero algunas corren un riesgo mucho mayor. Hay un “perfil epidemiológico” que marca estos episodios. En nuestro país, como en muchos otros, los jóvenes son los más afectados, la mayoría de los lesionados tienden a ser personas que circulan en moto, en general quienes conducen y en su mayoría hombres.
En Uruguay las estadísticas referentes a personas lesionadas en siniestros de tránsito han mejorado en los últimos años. El número de siniestros, de lesionados (leves y graves) y de fallecidos por accidentes de tránsito ha bajado. Por ejemplo, los siniestros con lesiones se redujeron casi un 25% entre 2011 y 2021, cifra similar al descenso en el número de fallecidos por año (una comparación con las estadísticas hasta 2019, para evitar posibles efectos específicos asociadas a la reducción de la movilidad por la pandemia, muestra números auspiciosos y similares) (3). La tasa de mortalidad —tanto por habitante como por vehículos en circulación— también se ha reducido. Sin embargo, todavía estamos lejos. La tasa de muertes cada 100.000 habitantes en Uruguay es alrededor de 12%, más del doble que el promedio en la Unión Europea y por encima de países vecinos como Argentina o Chile (4). La meta de seguridad vial del gobierno era tener 278 fallecidos en 2020 (la mitad que en 2010), pero hubo 391 en ese año y aún más en los siguientes.
Tampoco se trata solo de lo que hacemos nosotros cuando manejamos, sino también de los demás. Mi madre siempre dice que en la vida hay que hacer las cosas bien en todo momento, porque un error en un instante puede cambiarte la vida para siempre. Es cierto, pero también podés estar haciendo las cosas bien y simplemente tener mala suerte: que alguien te choque, que estén arreglando la ruta y te pase algo, etc. Por eso las buenas políticas, y su fiscalización, son tan importantes.
A nadie le gusta pagar multas de tránsito, pero la velocidad, manejar alcoholizado o estar distraído son importantes factores de riesgo para los accidentes de tránsito. Hay quienes creen que en Uruguay el Estado regula demasiado a los conductores —y sin dudas hay lugar para mejorar la implementación de la regulación existente— pero yo no veo ningún sentido en oponerse al espíritu de medidas que tratan de salvar vidas, incluso a la “controversial” alcohol cero, de la que a veces se quiere retroceder. Los humanos somos malos para autorregularnos cuando se trata de tentaciones como el alcohol. Somos incluso peores a la hora de autorregularnos frente a la presión social, lo que también suele ocurrir en torno al alcohol. Por eso es mucho más sencilla una regla que directamente no te deja ni una copita ni un vasito.
Por último, la prevención es clave. Desde saber manejar, conocer las reglas de tránsito hasta asegurar que estas se cumplan al pie de la letra: hay que hacer todo lo posible para que los accidentes no ocurran.
Hay quienes piensan que regular a los conductores y su modo de conducir es otra forma de un Estado paternalista, asfixiando una vez más a la economía, y que los accidentes son solo el costo de hacer negocios en una sociedad libre y una economía liberal. Una retórica que resuena por estos días en la televisión rioplatense. Pero para ellos, un dato: el costo de los accidentes de tránsito en Uruguay se estima en cerca de 1% del Producto Bruto Interno (PBI), o más o menos US$ 525 millones. Globalmente se estima en 3% del PBI. Piensen en todo lo que se podría hacer con eso.
1) World Health Organization, Road traffic injuries, 20 de junio de 2022.
2) La Diaria. En 2023 bajó la cantidad de fallecidos por siniestros de tránsito respecto a años anteriores, 21 de abril de 2023.
3) Uruguay Presidencia, Unidad Nacional de Seguridad Vial (2021), Segundo Informe de Gestión y Estadística de Seguridad Vial.
4) International Transport Forum (2022), Road safety annual report 2022.